Colectivos de madres que buscan a sus hijos desaparecidos localizaron siete fosas clandestinas, con un número indeterminado de restos humanos, en el estado de Veracruz, uno de los más golpeados por la violencia del crimen organizado.
Los hallazgos fueron efectuados en las últimas 24 horas, en inmediaciones de un terreno ubicado en la zona norte de la ciudad de Veracruz, donde opera un importante puerto de altura, informó este martes a la AFP Marcela Zurita Rosas, una de las participantes en estas brigadas de búsqueda.
«El lunes encontramos tres fosas con huesos y este martes se encontraron otras cuatro que son puntos positivos donde hay restos de personas que fueron asesinadas”, dijo Rosas, integrante del colectivo El Solecito que forman madres de Veracruz que se cansaron de esperar que las autoridades busquen a sus seres queridos.
El predio donde se realizó la búsqueda, en el que en 2015 se localizaron cinco cadáveres decapitados, permanece custodiado por la Policía Federal mientras que la Policía Científica se encarga de la cadena de custodia de los restos encontrados.
«La Policía Científica se está llevando los restos a la Ciudad de México, en donde serán analizados para que se determinen sus perfiles genéticos”, dijo Zurita al manifestar su esperanza de que se identifiquen los restos para que “muchas familias encuentren a sus hijos y les puedan dar sepultura”.
Esta mujer, que ha recibido capacitación en antropología forense y técnicas de búsqueda, busca a su hijo Dorian Javier Rivera Zurita, desaparecido en Córdoba, Veracruz, en octubre de 2012.
Según un policía que participa en la investigación, entre los restos, muchos de ellos en pedazos, se han encontrado al menos dos personas.
Estos trabajos se realizan en el marco del segundo periodo de la Brigada Nacional de Búsqueda y Localización, en el que participan distintos colectivos en diferentes estados del país.
La zona donde las madres realizan la búsqueda es escenario de disputas entre los cárteles de los Zetas y Jalisco Nueva Generación por el control de las rutas de las drogas y el robo de combustible.
Las fosas clandestinas para ocultar los restos de víctimas del crimen organizado se han multiplicado por todo México a la par de la ola de violencia que ha dejado más de 166 mil muertos y más de 27 mil desaparecidos en México desde diciembre 2006, según cifras oficiales del gobierno federal.
Las autoridades no detallan cuántos de estos crímenes están relacionados con el narcotráfico.
Uno de los casos que más indignación ha causado en Veracruz es la desaparición en enero pasado de cinco jóvenes, entre ellos una menor, que fueron detenidos por policías para luego ser entregados a narcotraficantes, quienes los habrían asesinado, incinerado y sus restos triturados en un molino.
Zócalo/AFP