No sirve de consuelo tras la derrota sufrida en la final de la Copa América frente a Chile, pero el subcampeonato en el torneo sudamericano sirvió para que la Albiceleste ascendiera hasta el primer puesto de la clasificación de la FIFA.
Es la primera vez que Argentina, que destronó a Alemania, ocupa la cima del fútbol desde 2007.
Chile aprovechó la conquista del primer título de su historia para ascender ocho puestos hasta el lugar número 11, mientras que Perú y Paraguay, semifinalistas, subieron 15 y 29 puestos respectivamente hasta ubicarse como 46ª y 56ª el mundo.
Venezuela, 45ª, y Bolivia, 66ª, también registraron importantes ascensos.
Novedades
Entre las mayores novedades de la clasificación está la presencia de Gales entre los diez primeros del planeta por primera vez en su historia.
Gareth Bale es la gran figura de Gales.
El conjunto liderado por Gareth Bale está a un paso de clasificar por primera vez a la fase final de una Eurocopa, que sería su primer gran evento desde que participó en el Mundial de Suecia en 1958.
Uruguay, por su parte, cayó cinco puestos hasta el lugar número 13.
En cuanto a los países que están participando en la Copa de Oro de la Concacaf, Estados Unidos recuperó la supremacía regional por encima de México y Costa Rica, aunque los tres países registraron importantes descensos en la clasificación general.
Mientras los dirigidos por Jürgen Klinsmann bajaron siete puestos hasta el 34, México descendió 17 lugares hasta el 40, uno por encima de la selección tica que cayó 27 lugares.
Chile está en el lugar número 11, la mejor clasificación de su historia.
Estas clasificaciones sufrirán importantes variaciones en la próxima clasificación que publicará la FIFA en agosto, una vez que termine el torneo que se está disputando entre Estados Unidos y Canadá.
Anthony Joshua dejó en claro la diferencia entre un excampeón mundial y una celebridad convertida en boxeador. El británico venció por nocaut técnico a Jake Paul en el sexto asalto de un combate de peso completo celebrado la noche del viernes en Miami, una pelea que desde su anuncio generó polémica por el contraste de experiencia, tamaño y trayectoria entre ambos contendientes.
El enfrentamiento, pactado a ocho rounds profesionales, despertó críticas por los riesgos que implicaba para Paul, quien llegó con marca de 12 triunfos y una derrota frente a Joshua, dos veces campeón del mundo y con récord de 28 victorias y cuatro caídas. Sin embargo, contra la mayoría de los pronósticos, el estadounidense resistió más de lo esperado y logró extender la contienda hasta bien entrada la segunda mitad.
Desde el inicio, Paul optó por el movimiento constante y el amarre, una estrategia evidente para consumir tiempo y evitar los golpes de poder del británico. Joshua, por momentos impreciso y visiblemente frustrado, tardó en encontrar su distancia, aunque poco a poco fue imponiendo su físico y su alcance.
En el quinto episodio llegaron los primeros momentos realmente críticos para Paul. Joshua conectó combinaciones más limpias, provocó dos caídas y estuvo cerca de finalizar el combate, aunque su rival logró sobrevivir con esfuerzo y algo de teatralidad, incluso recurriendo a gestos provocadores hacia el británico.
El desenlace llegó en el sexto round. Joshua salió decidido, conectó una derecha contundente que envió a Paul a la lona y, tras reincorporarse en evidente mal estado, el estadounidense recibió un uppercut y una nueva derecha al mentón que obligaron al réferi a detener la pelea. Paul terminó con el labio inferior partido, pero consciente y sonriente, reconociendo el cierre inevitable.
Más allá del resultado, el combate dejó sensaciones encontradas. Para Joshua, la victoria confirmó su superioridad sin que el análisis técnico vaya mucho más allá. Para Paul, haber llegado al sexto asalto frente a un peso completo de élite fue visto por algunos como una muestra de valentía y por otros como una peligrosa puesta en escena.
El debate sobre este tipo de cruces seguirá abierto, pero en el ring no hubo discusión. La experiencia y el poder de Anthony Joshua marcaron el final.