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México

Los maestros no son corruptos: afirma López Obrador

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Ante los cuestionamientos de que la nueva Reforma Educativa abre paso a sindicatos magisteriales para el reparto y venta de plazas, el presidente Andrés Manuel López Obrador negó esto y que vaya a haber ayuda a esas organizaciones; además, aclaró que “los maestros no son corruptos, son gente buena, trabajadora, honesta”.

En conferencia en Palacio Nacional, el mandatario señaló que quienes defienden y promueven la idea del regreso de los sindicatos para el reparto de plazas son los adversarios que defienden la Reforma Educativa que impulsó el gobierno de su antecesor Enrique Peña Nieto.

“Eso es lo que sostienen la que defienden la mal llamada reforma Educativa que es el regreso de la venta de plazas, y no es así. No hay riesgo de que el sindicato meta mano en el reparto de plazas porque se ajustará a lo que se va a aprobar en las leyes, porque faltan las leyes secundarias”, aseguró.

Ayer en la Cámara de Diputados fue aprobada, en lo general, la nueva Reforma Educativa con 381 votos a favor, 79 en contra y dos abstenciones.

Entre los cambios está que la admisión, promoción y reconocimiento del personal docente o directivo será a través de procesos que se definirán en leyes secundarias, para las cuales participará el magisterio disidente en su diseño.

Además, el control administrativo docente regresará a los gobiernos estatales; no obstante, mantiene federalizado el pago de nómina.
López Obrador celebró el avance en la aprobación de la nueva reforma constitucional y reconoció a los diputados por el respaldo a ésta, ya que consideró que la reforma anterior “no tuvo nada bueno” ni avances, sólo “afectar la dignidad de los maestros”.

Aclaró que al ser aprobado todo el proyecto educativo el tráfico y venta de plazas por parte del magisterio disidente ya no existirá ni el apoyo a un grupo del magisterio.

Excelsior

México

Senado aprueba Ley General de Aguas en medio de acalorado debate y críticas de oposición

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El Senado mexicano aprobó este jueves, con 85 votos a favor y 36 en contra, el proyecto de decreto que expide la Ley General de Aguas y reforma diversas disposiciones de la Ley de Aguas Nacionales, en un contexto de creciente presión sobre los recursos hídricos del país por sequías, conflictos por concesiones, crecimiento urbano y alta demanda del sector agrícola.
La minuta fue remitida al Senado por la Cámara de Diputados, que la aprobó tras 24 horas de acaloradas discusiones. La iniciativa deriva de una propuesta de la presidenta Claudia Sheinbaum para regular el derecho humano al acceso, disposición y saneamiento del agua, así como priorizar su consumo humano y doméstico ante autorizaciones, permisos, concesiones y asignaciones del recurso.
El senador Óscar Cantón Zetina, de Morena, aseguró que el centro de este proyecto es la persona y no los grandes acaparadores de agua, pues se crea un trinomio virtuoso entre tierra, agua y gente. Afirmó que la legislación es la mayor aliada de los productores y campesinos de México, ya que elimina la visión mercantilista del agua y la regresa a su dueño legítimo, que es el pueblo de México.
La senadora del PAN, Verónica Rodríguez, señaló que esta reforma convierte el agua en un instrumento de manipulación política y electoral. Apuntó que le da al gobierno federal la posibilidad de decidir de manera discrecional quién mantiene su concesión, quién la pierde, a quién le reducen volúmenes de agua y a quién sí le permiten operar, lo que demuestra que es peligroso para la democracia, el campo, la seguridad alimentaria y las familias.
Carolina Viggiano, del PRI, advirtió que el proyecto no contó con estudios económicos ni presupuestales, no cuenta con análisis de impacto financiero y tampoco se asegura inversión para la infraestructura, operación ni vigilancia de los sistemas de agua. Además, señaló que no se consultó a los pueblos originarios.
Luis Donaldo Colosio, de Movimiento Ciudadano, indicó que los cambios abren la puerta a más control gubernamental sin contrapesos reales, a más trámites y a más incertidumbres para el campo mexicano. Afirmó que se concentran atribuciones en la Comisión Nacional del Agua sin reglas claras, crece el riesgo de arbitrariedad, corrupción, favoritismos y castigo político, además de que se crea incertidumbre en la asignación de derechos y volúmenes, lo que desincentiva la inversión, la tecnificación y frena proyectos.
La nueva Ley General de Aguas establece que las concesiones para el uso del vital líquido no podrán ser intercambiadas entre particulares, con la obligatoriedad de que sea la Conagua la que las distribuya de nuevo.
La discusión y aprobación en las Cámaras de Diputados y Senadores ocurre en un contexto donde el sector agrícola consume cerca del 75 por ciento del agua disponible para consumo en el país.

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