La polémica en torno a la participación de Bad Bunny en el espectáculo de medio tiempo del Super Bowl 2026 sigue creciendo. Una petición en la plataforma Change.org, que ya supera las 50 mil firmas, solicita a la NFL y a los organizadores del show —Roc Nation— sustituir al artista puertorriqueño por el ícono de la música country George Strait.
La iniciativa, promovida por un usuario bajo el nombre de “Kar Shell”, argumenta que los espectáculos recientes “se han inclinado demasiado hacia el pop moderno y artistas internacionales”, y que el evento debería “recordar las raíces que dieron forma a la música estadounidense”. En el texto, se califica a Strait como un músico que “encarna el corazón y el alma de la música americana” y cuya obra “trasciende generaciones con canciones atemporales que resuenan en un público diverso”.
El debate se intensificó después de que políticos cercanos a Donald Trump manifestaran su descontento por la elección de Bad Bunny como estrella principal del evento. En respuesta, el intérprete de “Tití Me Preguntó” ironizó diciendo que los estadounidenses angloparlantes tienen “cuatro meses para aprender español”.
El artista boricua, cuyo nombre real es Benito Antonio Martínez Ocasio, ha construido una carrera global fusionando reguetón, trap latino, rap y merengue, convirtiéndose en uno de los músicos más escuchados del mundo y acumulando cerca de 50 millones de seguidores en Instagram. Por contraste, George Strait —con más de cuatro décadas de trayectoria y numerosos éxitos número uno— mantiene una presencia más discreta, con poco más de dos millones de seguidores y sin grandes lanzamientos recientes.
La petición sostiene que el show de medio tiempo “debe unir al país, honrar la cultura estadounidense y mantener un tono familiar, sin convertirse en un acto político”. Según su autor, Bad Bunny “no representa esos valores”, aludiendo a su estilo irreverente y sus presentaciones con elementos de drag.
El secretario de Seguridad Nacional, Kristi Noem, fue uno de los primeros funcionarios en arremeter contra el cantante, incluso bromeando con enviar agentes de migración al evento. Sin embargo, Bad Bunny —estadounidense por nacimiento, al ser Puerto Rico un territorio no incorporado de EE.UU.— ha señalado en entrevistas que evita ciertas ciudades por temor a incidentes con autoridades migratorias.
A pesar de la controversia, figuras como Jennifer Lopez han salido en su defensa. La cantante, quien compartió el escenario con él en el Super Bowl de 2020, aseguró que “la música y el arte trascienden el idioma” y que Bad Bunny “lo ha demostrado más que nadie de su generación”.
Con el espectáculo del año pasado alcanzando más de 127 millones de espectadores, parece poco probable que una petición, por más numerosa que sea, logre cambiar los planes ya establecidos para el próximo Super Bowl.