El ex presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva recibió este jueves la primera visita de su familia desde que ingresó en prisión en la sede de la Policía Federal de Curitiba para cumplir la pena de 12 años de cárcel por corrupción, informaron fuentes oficiales.
Algunos hijos y nietos llegaron en auto a las puertas de uno de los accesos del recinto y entraron a pie para visitar al ex presidente, recluido desde el sábado pasado en una celda de 15 metros cuadrados, señalaron fuentes de la Policía Federal.
Con ellos estaba Cristiano Zanin Martins, uno de los abogados del ex jefe de Estado, que gobernó Brasil entre 2003 y 2010 y aún pretende presentarse a las elecciones presidenciales del próximo octubre.
Los presos en la sede policial de Curitiba solo pueden recibir visitas de sus familiares los miércoles, pero en este caso las autoridades decidieron trasladar al jueves la cita por «cuestiones de seguridad», indicaron las fuentes citadas.
Los familiares pueden llevar a los internos «ropas» y «algo de comer» previa fiscalización de los agentes de custodia que vigilan a la veintena de reclusos confinados en ese local, siete de ellos por el escándalo de corrupción destapado en la petrolera estatal Petrobras, por el que fue condenado el propio Lula.
El ex presidente ingresó en prisión en cumplimiento de la orden judicial dictada el pasado jueves por el juez federal Sérgio Moro, responsable de las investigaciones del caso Petrobras en primera instancia.
Desde entonces, la Policía Militarizada ha instalado un perímetro de seguridad de unos 100 metros a cada lado de la sede policial y solo permite el acceso a moradores de la zona, personal autorizado, periodistas y personas que tengan cita para realizar algún trámite burocrático.
En uno de los extremos del perímetro, más de 500 simpatizantes del líder del Partido de los Trabajadores (PT) han erigido el campamento «Lula Libre» con perspectivas de permanecer allí hasta que sea liberado su líder.
Moro condenó a Lula el año pasado a 9 años y 6 meses de prisión por corrupción pasiva y lavado de dinero tras dar por comprobado que el expresidente se benefició de las corruptelas en Petrobras por medio de la cesión de un lujoso apartamento en el litoral paulista.
Esa pena fue ratificada y ampliada en enero pasado hasta los 12 años y un mes de prisión por un tribunal de segunda instancia que determinó su ingreso en prisión una vez agotados todos los recursos en esa corte.
Lula, que encabeza todos los sondeos de cara a las elecciones del próximo octubre, acumula otros seis procesos penales abiertos en la Justicia, la mayoría por sospechas de corrupción.
Campos de detención: el terrible plan de Trump contra los migrantes
El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, volvió a encender las alarmas en el ámbito migratorio al adelantar un plan que, de concretarse, marcaría un giro radical en la política de deportaciones de Estados Unidos. Sus recientes declaraciones apuntan a la creación de un sistema masivo de detención y expulsión, respaldado por el ejército, lo que ya ha generado controversia entre expertos, activistas y políticos de todas las esferas.
Una emergencia nacional para deportaciones masivas
Trump, quien regresará a la Casa Blanca en 2025, reafirmó en la plataforma Truth Socialque su administración estaría preparada para declarar un estado de emergencia nacionalcon el objetivo de enfrentar lo que ha llamado «una invasión permitida por Joe Biden».
Esta declaración se suma a los comentarios de Tom Fitton, director de la organización conservadora Judicial Watch, quien sugirió que se utilizarían recursos militares para implementar un programa de expulsiones masivas. El expresidente respondió tajantemente: «¡Es verdad!».
El alcance de este plan incluye el despliegue de la Guardia Nacional y, si es necesario, tropas federales. «La Guardia Nacional debería ser capaz de encargarse de las deportaciones; si no, usaría el ejército», afirmó Trump en una entrevista con Time en abril.
Durante su presidencia, Trump endureció significativamente las políticas migratorias, pero sus nuevas propuestas revelan un nivel de agresividad sin precedentes. A esto se suma, la idea de establecer «campos de detención» en Texas, en donde se albergaría a los migrantes antes de ser deportados.
Texas ofrece tierras para la construcción de campos de detención masiva
La comisionada de la Oficina General de Tierras de Texas, Dawn Buckingham, ha propuesto una medida que podría convertirse en el primer paso hacia la creación de campos de detención en la frontera sur de Estados Unidos.
En una carta dirigida al presidente electo Donald Trump, Buckingham ofreció al gobierno 567 hectáreas de tierra ubicadas en el condado de Starr, cerca de Rio Grande City, para la construcción de instalacionesdestinadas a procesar, detener y deportar a migrantes de manera masiva.
Este terreno, que actualmente se utiliza para cultivos agrícolas como cebollas, canola y maíz, sería destinado a albergar campos de detención, una propuesta que ha generado gran controversia en medio del debate migratorio.
Buckingham destacó que la Oficina General de Tierras de Texas está lista para colaborar con el Departamento de Seguridad Nacional y otras agencias federales para hacer realidad este proyecto, el cual se alinea con los planes de Trump para reforzar las políticas de deportación y control fronterizo.
Sheinbaum reacciona a deportaciones masivas y campos de detención
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, expresó su desacuerdo con laspolíticas migratorias propuestas por Donald Trump, especialmente en relación con la posible deportación masiva de migrantes y la construcción de campos de detención en la frontera sur de Estados Unidos.
Durante su conferencia de prensa mañanera, Sheinbaum destacó que su gobierno no acepta que los migrantes sean tratados como criminales, subrayando que existen instituciones de justicia para abordar estos temas de manera adecuada.
«Primero, evidentemente no estamos de acuerdo en que se trate a los migrantes como criminales, para eso existen las instituciones de justicia en cualquier lugar del mundo», afirmó la mandataria, quien también enfatizó la relevancia de la contribución de los trabajadores mexicanos en Estados Unidos.
En este sentido, Sheinbaum detalló que su administración tiene cuantificados los beneficios que estos migrantes aportan al país vecino, tanto a nivel laboral como en términos de impuestos.
Como parte de las preparaciones para un posible cambio de administración en Estados Unidos, Sheinbaum informó que su gobierno trabaja en un plan para enfrentar la eventualidad de deportaciones, asegurando que, en caso de que se den, México está listo para recibir a los connacionales deportados.
«En caso de que hubiera deportaciones nosotros vamos a recibir a las y los mexicanos, tenemos un plan para ello, pero vamos a trabajar previo a ello que no tienen por qué deportarse a nuestros connacionales, que al contrario, benefician incluso la economía de Estados Unidos», añadió.
Además, la mandataria anunció que, en los próximos días, se celebrará una reunión con su gabinete para definir los temas clave que se tratarán con el equipo de Trump una vez que este asuma la presidencia, entre los que se incluyen la seguridad, el Tratado Comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), así como cuestiones culturales y de amistad bilateral.