La gasolina en Venezuela será puesta a precio internacional, anunció este lunes el presidente Nicolás Maduro como medida para combatir las pérdidas millonarias que asume su gobierno por la venta subsidiada del combustible.
Maduro dijo que prevé que con este plan en dos años se normalizará la economía, azotada por recesión e hiperinflación.
En función del mismo, a partir del 20 de agosto se suprimirán cinco ceros en la moneda nacional, con lo que circulará una nueva familia de billetes.
Los billetes actuales del bolívar fuerte coexistirán con el nuevo papel moneda del bolívar soberano: los primeros se utilizarán para el menudeo; y el bolívar soberano, para pagar las transacciones cotidianas mayores.
Maduro señaló que el bolívar soberano estará anclado a la criptomoneda Petro, que el Gobierno creó para eludir las sanciones financieras de Estados Unidos. Como contrapartida, Washington sancionó y prohibió hacer operaciones con ella.
“Se trata de desmontar todos los mecanismos instalados para destruir la economía venezolana y llevar al país a un estado de postración y a una intervención extranjera”, dijo en una reunión en la casa de Gobierno con funcionarios del área económica.
Maduro explicó que el cambio en el valor de la gasolina obedece a la necesidad de detener el contrabando hacia Colombia e islas del Caribe.
“Espero que en dos años hayamos resuelto la deformidad que se creó por muchos años: que la gasolina la regalábamos”, dijo y afirmó que las pérdidas de la nación por el combustible que se fuga a Colombia están estimadas en 18 mil millones de dólares al año. “Esa es una
anomalía muy grande y ya creé el sistema para evitarlo y aspiro que funcione”, agregó.
Al respecto, dijo que el Gobierno dará un subsidio directo a los choferes que se registraron en un censo nacional automotor, que finalizará el viernes, así como al transporte público. Agregó que el subsidio se otorgará a quienes posean el llamado carnet de la patria, un documento que emite el Gobierno para sus seguidores y beneficiarios de programas sociales.
“El que no atienda el llamado al censo automotor tendrá que pagar el combustible a precios internacionales”, advirtió.
El precio de la gasolina fue aumentado en 2016, cuando Maduro lo fijó en seis bolívares por litro. Desde entonces, no sufrió cambios y la depreciación del bolívar convirtió el precio en una cantidad ínfima, considerando que el dólar en el mercado paralelo se cotiza en cuatro millones de bolívares.