Los restos del submarino argentino ARA San Juan fueron localizados por un buque de la empresa Ocean Infinity, justo un año después de su desaparición, confirmaron el Ministerio de la Defensa y la Armada Argentina.
«Habiéndose investigado el punto de interés N°24 informado por Ocean Infinity, mediante la observación realizada con un ROV a 800 mts de profundidad, se ha dado identificación positiva al #AraSanJuan», escribió la Armada argentina en su cuenta de Twitter.
El hallazgo fue anunciado justo el día que se cumple un año de la desaparición del submarino, en cuyo interior había 44 personas al momento del naufragio.
El ministro de Defensa, Oscar Aguad, le dio aviso de inmediato al presidente argentino Mauricio Macri. Y en simultáneo, desde la cubierta del buque noruego Seabed Constructor los familiares embarcados como observadores del operativo se comunicaron con el resto de los familiares en tierra, que se mantienen alojados en un hotel de Mar del Plata y que hoy se congregarán para recibir más novedades y detalles técnicos en la Base Naval.
Según indicó Ocean Infitiny, que cobrará 7.5 millones de dólares por el hallazgo, el submarino estaba localizado a 800 metros de profundidad, a unos 600 kilómetros de Comodoro Rivadavia, donde se había montado el centro de operaciones durante la búsqueda.
Los trabajos de búsqueda en el océano, en los que participaron en los primeros meses diversos países, se delimitó a 430 kilómetros de la costa, en torno a una zona donde varias agencias internacionales señalaron que se detectó una explosión horas después de que desapareciera la nave.
Fue a principios de septiembre pasado cuando la empresa estadunidense Ocean Infinity, contratada por el gobierno argentino, retomó el rastreo del lecho marino, pero tampoco hubo suerte.
«El primer lugar donde ellos empezaron a buscar era donde se dio la ultima comunicación. Ahí no están. Nosotros empezamos a pedir que los empiecen a buscar donde se escucharon los golpes del casco» del submarino, señaló el pasado jueves la hermana de Alberto Sánchez, tripulante del sumergible, durante un homenaje al cumplirse un año de la desaparición, al que asistió el presidente Mauricio Macri.
El submarino argentino desapareció el 15 de noviembre del año pasado con 44 tripulantes a bordo, cuando se dirigía desde Ushuaia a Mar del Plata.
La nave participó en unas maniobras en el puerto austral de Ushuaia y el 13 de noviembre partió de nuevo hacia Mar del Plata, trayecto en el que, a unos 400 kilómetros de la costa y dos días después, hizo su última comunicación.
Horas antes, el comandante alertó de un fallo provocado por la entrada de agua por un conducto de ventilación (snorkel), que se filtró en el compartimiento de las baterías eléctricas y produjo un principio de incendio.
Aunque la Armada argentina aseguró en varias ocasiones que ese fallo fue «subsanado» y que el San Juan continuó navegando hacia Mar del Plata, lo cierto es que se perdió su rastro y nunca arribó al puerto de esa ciudad, donde tenía prevista su llegada el 19 de noviembre.
En medio de una gran incertidumbre, varias agencias internacionales reportaron una explosión horas después de desaparecer el submarino, cerca de donde se perdió su pista.
Fue ahí donde comenzó un operativo de búsqueda sin precedentes en Argentina en el que participaron naves de Rusia, Gran Bretaña y Estados Unidos, y que finalizó cinco meses después.
Campos de detención: el terrible plan de Trump contra los migrantes
El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, volvió a encender las alarmas en el ámbito migratorio al adelantar un plan que, de concretarse, marcaría un giro radical en la política de deportaciones de Estados Unidos. Sus recientes declaraciones apuntan a la creación de un sistema masivo de detención y expulsión, respaldado por el ejército, lo que ya ha generado controversia entre expertos, activistas y políticos de todas las esferas.
Una emergencia nacional para deportaciones masivas
Trump, quien regresará a la Casa Blanca en 2025, reafirmó en la plataforma Truth Socialque su administración estaría preparada para declarar un estado de emergencia nacionalcon el objetivo de enfrentar lo que ha llamado «una invasión permitida por Joe Biden».
Esta declaración se suma a los comentarios de Tom Fitton, director de la organización conservadora Judicial Watch, quien sugirió que se utilizarían recursos militares para implementar un programa de expulsiones masivas. El expresidente respondió tajantemente: «¡Es verdad!».
El alcance de este plan incluye el despliegue de la Guardia Nacional y, si es necesario, tropas federales. «La Guardia Nacional debería ser capaz de encargarse de las deportaciones; si no, usaría el ejército», afirmó Trump en una entrevista con Time en abril.
Durante su presidencia, Trump endureció significativamente las políticas migratorias, pero sus nuevas propuestas revelan un nivel de agresividad sin precedentes. A esto se suma, la idea de establecer «campos de detención» en Texas, en donde se albergaría a los migrantes antes de ser deportados.
Texas ofrece tierras para la construcción de campos de detención masiva
La comisionada de la Oficina General de Tierras de Texas, Dawn Buckingham, ha propuesto una medida que podría convertirse en el primer paso hacia la creación de campos de detención en la frontera sur de Estados Unidos.
En una carta dirigida al presidente electo Donald Trump, Buckingham ofreció al gobierno 567 hectáreas de tierra ubicadas en el condado de Starr, cerca de Rio Grande City, para la construcción de instalacionesdestinadas a procesar, detener y deportar a migrantes de manera masiva.
Este terreno, que actualmente se utiliza para cultivos agrícolas como cebollas, canola y maíz, sería destinado a albergar campos de detención, una propuesta que ha generado gran controversia en medio del debate migratorio.
Buckingham destacó que la Oficina General de Tierras de Texas está lista para colaborar con el Departamento de Seguridad Nacional y otras agencias federales para hacer realidad este proyecto, el cual se alinea con los planes de Trump para reforzar las políticas de deportación y control fronterizo.
Sheinbaum reacciona a deportaciones masivas y campos de detención
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, expresó su desacuerdo con laspolíticas migratorias propuestas por Donald Trump, especialmente en relación con la posible deportación masiva de migrantes y la construcción de campos de detención en la frontera sur de Estados Unidos.
Durante su conferencia de prensa mañanera, Sheinbaum destacó que su gobierno no acepta que los migrantes sean tratados como criminales, subrayando que existen instituciones de justicia para abordar estos temas de manera adecuada.
«Primero, evidentemente no estamos de acuerdo en que se trate a los migrantes como criminales, para eso existen las instituciones de justicia en cualquier lugar del mundo», afirmó la mandataria, quien también enfatizó la relevancia de la contribución de los trabajadores mexicanos en Estados Unidos.
En este sentido, Sheinbaum detalló que su administración tiene cuantificados los beneficios que estos migrantes aportan al país vecino, tanto a nivel laboral como en términos de impuestos.
Como parte de las preparaciones para un posible cambio de administración en Estados Unidos, Sheinbaum informó que su gobierno trabaja en un plan para enfrentar la eventualidad de deportaciones, asegurando que, en caso de que se den, México está listo para recibir a los connacionales deportados.
«En caso de que hubiera deportaciones nosotros vamos a recibir a las y los mexicanos, tenemos un plan para ello, pero vamos a trabajar previo a ello que no tienen por qué deportarse a nuestros connacionales, que al contrario, benefician incluso la economía de Estados Unidos», añadió.
Además, la mandataria anunció que, en los próximos días, se celebrará una reunión con su gabinete para definir los temas clave que se tratarán con el equipo de Trump una vez que este asuma la presidencia, entre los que se incluyen la seguridad, el Tratado Comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), así como cuestiones culturales y de amistad bilateral.