Isabel II era mundialmente conocida como la reina de Inglaterra, pero lo cierto es que su corona -que ahora ha heredado su hijo, el rey Carlos III- abarcaba muchos otros territorios.
Y es que la fallecida monarca reinaba en otros 14 países y, además encabezaba la Mancomunidad de Naciones o Commonwealth, una organización de Estados soberanos que cuenta con 56 miembros procedentes de todo el mundo, entre los cuales se incluye Reino Unido.
El nuevo rey de Inglaterra, Carlos III, asumió el rol de jefe de esta mancomunidad tras la muerte de Isabel II. Sin embargo, este no es un cargo hereditario y su designación es fruto de una decisión que tomaron los jefes de gobierno de estos países durante una cumbre realizada en 2018.
Pese a conservar el papel de su madre al frente de la Commonwealth, no está claro que en el futuro Carlos III pueda seguir siendo monarca de varios de los Estados sobre los que reinaba Isabel II, pues algunos de ellos han insinuado o anunciado su interés en convertirse en repúblicas.
La semana pasada, poco después de la proclamación de Carlos III como rey, el primer ministro de Antigua y Barbuda, Gaston Browne, anunció su intención de convocar un referendo en los próximos tres años para hacer una transición hacia un sistema puramente republicano.
El gobierno de Jamaica tiene planes y un calendario similar. En marzo pasado, el primer ministro Andrew Holness, informó de sus intenciones al príncipe William y a su esposa Kate, quienes se encontraban de visita oficial en el país caribeño.
El actual primer ministro de Australia, Anthony Albanese, también ha dicho que quiere convocar un referendo para convertir a su país en una república, pero ha dejado claro que no piensa hacerlo durante su primer periodo en el cargo, que concluye en 2025.
En el caso de Nueva Zelanda, la primera ministra, Jacinda Ardern, ha dicho que respalda la transición de su país hacia una república, pero tras la muerte de Isabel II aclaró que no impulsará ese cambio durante su gobierno.
El último país sobre el que reinaba Isabel II que decidió convertirse en una república fue Barbados, en noviembre de 2021. Su entonces heredero, el actual rey Carlos III, acudió a la ceremonia en la que se certificó el cambio al país como representante de la monarca.
Un reinado extenso
Los territorios en los que reinaba Isabel II y donde ahora lo hace su hijo abarcan los más de 15.000 kilómetros que separan el palacio de Buckingham en Londres de la pequeña isla de Tuvalu, el más remoto de los lugares bajo su reinado, en pleno océano Índico.
¿La razón? Pese a que la mayor parte de los territorios y colonias bajo dominio británico lograron su independencia durante el período de descolonización de las décadas posteriores a la Segunda Guerra Mundial, muchos de estos se convirtieron en monarquías constitucionales y mantuvieron a Isabel II como su reina y jefa.
Varios se encuentran en el continente americano.
La mayor parte son islas del mar Caribe, aunque la lista incluye al segundo estado más extenso del planeta y más grande de América: Canadá.
Los demás son: Antigua y Barbuda, Bahamas, Belice, Granada, Jamaica, San Cristóbal y Nieves, Santa Lucía, y San Vicentey las Granadinas.
Fuera del continente americano y de Reino Unido, los países en los que reina Carlos III son Australia, Nueva Zelanda, Tuvalu, Islas Salomón y Papua Nueva Guinea.
Colonias y territorios
A los estados mencionados hay que sumar los llamados «territorios británicos de ultramar», que son un conjunto de colonias y territorios que no se independizaron.
En el hemisferio occidental, esta lista incluye a las islas Malvinas/Falklands, así como a Anguila, Bermudas, Islas Vírgenes Británicas, Islas Caimán, Montserrat; y las Islas Turcas y Caicos.
Por tratarse de monarquías constitucionales, el papel de Carlos III en aquellos países donde tiene el rol de jefe de Estado de es mayormente simbólico y representativo, y depende del sistema legal vigente aprobado por las autoridades de cada Estado.
Así, su reinado en estos lugares depende de la voluntad soberana de sus ciudadanos.
El Papa León XIV encabezó este 12 de diciembre la misa en honor a la Virgen de Guadalupe en la Basílica de San Pedro, en el Vaticano, donde elevó una oración para pedir su intercesión a favor de los jóvenes, a fin de que sean protegidos de las amenazas del crimen, las adicciones y una vida carente de sentido.
Durante su mensaje, el pontífice solicitó a la Virgen acompañar a las nuevas generaciones para que encuentren en Cristo la fortaleza necesaria para elegir el bien y mantenerse firmes en la fe, aun frente a presiones externas. En ese contexto, pidió que sean apartados de la violencia, las drogas y de caminos que los conduzcan a la pérdida de valores y propósito.
En su homilía, el líder de la Iglesia católica también exhortó a que la figura de la Virgen de Guadalupe inspire a las naciones a rechazar la división y la polarización. Señaló la importancia de no permitir que el odio, la mentira o el uso del poder como instrumento de dominio definan la historia de los pueblos.
Asimismo, destacó que la Virgen de Guadalupe ha sido, a lo largo del tiempo, un símbolo de consuelo, esperanza y unidad para el continente americano, subrayando su relevancia espiritual y cultural para millones de personas.
Como parte de las actividades realizadas en esta fecha, el Papa León XIV sostuvo una llamada telefónica con la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo. De acuerdo con la información difundida, la mandataria reiteró la invitación para que el pontífice realice una visita al país durante su pontificado.
El Papa ya había manifestado con anterioridad su interés en viajar a América Latina, incluyendo países como México, Perú, Uruguay y Argentina. En diversas ocasiones ha expresado también su deseo de acudir personalmente a la Basílica de Guadalupe. No obstante, precisó que su agenda actual aún no le permite definir una fecha concreta para una eventual visita.
La celebración concluyó sin que se anunciara un calendario oficial de viajes, mientras el Vaticano mantiene abiertas las posibilidades de futuras giras pastorales en la región.