El Gobierno de México ha descubierto 2,187 monumentos históricos en la construcción de los primeros dos tramos del Tren Maya, informó este sábado 10 de octubre Rogelio Jiménez Pons, director general del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur).
“Se sumarán al acervo histórico y cultural del país, no solo ninguno de ellos está en riesgo, sino que su descubrimiento asegura su resguardo y abre una puerta al acceso del conocimiento ante nuestro patrimonio”, indicó el titular de Fonatur, encargado del Tren Maya, al supervisar la obra en Campeche, en el sureste del país.
Por su parte el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien dio el banderazo de arranque de obras en junio, realizó una gira este fin de semana para supervisar la construcción del Tren Maya porque ha argumentado que debe estar listo para 2023, dijo la agencia EFE.
Ambientalistas y defensores del patrimonio han cuestionado el proyecto, que tendrá una inversión total estimada de 5,000 millones de dólares para 1,460 kilómetros de extensión en los cinco estados del sureste: Tabasco, Campeche, Yucatán, Chiapas y Quintana Roo.
“El Tren Maya será responsable ambientalmente porque instalaremos mecanismos para prevenir, reparar y compensar los impactos sobre el medio ambiente. Fomentaremos un modelo de movilidad sustentable que compensará las emisiones contaminantes de los vehículos”, argumentó Jiménez Pons.
La agencia EFE recordó que los nuevos monumentos históricos se suman a los 1,773 sitios arqueológicos detectados en el área de influencia de la obra por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
La mayoría de estos se localizan en Yucatán (649), Campeche (481) y Tabasco (295), aunque también había en Quintana Roo y Chiapas (142 cada uno). Se trata de pequeños caseríos mayas, estructuras más relevantes, y desechos de cerámica.
El ferrocarril pasará por 50 zonas arqueológicas abiertas al público, 10 museos, dos zonas de monumentos históricos, cinco monumentos inscritos como patrimonio mundial, 42 cenotes, y otros vestigios como haciendas y antiguas estaciones.
La obra también ha recibido críticas por las afectaciones a los pueblos indígenas de la zona. “No habrá ningún acto autoritario ni desplazamiento forzoso, es muy importante recalcar que el proyecto se llevará a cabo con estricto apego a los derechos humanos”, aseveró el titular de Fonatur.
No obstante EFE señaló que hay expertos que aseguran que las obras del Tren Maya no sólo pondrían en peligro los vestigios que ya formaban parte del Registro Público, sino también, otros muchos desconocidos que aún permanecen bajo tierra.
El presidente López Obrador reiteró que el tren es clave para reactivar la economía tras la crisis de coronavirus (COVID-19), que provocó una contracción histórica anual de 18,7 % del PIB en el segundo trimestre del año y la desaparición de cerca de 1 millón de empleos formales.
Además, el líder izquierdista, nacido en Tabasco, reiteró que el proyecto saldará la deuda histórica que México tiene con el sureste porque “resaltará y exhaltará” su riqueza patrimonial. “No creo que en el mundo haya una región con tanto potencial histórico, cultural, arqueológico como la región del sureste, no hay en ninguna parte sitios arqueológicos (como estos)”, expresó.
El Tren Maya es una de las obras más importantes para la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador y a pesar de las problemáticas relacionadas con amparos en contra de su construcción o licitaciones desiertas, Rogelio Jiménez Pons, titular de Fonatur, refrendó el compromiso de que el proyecto se entregue en 2023 e inicie a operar en 2024.
Fuente: Infobae