En Chihuahua el proceso electoral continúa. No sólo legalmente, tras la inexplicable aceptación de la impugnación del PRI a los resultados electorales, sino en toda su dimensión política, pues los ánimos se han caldeado todavía más que en la campaña misma, en la que los tricolores tomaron medidas con más tacto pues se sentían ganadores, mientras que ahora le están apostando a la táctica de “tierra quemada”, es decir, destruir un territorio o conquista antes de entregarla al enemigo.
Y es que mientras los reflectores se centraron en las puertas de palacio, el centenar de detenidos, los deslindes y si Duarte se va antes o acaba hasta octubre, los diputados del PRI tienen vía libre para maquinar en lo oscurito y dar el madrugazo con un nuevo endeudamiento que parece están cocinando, por 5,900 millones de pesos.
Así, el grupo del PRI encabezado por el aún gobernador obtiene un pequeño respiro pues se había acotado casi por completo su margen de maniobra. Con los recientes desmanes el gobernador electo deberá ser muy cuidadoso de convocar a otra manifestación o toma de oficinas pues habrá policías e infiltrados haciendo lo posible por que el asunto se descontrole y así achacarle a Corral cualquier conato de violencia. En esta ocasión ya comienzan a ser identificados quienes detonaron la violencia, y parece que se trata de policías encubiertos, personal de Gobernación bajo el mando de Enrique Pando y empleados de El Pasito, un nido de piratería y mercancía apócrifa que podría tener sus días contados.
Sin embargo, el que no está maniatado es Jaime García Chávez, de quien unos se deslindan pero también otros se le adhieren. Podría decirse que el militante de izquierda está en uno de sus mejores momentos políticos, y eso que su carrera ya es larga. Lejos de desanimarse, una segunda convocatoria pinta para tener más peso y mejor organización, y es muy probable que vuelva a alborotar a la raza, de nosotros se acuerdan.
Si bien las visiones de Corral y de García Chávez no concuerdan respecto a los motivos, la coyuntura o el tipo de propuesta, ambos le han apostado al respeto mutuo, broncos como se conocen, saben que jamás se someterá uno al otro, y mientras siguen trabajando juntos en el seguimiento a la denuncia contra el gobernador César Duarte por enriquecimiento ilícito, uso indebido del servicio público, peculado, entre otros, la cual viene robusta y dada la situación crítica del estado y del país en general, cada vez pinta más para proceder.
Corral ya sabía lo que venía y se curó en salud. Desde semanas anteriores a la manifestación se deslindó de ella, con lo cual mantuvo su institucionalidad como gobernador electo, y ayer ya noche envió un comunicado en video grabado por él mismo, muy sencillo, en el que explicó en corto su punto de vista en el cual destacó su apoyo a los inconformes detenidos a quienes se comprometió a acompañar, denunció la infiltración evidenciada con abundantes videos y fotografías, y reiteró su respeto a los derechos políticos de todos los ciudadanos y su ofensiva contra la corrupción y la impunidad.
Sin embargo, hubo un detalle que llamó la atención durante las protestas: varios medios, sobre todo un par de portales que se han visto generosamente beneficiados con millonarios convenios de publicidad otorgados por la administración estatal, estaban más que preparados con todo su personal y la mejor tecnología para cubrir los desmanes, sobre todo los aspectos más impactantes y violentos, a partir de lo cual captaron la atención de la ciudadanía y le dieron a la información un manejo sospechosamente coincidente con la línea de Palacio, repitiendo palabras clave como “vándalos”, “Oaxaca”, “violencia”, y otras parecidas, siempre vinculadas al gobernador entrante.
“Que no los abrume la mentira ni la andanada mediática, de eso vendrá mucho más, porque perderán sus privilegios y las carretadas de dinero que compraron el silencio frente al gobierno corrupto y corruptor que aún hace de las suyas en nuestro Estado”. Dicho de otra manera, se les acabó el chayote, ese que permitió que varios personajes pasaran de ser humildes reporteros a prósperos magnates de los medios, con propiedades de lujo en las zonas más exclusivas de la ciudad.
También remató con un guiño a los priístas ofendidos con Duarte, que no son pocos, a quienes ya les había coqueteado pero ahora los invitó directo al baile: “no confundamos al PRI duartista, del priismo en general. En el priismo chihuahuense militan miles de hombres y mujeres de buena voluntad que quieren a Chihuahua y no están de acuerdo con lo que hace Duarte. Ojalá pronto recuperen a su partido, como nosotros lo hemos con Chihuahua”.
Y ese sector del priísmo del que habla Corral tuvo una buena nueva, pues el recurso de inconformidad promovido por Xóchitl Reyes Castro, aliada del gobernador, ante el Tribunal del Poder Judicial de la Federación, fue bateado ya no una, sino dos veces, con lo cual Víctor Valencia de los Santos tiene casi amarrada su pluri y probablemente la coordinación de la paupérrima pero relevante bancada del PRI en el Congreso, que por primera vez tendrá que ocupar una parte minoritaria del edificio.
Si bien el PAN cuenta son suficientes diputados para mayoritear al PRI cada vez que se le pegue la gana, necesitará al mismo Valencia para reunir los dos tercios necesarios para reformas y acciones más relevantes, y fuera del Congreso también se sentirá el peso de este grupo contrario al gobernador, que poco a poco recupera posiciones y mantiene si no una alianza con el gobernador entrante, al menos un pacto de no agresión, su enemigo es otro, es Duarte.
Mientras, el gobernador mantiene su oficina, Palacio de Gobierno, y su residencia, la Casa de Gobierno, literalmente blindada con fuerzas de seguridad que ponen de nervios nada más de verlos. Ayer nada menos se reunió ahí, en la Casa de Gobierno, con los diputados de su partido y nada más con ellos, al parecer para delinear las estrategias para los meses que les quedan, y quizá para que el próximo lunes 27 de junio se suba sí o sí la propuesta de nuevo endeudamiento. También se dio línea para seguir con el mitote que se armó ayer en el Congreso, donde la bancada del PRI le echó montón y lodo a la del PAN, sobre todo a Rogelio Loya y Ana Gómez Licón.
Pero no son los únicos inconformes. También los policías municipales andan nerviosos por la entrada del Código Nacional de Procedimientos penales, que impondrá más atribuciones a los ‘azules’ para resguardar la escena del crímen y preservar evidencias que puedan ser clave en la resolución de delitos, principalmente de alto impacto como homicidios.
Ayer ya se entregaron los equipos a los primeros mil agentes, quienes recibieron su cinta amarilla, conos para identificar evidencias, cámaras fotográficas, lámparas, formatos, actas, manuales y una capacitación de 40 horas para que cualquier uniformado ya se sienta del CSI, la popular serie gringa de detectives.
Sin embargo del dicho al hecho hay mucho trecho, o mejor dicho mucha resistencia. Si bien los cambios rara vez son bienvenidos, ahora la relación entre municipales y judiciales podría tensarse aún más, no sólo por diferencias profesionales, sino porque la depuración es una labor que nunca termina y habrá intereses de todo tipo chocando.
Pero los más paniqueados son los taxistas quienes ven como Über ya llegó a Chihuahua y sin pedir ni opinión ni permiso comenzó a contratar personal y operar. Es por ello que los dirigentes de la CTM y la CROC no saben cómo enfrentar el problema. La coyuntura política no los beneficia en nada, si Duarte los veta casi casi los estaría promocionando, y si protestan serían de volada tachados de desestabilizadores y provocadores. Si tienen el mínimo de tacto e inteligencia dejarán de perder el tiempo en resistencias inútles y mejor se pondrán a modernizarse y competir, o bien pasarse de lleno a Über, donde hay comisión por servicio, pero no cuotas e imposiciones de líderes charros.