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Policiaca

Los “Güeros”: la célula vinculada al Cártel de Sinaloa que ayudó a Roberto Sandoval a esconderse

Nadie metió las manos al fuego por él. El pasado domingo, cuando Roberto Sandoval, ex gobernador de Nayarit, fue detenido en Linares, Nuevo León, se hallaba pálido, delgado y demacrado. Según el periodista Héctor de Mauleón, vivía muy precariamente, alejado de los lujos que un día tuvo.

Tras la captura del ex mandatario, los medios airearon su relación con el Cártel de Sinaloa, dominador del tráfico internacional de drogas en México. Mauleón describe que algunos de los domicilios en los que se movía Sandoval se hallaban vinculados al Cártel de los Güeros, una célula criminal de la organización dominada por Ismael el Mayo Zambada.

Jalisco, Guanajuato, Estado de México, la capital de país y finalmente Nuevo León fueron guarida del ex político.

Su aprehensión se dio a través del rastreo de un celular de un escolta de Sandoval. El teléfono se activó en un domicilio en San Pedro Garza García, donde presuntamente la esposa y la hija del ex gobernador llevaban una vida normal. La noticia de una orden de aprehensión, alertó a la familia y se cambió de estado.

Los reportes de Mauleón indican que la familia fue nuevamente localizada en Puerta de Hierro, un exclusivo fraccionamiento ubicado en la Zona Metropolitana de Guadalajara.

El cerco se iba a cerrando cuando la Unidad de Inteligencia Financiera bloqueó las cuentas del ex funcionario. Los Güeros, entonces, le facilitaron a Sandoval un rancho en Saltillo (Coahuila) y otro en Nuevo León. Debido a desmesurada cantidad de operaciones del gobierno contra Sandoval, éste prefería estar permanentemente encerrado.

Los Güeros, una banda delictiva al servicio de Joaquín el Chapo GuzmánLos Güeros, una banda delictiva al servicio de Joaquín el Chapo Guzmán

En el rancho donde fue encontrado Sandoval había un altar dedicado a la Virgen de Guadalupe, relata Héctor de Mauleón. “El ex gobernador se arrodilló y se persignó, antes de abordar el vehículo que lo llevó al aeropuerto, rumbo al penal federal de El Rincón, en Tepic”, detalla el periodista.

La banda criminal de los Güeros fue fundada por los hermanos Luis y Esteban Rodríguez Olvera, quienes fueron incluidos en la lista negra del Departamento del Tesoro de Estados Unidos en 2011.

Según la acusación de Estados Unidos, se estima que el cartel narcotraficante Los Güeros importó más de 100,000 kilogramos de cocaína a los Estados Unidos entre 1996 y 2008. Éste introdujo cocaína ilegalmente al Golfo de México desde Colombia. Desde allí, ellos enviaron la cocaína mediante México hacia Texas antes de distribuirla a varias partes de los Estados Unidos, incluyendo Nueva York.

Roberto Sandoval gobernó Nayarit de 2007 a 2011 (FOTO: CUARTOSCURO)Roberto Sandoval gobernó Nayarit de 2007 a 2011 (FOTO: CUARTOSCURO)

En 2008, Esteban Rodríguez Olivera fue detenido en el aeropuerto de la Ciudad de México, Cuatro años después, Esteban Rodríguez corrió con la misma suerte. La Fiscalía del Distrito Este de Nueva York lo acusó de traficar más de 100,000 kilos de cocaína. Pasó ocho años en prisión. En septiembre de 2020 fue deportado a México.

Los Rodríguez Olivera son originarios de Tototlán, una población a 65 kilómetros de Guadalajara. Miguel, otro de los hermanos que presuntamente pertenecían al clan fue asesinado en agosto de 2011, unos reportes dicen que en Yucatán pero otros apuntan a Cancún, Quintana Roo (México) como el lugar en que perdió la vida.

Tanto Rodríguez Olivera como su hermano Luis Rodríguez Olivera fueron denominados narcotraficantes en 2007 por el Equipo de Trabajo Policial contra el Crimen Organizado y Tráfico de Drogas.

Increible

Desaparece en Disneyland y aparece días después en un bote de basura en Mexicali: el misterioso caso de Annie Encino

Una adolescente estadounidense de 16 años fue localizada con vida dentro de un contenedor de basura en Mexicali, Baja California, días después de haber desaparecido en el parque Disney California Adventure, en Anaheim. El caso ha despertado preocupación e interrogantes en ambos lados de la frontera, especialmente por el silencio mediático en México y las lagunas que aún rodean su cruce hacia territorio nacional.

Annie Kathleen Encino desapareció el pasado 20 de abril tras una discusión con su familia dentro del parque temático. Fue vista por última vez alejándose sola, lo que activó una Alerta Amber en Estados Unidos. Sin embargo, esa alerta nunca cruzó a territorio mexicano, dejando a la opinión pública del país sin conocimiento de su desaparición… hasta que la historia dio un giro tan insólito como alarmante.

Días después, una llamada anónima al 911 alertó a la policía municipal de Mexicali sobre la presencia de una menor dentro de un bote de basura. Al llegar al sitio, los oficiales encontraron a la joven en condiciones que no han sido detalladas, pero confirmaron su identidad. El consulado de Estados Unidos fue notificado de inmediato y su madre viajó a la ciudad fronteriza para identificarla y llevarla de regreso.

Hasta ahora, las autoridades mexicanas no han informado cómo fue que Annie cruzó la frontera sin documentos, sin acompañantes y sin ser detectada. Tampoco han revelado si fue víctima de trata, secuestro, abuso o si viajó voluntariamente con ayuda de terceros. La Fiscalía de Baja California mantiene abierta una investigación para esclarecer los hechos.

Lo que sí queda claro es que algo falló en los mecanismos de cooperación fronteriza. Ni la alerta internacional funcionó, ni hubo un protocolo binacional que permitiera actuar a tiempo. La aparición de una menor estadounidense en un contenedor de basura, en una ciudad donde los casos de desapariciones no son novedad, pone una vez más bajo la lupa la crisis de seguridad y el flujo irregular entre ambos países.

Mientras se esperan más detalles oficiales, el caso de Annie Encino evidencia que incluso en un entorno supuestamente seguro como Disneyland, la vulnerabilidad de los menores puede terminar en una historia digna de una serie policiaca.

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