Conecta con nosotros

Acontecer

Los parias; cuestión de honor por Juan Ramón Camacho

Published

on

Entre los seres humanos, las diferencias siempre importan, al grado que generan movimientos, procesos, luchas, cambios.  La historia de la humanidad es la historia de las desigualdades entre sus integrantes, la historia de los contrastes y los esfuerzos que no pocos hacen para que estos sean menos, pero también de los esfuerzos que otros tantos hacen para que las diferencias sean mayores.  Cada quien con su misión, y entre misiones deviene la historia, la nuestra, la de todos, aquí y allá.

Las sociedades, las corporaciones, las organizaciones son grupos, y este sentido son excluyentes, inevitablemente, ya que si no excluyeran, pues no serían grupos. Los grupos sociales, por definición, se cierran y marginan –adentro van unos (los iguales) y afuera quedan otros (los desiguales); la clasificación incluye y excluye, así debe ser.

Los iguales (privilegiados) necesitan de los desiguales (marginados) para justificarse como grupo,  como clase.  Los iguales son los privilegiados, cuyo privilegio mayor es haber sido incluidos en el grupo, en la clase.   Los marginados, sin haberlo siquiera pretendido, están fuera de la liga, y eso es lo que les hace comunes; no son ni parecidos a los de la clase, esto es, los iguales.

Esta sociedad, la nuestra, la contemporánea, la posmoderna –como le llaman los de un grupo que quiere marcar diferencias con otros-, es de desigualdades entre los individuos que la conforman, como de desigualdades lo han  sido las demás sociedades en nuestro proceso histórico.   Las desigualdades nos motivan, nos retan, nos inspiran; queremos tener como otros, conocer como otros, ser como otros.  Pero, también, las desigualdades pueden llegar a ofender, a indignar, a odiar.  Como sea, las desigualdades mueven la historia.

Hay gente de primera y hay gente de segunda, y la hay dentro y fuera tanto de casuchas como de palacios; y hay gente que se acomoda y gente que se incomoda ante esta diferencia, unos dentro del privilegio y otros fuera de él.  Estar dentro o fuera del grupo hace la diferencia; la diferencia nos hace estar dentro o fuera del grupo.  Así funciona esto.

Los parias nacen con la actitud de desprecio de los privilegiados, no con la aparición del grupo o la clase de los privilegiados.  El paria es producto de una moral, no del agrupamiento en sí que excluye tanto como incluye.  Los parias son producto de la denostación, de la discriminación y el desdén brindado por los de la clase.

No es lo mismo quedar excluidos del grupo y contar con la posibilidad de ingresar en él, que ser condenado a permanecer allí; en lo primero hallamos marginación superable y retadora, mientras que en lo segundo encontramos el rechazo, el repudio que da origen a los parias.  Esta es la negación del otro, del desigual, como potencial igual.

Los parias son fruto del repudio, del odio, de la intolerancia radical, desde la cual toda posibilidad de igualarse es aniquilada.  Nuestra sociedad no será mejor tanto en el sentido utópico de acabar con las exclusiones y desigualdades; más bien mejorará en el sentido de avanzar hacia oportunidades para todos los marginados de ser incluidos en la clase de los privilegiados.  Esta es una cuestión  moral, de respeto al otro y a su derecho a ingresar a la clase según sus méritos, en una incesante dinámica donde unos entran y otros salen; definitivamente, es cuestión de honor.

JRCR12-710x397

 

Clic para comentar

You must be logged in to post a comment Login

Leave a Reply

Acontecer

Marzo será el mes de las mujeres en el Estado de Chihuahua

Published

on

Las mujeres han sido clave en el desarrollo social, cultural, económico y político del Estado, pero continúan enfrentando desigualdad, discriminación y violencia que restringen el pleno ejercicio de sus derechos, por ello, el Congreso del Estado declaró el mes de marzo como “Mes de las Mujeres”, acto que representa una acción afirmativa que busca fortalecer la participación social e institucional en torno a los derechos humanos de las mujeres.

Fue la diputada Irlanda Márquez Nolasco presidente de la Comisión de Igualdad dio lectura al dictamen correspondiente, en el cual se detalla que la ONU ha establecido como objetivo número 5 de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible “Lograr la igualdad de género y empoderar a todas las mujeres y niñas”, por ello la necesidad de fortalecer las acciones necesarias.

El 8 de marzo de cada año, es reconocido a nivel mundial como el Día Internacional de la Mujer, fue en el año de 1975 establecido por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), como una fecha conmemorativa para reconocer su igualdad, justicia y participación plena en la sociedad, a esta conmemoración se unen las mujeres de todos los continentes; por ello, Chihuahua refuerza las acciones con la declaratoria, a fin de convertir al mes citado, en un periodo dedicado a acercar la historia, la cultura y las diversas realidades de las mujeres a la sociedad.

Es importante destacar que, la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, la CEDAW y la Convención de Belém do Pará; así como la Ley General para la Igualdad entre Mujeres y Hombres, la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, Ley de Igualdad entre Mujeres y Hombres del Estado de Chihuahua y la Ley Estatal del Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, establecen la responsabilidad del Estado para impulsar políticas públicas, acciones de capacitación y programas de sensibilización dirigidos a eliminar la violencia y garantizar la igualdad sustantiva.

Cabe destacar que la iniciativa que dio origen a esta declaratoria, fue presentada por la diputada América Aguilar Gil.

Continuar Leyendo
Publicidad
Publicidad
Publicidad

Más visto