Martes 13 de julio. Policía Ministerial de Reynosa, Tamaulipas. El preso José Alfredo Hernández Campos, alias el Calamardo es rescatado por un comando de cuatro hombres fuertemente armados. Los sujetos, abordo de un vehículo blanco, irrumpen en los separos amenazando a trabajadores, custodios e incluso un niño.
Sus movimientos son seguros. En menos de un minuto, los hombres recorren con pasos rápidos las celdas hasta dar con su objetivo. Entonces, los sujetos le abren la puerta a uno de los principales generadores de violencia de Tamaulipas.
La grabación facilitada por las autoridades de Reynosa muestra el momento de la fuga del Calamardo, cabecilla criminal de la facción de Los Metros, del Cártel del Golfo.
Cincuenta y un días después de la fuga de José Alfredo Hernández Campos, este fue asesinado durante un enfrentamiento entre militares y sicarios.
1. Sujetos abordo de un vehículo blanco llegaron a las instalaciones de la Policía Ministerial de Reynosa, Tamps. 2. Con armas de grueso calibre someten a los trabajadores y custodios. 3. Recorren a pasos rápidos las celdas del lugar. 4. Encuentran a su líder y lo liberan
Las autoridades informaron que una disputa entre dos facciones del Cártel del Golfo fue el desencadenante de la ejecución. Según los detalles, un grupo de 100 hombres dirigido por el Calamardo, se encontraba peinando la zona de la Ribereña, pues días antes habían sido atacados por una célula de Los Ciclones —otra escisión del Cártel del Golfo encabezada por César Morfín Morfín, el Primito—.
El choque entre bandas criminales dejó varios muertos, por lo que el Ejército reforzó su presencia en la zona. Los sicarios, al percatarse de las acciones de los uniformados, iniciaron una refriega.
El cuerpo sin vida del Calamardo fue rescatado por miembros de Los Metros.
Alfredo Hernández Campos era considerado uno de los capos con más poder en la región. El pasado 13 de julio, sólo unas horas después de su detención en Reynosa, fue liberado por gatilleros que arribaron a las instalaciones de la Fiscalía General de Justicia de aquel municipio.
Los responsables de este acto, que portaban uniformes tácticos, armas de grueso calibre y se trasladaban en un vehículo, se dieron a la fuga en cuanto cumplieron con el rescate del sicario.
Usuarios en redes sociales reportaron diversos bloqueos en la carretera Ribereña, donde se encontraron neumáticos encendidos, robo de vehículos y poncha llantas para evitar la circulación.
En cuanto se dieron a conocer estas situaciones, elementos del Ejército mexicano, la Guardia Nacional (GN) y miembros del Grupo de Operaciones Especiales (Gopes) iniciaron un operativo de búsqueda para dar con los responsables y con el Calamardo.
El abatimiento del jefe de Los Metros es el acontecimiento de mayor calibre en la guerra desatada los últimos días. Ahora se sabe que la tregua que el Cártel del Golfo había anunciado entre sus facciones, se rompió. El pasado jueves, en las carreteras y principales avenidas del municipio Miguel Alemán, se registraron bloqueos con vehículos y camiones incendiados. Trascendió entonces, la versión de una disputa entre grupos criminales.
La ofensiva continuó con elementos de la SEDENA. Los hechos fueron reportados a través de Twitter por las personas que transitaban en los focos de tensión.
Una riña entre vecinos registrada en la colonia Alamedas, etapa V, derivó en detonaciones de arma de fuego que causaron daños materiales a una vivienda, sin que se reportaran personas lesionadas. El incidente ocurrió en un sector habitacional y generó la movilización de corporaciones de seguridad.
De acuerdo con la información preliminar, el altercado se presentó en el cruce de las calles Leandro Carreón y Elías L. Torres. Un conflicto inicial entre los involucrados escaló hasta un acto de violencia armada, cuando uno de los participantes se retiró del lugar a bordo de una bicicleta y regresó minutos después portando una pistola.
Al volver al sitio, el sujeto realizó al menos dos disparos contra la fachada del domicilio de la persona con la que había sostenido la riña. Los impactos ocasionaron daños materiales en el inmueble, mientras que los estruendos alertaron a vecinos del sector, quienes solicitaron la intervención de las autoridades.
Elementos de la Policía Municipal acudieron al lugar tras el reporte y, junto con personal de la fiscalía estatal, acordonaron la zona para llevar a cabo las diligencias correspondientes. En el sitio se realizaron las primeras investigaciones para documentar los hechos y recabar indicios relacionados con el uso del arma de fuego.
Pese a la gravedad del incidente, las autoridades informaron que no se registraron personas lesionadas. Tampoco se reportaron detenciones al momento de la intervención policial, por lo que las indagatorias continuaron para determinar la identidad del responsable y deslindar responsabilidades.
La situación fue controlada sin que se presentaran mayores riesgos para los habitantes del sector, mientras las autoridades mantuvieron presencia en la zona para garantizar la seguridad de los residentes y dar seguimiento al caso conforme a los protocolos establecidos.