Evidenciados por las redes sociales y otros casos revelados por ellos mismos, los escándalos de los hijos de políticos han proliferado en los últimos meses, afectando la carrera de sus padres y familiares.
La descendencia de los poderosos ha salido de las páginas de Sociales en los diarios y ahora, vía redes sociales, irrumpe en asuntos de Estado con sus escándalos.
Casos como el de Lady Profeco -protagonizado por Andrea Benítez, hija del ex titular de la Profeco, Humberto Benítez Treviño y el Gentleman de la PGR, Gerardo Saade Murillo, nieto del titular de la PGR, Jesús Murillo Karam- han puesto en jaque al nuevo gobierno federal, al completar los primeros seis meses de gobierno del presidente Enrique Peña Nieto.
Las redes sociales han servido de plataforma para dar a conocer los casos de los hijos de políticos -juniors- de diverso signo donde se publican sus fiestas, viajes, compras, el dispendio.
Estos hechos han afectado a sus padres al grado de poner en riesgo sus trayectorias personales y la imagen de las instituciones.
Ser hijo de un poderoso en México ha motivado a lo largo de la historia estilos de gobierno, abusos y van desde la práctica del nepotismo, los negocios particulares desde las áreas de licitaciones públicas, hasta el uso de influencias.
El episodio de Andrea Benítez le costó a su padre, Humberto Benítez Treviño, el cargo de procurador federal del Consumidor, mientras que Gerardo Saade Murillo, movilizó de un golpe a la PGR y a la misma Presidencia de la República, en un control de daños. Estos casos son una expresión en la que los hijos de políticos pueden afectar a sus padres.
Hay casos también en que políticos envueltos en manejos con dinero -como el ex gobernador de Aguascalientes, Luis Armando Reynoso Femat; el ex gobernador de Tabasco, Andrés Granier Melo y el ex líder del sindicato minero, Napoleón Gómez Urrutia- ven a sus hijos en el banquillo de los escándalos.
El caso de Lady Profeco gana significación, pues el presidente Peña Nieto tuvo que tomar decisiones y prescindir de Benítez Treviño como titular de la Profeco.
Lujos viajes y aviones privados
Las andanzas de los juniors de ahora se evidencian en Facebook, sin paparazzis, como le ocurrió a Paulina Romero, hija del senador del PRI y líder del sindicato petrolero, Carlos Romero Deschamps, quien documentó con fotos y datos que ella publicó en su espacio, la vida cotidiana que le da su padre el actual legislador.
En las fotografías se aprecian aviones privados y mascotas, un estilo de vida a todo lujo internacional.
Romero Deschamps ha visto reavivar las acusaciones en su contra por la conducción gremial, luego de que regaló a su hijo José Carlos Romero Durán un auto deportivo Ferrari valuado en 24 millones de pesos, a la vez que el júnior es propietario de un par de departamentos en Miami que suman el valor del vehículo.
El golpeador de mujeres
El caso más reciente fue el de Gerardo Saade Murillo, un joven de 22 años que golpea a su ex novia y escala en las agravantes de todo tipo. Es nieto del procurador general de la República, Jesús Murillo Karam, el hombre que como presidente del Congreso de la Unión puso en manos del presidente Enrique Peña Nieto la banda presidencial.
El caso tomó relevancia debido a que Saade Murillo golpeó a Alexia Imaz, hija de Eugenio Ímaz Gispert, director del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), la agencia de inteligencia mexicana dependiente de la Secretaría de Gobernación.
Según las versiones, entró a la casa de la familia Imaz Gispert y se introdujo a la recámara de Alexia Imaz, donde la golpeó.
En vez de levantar denuncia, las fotos de ella golpeada y de su agresor fueron colocadas en las redes sociales. Luego intervino la Presidencia de la República con un mensaje que eximió a Murillo Karam y más tarde, cuando el escándalo -conocido en internet como El Gentleman de la PGR- estaba más alto, un comunicado de la misma dependencia descartó la responsabilidad del procurador.
El boletín indica que la ley se aplica sin distingos, que Saade Murillo cometió un «lamentable error», a lo que el Ministerio Público denominó delito de lesiones.
La PGR indicó que el nieto del procurador está arrepentido y que actuó afectado emocionalmente.
Y qué decir de Luis Armando Reynoso López, hijo de Reynoso Femat, quien gobernó Aguascalientes con las siglas del PAN y enfrenta cargos por peculado en tribunales. Su fiesta de cumpleaños en 2012 escandalizó por el derroche, a todo lujo, con 300 invitados en el perfil que daba en el canal de videos por internet YouTube.
Otro caso es el de Napoleón Gómez Casso, hijo del líder del Sindicato Minero, Napoleón Gómez Urrutia, prófugo de la justicia en Canadá y protegido por sindicatos de izquierda. El hijo muestra un nivel alto de vida con festejos en Puerto Rico y Sudáfrica.
El ex gobernador de Tabasco, Andrés Granier Melo, hundido en un pantano de acusaciones por corrupción, comparte el señalamiento de la opinión pública con su hija Mariana y su hijo Fabián. A ella las autoridades le congelaron una cuenta bancaria, por la sospechosa procedencia de los fondos. El hijo es un capítulo aparte, con propiedades en Miami, en Cancún, la Riviera Maya y Mérida.
Y todo ello está en un proceso al que es ajeno el poder público, en el debate de las redes sociales, donde los cachorros devoran a los padres.
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