La policía suiza detuvo a primera hora del miércoles a siete ejecutivos de la FIFA, el organismo rector del fútbol mundial, para enfrentar cargos de corrupción ante la justicia estadounidense.
Entre los detenidos hay cinco latinoamericanos: Eduardo Li y Julio Rocha, de Nicaragua; Eugenio Figueredo, Uruguay; Jose Maria Marin, Brasil y Rafael Esquivel de Venezuela.
La operación se llevó a cabo en un hotel en Zúrich, según confirmaron fuentes oficiales a la BBC.
A los arrestados se les vincula a una supuesta trama de corrupción generalizada en la organización, que involucra sobornos valuados en unos US$150 millones, durante más de 20 años.
Los cargos que enfrentan incluyen lavado de dinero, crimen organizado y fraude electrónico.
En una investigación aparte, la sede principal de la FIFA en Zúrich también fue allanada, donde se incautaron documentos físicos y archivos electrónicos.
Los miembros de la FIFA se encuentran en la ciudad suiza para participar el viernes en su reunión anual, donde además se eligirá a su presidente.
El actual presidente, Joseph Blatter -que, se dice, no está entre los detenidos-, busca renovar un quinto mandato.
Un portavoz de la FIFA aseguró que el congreso sigue adelante y que la elección no se pospone.
Torneos latinoamericanos
Se dijo que la operación fue llevada a cabo pacíficamente en el Hotel Baur au Lac.
Los siete arrestos en Suiza se producen como parte de una operación mayor ordenada por un tribunal de Nueva York, que incluye formulación de 47 cargos contra 14 personas.
Además de la sede de la FIFA en Zúrich también se realizó un operativo en la sede de la Concacaf en Miami.
Hablando sobre el caos en Nueya York, el Departamento de Justicia de EE.UU. indicó que el caso se remonta a 1991.
«Dos generaciones de funcionarios de fútbol abusaron de su posición para obtener ganancias personales».
Según las autoridades estadounidenses, la mayoría de los ardides involucraban sobornos pagados por ejecutivos de mercadeo de compañías deportivas a funcionarios de la FIFA en conexión con la comercialización de derechos de eventos deportivos como las eliminatorias a la Copa del Mundo en la región de la Concacaf, la Copa América de la Conmebol, la Copa Libertadores y la Copa de Brasil.
Se dice que Joseph Blatter no está entre los detenidos.
A cambio de los supuestos pagos, de más de US$150 millones, se cree que los sospechosos recibieron derechos de transmisión, publicidad y patrocinio vinculados a torneos de fútbol en América Latina.
Según la formulación de cargos que presenta Estados Unidos, estos delitos fueron acordados y preparados en ese país, y los pagos fueron realizados por medio de bancos estadounidenses.
Por su parte, la justicia suiza anunció que había abierto una investigación diferente por supuestos sobornos y lavado de dinero en relación con la designación de Rusia y Qatar como sedes de los mundiales de fútbol de 2018 y 2022, respectivamente. Por esta investigación se allanó la sede de la FIFA en Zúrich.
En una rueda de prensa realizada cuatro horas después de los arrestos, Walter de Gregorio, portavoz de la FIFA, aseguró que la investigación era producto de una queja presentada por la organización en noviembre pasado.
Sin embargo, agregó que los operativos los había tomado por sorpresa.
Agregó que la FIFA recibía con complacencia los operativos.
«Estamos contentos con lo que está ocurriendo, pero ciertamente es también un momento triste para nosotros», aseveró De Gregorio.
Clarificación
El periódico New York Times indica que oficiales de la policía suiza vestidos de civil tomaron las llaves de las habitaciones en la recepción del Hotel Baur au Lac, donde están hospedados los ejecutivos, y se dirigieron a sus cuartos.
Se dijo que la operación se realizó pacíficamente.
Uno de los funcionarios detenidos es Jeffrey Webb, vicepresidente de la FIFA y jefe de la Confederación de Fútbol de Norte, Centroamérica y el Caribe (CONCACAF), informa el corresponsal de la BBC Richard Conway, quien estaba en el hotel en Zúrich.
Asimismo se dice que otro funcionario del organismo, Eduardo Li, de Costa Rica, fue sacado de su cuarto y del hotel por las autoridades suizas.
México no participará en la Serie del Caribe 2026, programada del 1 al 7 de febrero en Venezuela, luego de confirmar su retiro junto con Puerto Rico y República Dominicana. La decisión fue dada a conocer por la Confederación de Béisbol Profesional del Caribe (CBPC) a través de un comunicado oficial, en el que se precisó que los tres países no se encuentran en condiciones de asistir al torneo debido a situaciones externas ajenas a su control.
En el documento, la CBPC informó que la determinación se tomó dentro de un marco institucional y conforme a los procedimientos internos del organismo. Señaló que las ligas de los tres países siguieron los lineamientos establecidos, pero que la incertidumbre derivada de factores fuera de su alcance los llevó a optar por no participar en la edición de 2026.
La Confederación reconoció la postura de la Liga Venezolana de Béisbol Profesional, que ha reiterado contar con las condiciones organizativas necesarias para llevar a cabo el evento. No obstante, la ausencia de México, Puerto Rico y República Dominicana plantea dudas sobre el desarrollo y el alcance deportivo de la competencia, al tratarse de tres de los principales protagonistas históricos del torneo.
En el mismo comunicado, la CBPC destacó el trabajo realizado por la LVBP y por su comité organizador, al tiempo que subrayó que la situación externa obligó a los países retirados a tomar esta decisión. Ante este escenario, el organismo señaló que continuará evaluando de manera responsable las alternativas disponibles y que mantendrá informada a la afición sobre cualquier determinación que se adopte.
La Confederación dejó abierta la posibilidad de realizar ajustes, tanto en la sede como en el formato del torneo, conforme avance el análisis de la situación. Indicó que cualquier resolución se tomará en función de las circunstancias actuales y del interés general de la Serie del Caribe.
El retiro de México, Puerto Rico y República Dominicana representa uno de los momentos más complejos para la competencia en años recientes, debido al peso deportivo e histórico de estas naciones. La CBPC reiteró su compromiso de seguir trabajando junto con sus ligas miembro para definir el futuro inmediato del torneo.
Cabe señalar que no es la primera ocasión en que una Serie del Caribe enfrenta cambios de sede, ya que en 2019 la competencia fue trasladada a Panamá ante problemas sociales en Venezuela. La evolución de la situación actual determinará los próximos pasos del certamen.