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‘Maradonosky’, ‘EvitaCovid’ o ‘Cristiputnik’: las redes estallan con propuestas para rebautizar la vacuna Sputnik V producida en Argentina

La confirmación de que Argentina será el primer país de América Latina en producir la vacuna rusa Sputnik V provocó una catarata de propuestas en redes sociales para rebautizarla con un nombre «nacional y popular», eslogan que remite al peronismo que representan el presidente Alberto Fernández y la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner.

El ganador de las sugerencias fue Diego Armando Maradona, el mejor futbolista de la historia argentina que falleció de manera inesperada en octubre pasado, a los 60 años de edad, y cuyo mito se acrecienta con el paso del tiempo.

Además de poner su nombre completo, las postulaciones para renombrar la Sputnik V incluyeron variaciones como «DAM 10», ya que ese fue el número que siempre usó en la Selección nacional; «DAM 1986», por el año en que ganó el Mundial en México; «D10S», como también se le identificaba; «Dalmagianinna», por los nombres de dos de sus hijas; o simplemente «Diegote», «La Diego», «Maradutnik», «Vacunadona» o «Maradonosky».

También se planteó un «Sputnik 10», porque ese número, en Argentina, siempre remitirá a Maradona. Y siguiendo en tono futbolero, se propuso «La albiceleste», como se suele denominar a la Selección de fútbol.

Otra referencia popular se centró en Fernández de Kirchner, el kirchnerismo y la relación con el gobierno ruso que encabeza Vladímir Putin. De ahí que algunos usuarios propusieran nombres como «Putin K«, «CFK Love«, «Sputnik K«, «Kristina», «La Peronista», «La Peronia», «Cristiputnik V» o «La Yegua», como suelen decirle los detractores a la vicepresidenta, a modo de insulto.

No faltó, por supuesto, el recuerdo a Eva Perón, ya que se propuso bautizar la vacuna como «Evita Covid» o de plano el clásico «Viva Perón».

El juego de letras es funcional a las derivaciones políticas, ya que la letra V, que ya viene incluida en el nombre de la Sputnik, es uno de los símbolos por excelencia del peronismo, al igual que el choripán, el clásico sándwich que forma parte de los asados y que se vende en las movilizaciones populares.

Si de comida se trata, un usuario inventó la «Milanevac», en alusión a la milanesa, plato nacional, mientras que otros optaron por mencionar a Natalia Oreiro, la artista uruguaya-argentina que es una ídola en Rusia. «La Oreiro», «Nasha Natasha» y «La Veneno» (nombre de una de sus canciones) fueron algunas de las propuestas para sustituir el nombre de la Sputnik.

Con menos adhesiones, en redes sociales se propusieron nombres como «Busqued», por el recientemente fallecido escritor Carlos Busqued; «La Vizzotti», por la ministra de Salud, Carla Vizzotti; «Piazzolnik», por el legendario músico Astor Piazzolla.

Algunos más apostaron por la ciencia y propusieron que la Sputnik V se llame como los premios Nobel argentinos de medicina Bernardo Houssey o César Milstein; el inventor y cardiocirujano René Favaloro o el primer ministro de Salud que hubo en el país, Ramón Carrillo.

Resto del mundo

Cofece multa a Walmart por prácticas monopólicas: la batalla legal apenas comienza

La Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) asestó un golpe histórico al multar a Walmart de México con 93.4 millones de pesos tras concluir una investigación que se extendió por más de cuatro años. La razón: prácticas monopólicas relativas, particularmente en el trato con sus distribuidores.

Según el dictamen de la Cofece, Walmart aprovechó su posición dominante en el mercado para imponer condiciones desfavorables a los proveedores, afectando la competencia en el sector. Aunque no se han revelado todos los detalles de las “contribuciones” impuestas a los distribuidores, el veredicto destaca cómo estas prácticas distorsionan el acceso al mercado y perjudican a competidores más pequeños.

En respuesta, Walmart no tardó en reaccionar. La empresa anunció que impugnará la decisión y enfatizó su compromiso con el cumplimiento de las leyes mexicanas. En su comunicación oficial, destacó que la sanción carece de fundamento y que está basada en interpretaciones erróneas. Este movimiento era predecible: para una empresa de este tamaño, 93 millones de pesos no solo representan una cifra considerable, sino también una amenaza a su reputación.

Por otro lado, la Cofece también se juega mucho. Este caso es una muestra clara de su intención de reforzar la vigilancia sobre los gigantes corporativos. Sin embargo, una batalla legal prolongada podría poner a prueba su capacidad de defender sus resoluciones en tribunales.

Más allá de la multa, el caso de Walmart pone el reflector sobre una problemática común en el comercio minorista: el desbalance de poder entre grandes cadenas y pequeños distribuidores. Si bien el desenlace de este litigio aún está por definirse, el mensaje es claro: los días de actuar sin consecuencias podrían estar contados. La industria y los consumidores estarán atentos a cada movimiento en esta batalla judicial.

 

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