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Salud y Bienestar

Llama IMSS a evitar la exposición prolongada a las bajas temperaturas

La Delegación Estatal del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Chihuahua exhortó a la ciudadanía extremar cuidados por las bajas temperaturas y, de ser posible, evitar permanecer demasiado tiempo bajo las inclemencias del ambiente, debido a que esto, podría ocasionarles un enfriamiento hasta llegar a la hipotermia.
Ismael Rodríguez Chávez, coordinador auxiliar de Salud Pública, destacó que cuando el organismo pierde más calor del que puede generar, es decir, cuando la temperatura corporal es inferior a los 36 grados centígrados, se presentan los siguientes síntomas: pérdida paulatina de la habilidad de pensamiento y movilidad, somnolencia, debilidad, piel pálida y fría, confusión, temblor incontrolable, así como frecuencia cardiaca y respiratoria lenta.
Ante la presencia de esa sintomatología, la persona debe ser llevada de inmediato a un lugar con mayor temperatura y cubierta con mantas calientes, mientras es trasladada para recibir atención médica urgente en una unidad hospitalaria; de lo contrario, advirtió, podría presentarse un paro cardiaco, shock, estado de coma y finalmente morir, dijo el especialista.
Mencionó que las personas que tienen más probabilidades de sufrir hipotermia son los adultos mayores, quienes tienen alguna enfermedad crónica, en especial por problemas circulatorios o cardiacos, desnutridos, o quienes estén bajo los influjos del alcohol y las drogas. También quien se exponga de manera prolongada al frío, sin protegerse con ropa adecuada.
Es recomendable que la ciudadanía no se exponga al aire frío, y si es necesario salir, utilizar gorros, guantes, doble par de calcetas y bufanda, además de tomar muchos líquidos, consumir alimentos ricos en vitamina C y descansar lo necesario, porque cuando las personas están agotadas las defensas bajan y es más fácil enfermar.
Recomendó a todos los derechohabientes del IMSS que tengan problemas de diabetes o males circulatorios, no descuiden el control médico y acudan a todas las citas que tengan en la Unidad de Medicina Familiar (UMF) de adscripción para que mantengan buenos hábitos de salud, evitar el riesgo de complicaciones vasculares y sufrir hipotermia.
Además, invitó a iniciar bien el año programando su chequeo anual de salud, acudiendo al Módulo PrevenIMSS de su unidad de adscripción. “Más vale PrevenIMSS”, concluyó.

Revista

La grasa abdominal profunda: el enemigo silencioso que envejece tu cuerpo y tu mente

Oculta bajo la piel y rodeando órganos vitales como el corazón, el hígado y los riñones, la grasa visceral representa una de las amenazas más serias para la salud metabólica y cerebral, incluso en personas delgadas. Más que un problema estético, esta grasa activa procesos inflamatorios que pueden desencadenar enfermedades como la diabetes tipo 2, el hígado graso, problemas cardiovasculares y, a largo plazo, deterioro cognitivo.

De acuerdo con el Dr. Andrew Freeman, especialista en prevención cardiovascular, la grasa visceral es un marcador de múltiples riesgos de salud, aun en quienes aparentan estar en forma. El fenómeno conocido como “skinny fat” —personas con peso normal pero con alta proporción de grasa interna— evidencia que la salud no siempre se refleja en el espejo.

El impacto va más allá del metabolismo. La neuróloga preventiva Kellyann Niotis advierte que este tipo de grasa libera compuestos inflamatorios que aceleran la atrofia cerebral y favorecen la aparición de placas beta-amiloides y ovillos de tau, señales asociadas con la enfermedad de Alzheimer, incluso desde los 40 o 50 años.

¿Cómo saber si la grasa visceral está fuera de control? La medida de la cintura es un primer indicio: más de 88.9 cm en mujeres y 101.6 cm en hombres eleva el riesgo, según los CDC. La masa muscular también importa: quienes tienen más grasa que músculo tienden a acumular esta grasa profunda. Estudios como la DEXA o básculas con medición de grasa corporal pueden ayudar a evaluar estos indicadores.

La buena noticia: es reversible. Freeman insiste en un enfoque integral con ejercicio cardiovascular diario (como caminatas rápidas de al menos 30 minutos) y entrenamiento de fuerza con resistencia. Ejercicios como desplantes, sentadillas, lagartijas y peso muerto movilizan grandes grupos musculares, aceleran el metabolismo y estimulan hormonas que mejoran la composición corporal.

Una alimentación basada en plantas, como la dieta mediterránea, también es clave. Rica en frutas, vegetales, granos enteros, aceite de oliva y pescado, esta dieta ha demostrado reducir la grasa abdominal y el riesgo de muerte por enfermedades crónicas, especialmente en mujeres.

El ayuno intermitente —comer solo durante una ventana de seis horas al día— puede ser un complemento efectivo, aunque no es apto para todos. La combinación de alimentación natural, entrenamiento funcional y periodos de ayuno puede “hacer magia” en la reducción de grasa visceral, señala Freeman.

En resumen, mantener el músculo, eliminar alimentos ultraprocesados, moverse cada día y reorganizar los horarios de comida no solo combate la grasa abdominal profunda, sino que extiende la salud física y mental hacia el futuro. Porque el verdadero “elixir de la juventud” no se compra: se construye con hábitos.

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