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México

‘Marichuy’ está fuera de peligro tras accidente en Baja California Sur: CNI

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María de Jesús Patricio Martínez, aspirante a una candidatura independiente a la presidencia de la República, «tuvo fractura de brazo e inflamación de la cabeza encontrándose estable», reporta está madrugada, el Congreso Nacional Indígena (CNI) en sus redes sociales.

Los integrantes de la caravana del Consejo Indígena de Gobierno (CIG) y redes de apoyo sudcalifornianas que viajaban en un vehículo que sufrió una volcadura en la carretera Federal número 1, entre San Ignacio y Vizcaino, a la altura del municipio de Mulegé en Baja California Sur, fueron atendidos en el Hospital 5 del Instituto Mexicano del Seguro Social de Guerrero Negro, precisa el organismo en un comunicado emitido poco después de la medianoche donde agrega que «en este momento se trasladan en dos helicópteros de la Fuerza Armada Mexicana, con destino al Hospital de Salvatierra en la ciudad de La Paz».
El concejal del pueblo cochimi, Francisco Grado, informa el CNI, «se encuentra grave con fractura torácica, de pelvis y lesiones craneoencefálicas».

La concejala kumiai, Lucero Yslava Meza, presenta contusiones, lo mismo que Juana Villa Poblano, delegada comichi del CNI. Carlos González y Oscar Espino de la coordinación del Consejo Indígena de Gobierno presentan lesiones leves.

Del grupo de apoyo al CNI, CIG y su vocera de Baja California Sur viajaban en la camioneta accidentada Lorena Moreno Gómez, quien resultó con contusiones y Ramona Avilés Aviña, quién presenta múltiples fracturas.

Antonio Diego Fernández Rosada de la Red Sudcaliforniana de Apoyo al CIG y quien conducía la camioneta resultó con lesiones leves.

El CNI confirma que Eloísa Vega Castro, de la Red Sudcaliforniana de Apoyo al CIG, perdió la vida en el accidente.

Por lo anterior, anuncia el Congreso Naciona Indígena, «nuestra compañera y vocera Marichuy suspende el recorrido que se tenía agendado».

México

Senado aprueba Ley General de Aguas en medio de acalorado debate y críticas de oposición

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El Senado mexicano aprobó este jueves, con 85 votos a favor y 36 en contra, el proyecto de decreto que expide la Ley General de Aguas y reforma diversas disposiciones de la Ley de Aguas Nacionales, en un contexto de creciente presión sobre los recursos hídricos del país por sequías, conflictos por concesiones, crecimiento urbano y alta demanda del sector agrícola.
La minuta fue remitida al Senado por la Cámara de Diputados, que la aprobó tras 24 horas de acaloradas discusiones. La iniciativa deriva de una propuesta de la presidenta Claudia Sheinbaum para regular el derecho humano al acceso, disposición y saneamiento del agua, así como priorizar su consumo humano y doméstico ante autorizaciones, permisos, concesiones y asignaciones del recurso.
El senador Óscar Cantón Zetina, de Morena, aseguró que el centro de este proyecto es la persona y no los grandes acaparadores de agua, pues se crea un trinomio virtuoso entre tierra, agua y gente. Afirmó que la legislación es la mayor aliada de los productores y campesinos de México, ya que elimina la visión mercantilista del agua y la regresa a su dueño legítimo, que es el pueblo de México.
La senadora del PAN, Verónica Rodríguez, señaló que esta reforma convierte el agua en un instrumento de manipulación política y electoral. Apuntó que le da al gobierno federal la posibilidad de decidir de manera discrecional quién mantiene su concesión, quién la pierde, a quién le reducen volúmenes de agua y a quién sí le permiten operar, lo que demuestra que es peligroso para la democracia, el campo, la seguridad alimentaria y las familias.
Carolina Viggiano, del PRI, advirtió que el proyecto no contó con estudios económicos ni presupuestales, no cuenta con análisis de impacto financiero y tampoco se asegura inversión para la infraestructura, operación ni vigilancia de los sistemas de agua. Además, señaló que no se consultó a los pueblos originarios.
Luis Donaldo Colosio, de Movimiento Ciudadano, indicó que los cambios abren la puerta a más control gubernamental sin contrapesos reales, a más trámites y a más incertidumbres para el campo mexicano. Afirmó que se concentran atribuciones en la Comisión Nacional del Agua sin reglas claras, crece el riesgo de arbitrariedad, corrupción, favoritismos y castigo político, además de que se crea incertidumbre en la asignación de derechos y volúmenes, lo que desincentiva la inversión, la tecnificación y frena proyectos.
La nueva Ley General de Aguas establece que las concesiones para el uso del vital líquido no podrán ser intercambiadas entre particulares, con la obligatoriedad de que sea la Conagua la que las distribuya de nuevo.
La discusión y aprobación en las Cámaras de Diputados y Senadores ocurre en un contexto donde el sector agrícola consume cerca del 75 por ciento del agua disponible para consumo en el país.

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