El Papa Francisco dijo hoy que la experiencia de los Reyes Magos exhorta a todos a buscar el sentido de las cosas, a “mirar con pasión el gran misterio de la vida” y a evitar contentarse con la mediocridad.
Al mediodía de este miércoles, el pontífice se asomó a la ventana de su estudio personal en el Palacio Apostólico del Vaticano y bendijo a una multitud tras rezar con ellos la oración mariana del “Angelus”.
En sus palabras introductorias destacó que el relato de los Magos de Oriente que fueron a Belén para adorar al mesías demuestra que la Iglesia tiene un respiro universal, que todos los pueblos de la tierra pueden encontrar a Jesús y experimentar su amor misericordioso.
“La Iglesia, desde siempre, ha visto en ellos (los Reyes) la imagen de la humanidad entera, y con la celebración de la epifanía quiere casi guiar respetuosamente a cada hombre y a cada mujer de este mundo hacia el niño que nació para la salvación de todos”, explicó.
Recordó que Jesús primero se manifestó a los pastores, hombres humildes y despreciados entre los cuales estaba un malhechor, quienes acudieron a Belén no porque fuesen “particularmente buenos”, sino porque vigilaban de noche y, alzando los ojos al cielo, vieron un signo, escucharon su mensaje y lo siguieron.
Precisó que luego llegaron los Magos de tierras lejanas: escrutaban los cielos, vieron una nueva estrella, interpretaron el signo y se pusieron en camino. Por eso los pastores y los magos son muy distintos entre ellos porque una cosa los unía: el cielo.
“Los pastores y los magos nos enseñan que para encontrar a Jesús es necesario saber alzar la mirada al cielo, no para replegarse en sí mismos, sino para tener el corazón y la mente abiertos al horizonte de Dios, que siempre nos sorprende. Saber recibir sus mensajes, y responder con prontitud y generosidad”, indicó.
“La historia de los pastores enseña a no escandalizarse de la pequeñez y de la pobreza, sino a reconocer la grandeza en la humildad, a sabernos arrodillar ante ella”, apuntó.
Reuters