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Resto del mundo

Lo encarcelan por quitarse el condón sin consentimiento durante el sexo

Un policía de 37 años residente de Berlín, Alemania fue condenado a pasar ocho meses en prisión y pagar una multa de más de 65 mil pesos (3 mil euros), por haberse quitado el condón durante una relación sexual, sin el consentimiento de su pareja.

El tribunal de justicia local determinó que si bien este no es un caso de violación, constituye una agresión sexual grave pues se incurrió en una actividad con la que la víctima no estuvo de acuerdo y en el país, violar la voluntad de una mujer a participar en cualquier acto sexual, es un crimen sexual.

El agresor mandó un sms a la víctima reconociendo que su «comportamiento fue idiota», pero la víctima consideró que un mensaje de texto no era suficiente para resarcir el daño y continuó con la denuncia.

La práctica de quitarse el condón sin consenso es conocida como stealthing y es considerada por muchas mujeres y expertas en el tema como una forma de violación ya que constituye el ejercicio de una actividad sexual con la que una de las partes no está de acuerdo y es una amenaza directa hacia la seguridad y dignidad de la víctima.

Alexandra Brodsky, de la National Women’s Law Center quien ha buscado que el stealthing sea considerado como una «violación adyacente», esta es una situación bastante común con el que las muchas personas se enfrentan y que desafortunadamente se ha convertido en una práctica que incluso se glorifica en sitios de Internet donde se publican manuales completos para hacerlo.

Resto del mundo

Cofece multa a Walmart por prácticas monopólicas: la batalla legal apenas comienza

La Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) asestó un golpe histórico al multar a Walmart de México con 93.4 millones de pesos tras concluir una investigación que se extendió por más de cuatro años. La razón: prácticas monopólicas relativas, particularmente en el trato con sus distribuidores.

Según el dictamen de la Cofece, Walmart aprovechó su posición dominante en el mercado para imponer condiciones desfavorables a los proveedores, afectando la competencia en el sector. Aunque no se han revelado todos los detalles de las “contribuciones” impuestas a los distribuidores, el veredicto destaca cómo estas prácticas distorsionan el acceso al mercado y perjudican a competidores más pequeños.

En respuesta, Walmart no tardó en reaccionar. La empresa anunció que impugnará la decisión y enfatizó su compromiso con el cumplimiento de las leyes mexicanas. En su comunicación oficial, destacó que la sanción carece de fundamento y que está basada en interpretaciones erróneas. Este movimiento era predecible: para una empresa de este tamaño, 93 millones de pesos no solo representan una cifra considerable, sino también una amenaza a su reputación.

Por otro lado, la Cofece también se juega mucho. Este caso es una muestra clara de su intención de reforzar la vigilancia sobre los gigantes corporativos. Sin embargo, una batalla legal prolongada podría poner a prueba su capacidad de defender sus resoluciones en tribunales.

Más allá de la multa, el caso de Walmart pone el reflector sobre una problemática común en el comercio minorista: el desbalance de poder entre grandes cadenas y pequeños distribuidores. Si bien el desenlace de este litigio aún está por definirse, el mensaje es claro: los días de actuar sin consecuencias podrían estar contados. La industria y los consumidores estarán atentos a cada movimiento en esta batalla judicial.

 

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