Más de 80 personas murieron, la mayoría mujeres y niños, y cerca de mil fueron afectados por un ataque químico sobre la ciudad de Duma, último bastión rebelde en la región de Ghouta Oriental, en las afueras de Damasco, atribuido al régimen sirio, informaron hoy activistas y socorristas.
La Defensa Civil Siria, conocida como los Cascos Blancos, denunció en Twitter que un helicóptero del Ejército sirio lanzó la víspera un barril que contenía gas sarín y gas cloro sobre Duma, donde decenas de familias fallecieron asfixiadas en sus refugios.
Los Cascos Blancos, socorristas voluntarios que operan en las zonas rebeldes de Siria, así como otros grupos vinculados a la oposición al régimen sirio publicaron en redes sociales imágenes de decenas de cadáveres apilados y cientos de personas con síntomas de intoxicación por la inhalación de gases.
El Centro de Medios de Ghouta, cercano a la oposición, aseguró que más de 75 personas murieron y unas mil sufrieron los efectos del ataque químico, que ocurrió en torno a las 21:00 horas locales del sábado, cuando un helicóptero sirio arrojó un barril con gas sarín, un agente nervioso tóxico.
El régimen sirio negó cualquier responsabilidad de sus fuerzas en los hechos y aseguró que las denuncias del uso de sustancias químicas en Douma son “fabricadas” por los terroristas, en un intento por impedir el progreso del Ejército, que el sábado comenzó una ofensiva contra los rebeldes en esa ciudad.
Según la agencia siria de noticias SANA, las acusaciones han sido inventadas por los rebeldes del grupo Jasih al-Islam, que están a punto de “derrumbarse”, con el fin de obstruir los avances de las tropas gubernamentales sirias.
Por su parte, Rusia aseguró que las denuncias de que las fuerzas sirias lanzaron anoche el ataque químico sobre Douma son un nuevo intento de justificar una intervención militar en Siria.
“El objetivo de estas falsas conjeturas, totalmente infundadas, es proteger a los terroristas y a la oposición radical, intransigente, que rechaza una solución política y, al mismo tiempo, intentar justificar posibles ataques militares desde el exterior”, informó la cancillería rusa en un comunicado difundido por la agencia Sputnik.
Advirtió que “una posible intervención militar bajo pretextos inventados y fabricados en Siria, donde se encuentran militares rusos a petición del gobierno legítimo sirio, es absolutamente inaceptable y puede acarrear las consecuencias más graves”.
Rusia considera que las denuncias son un nuevo caso de “desinformación” y recordó que a mediados de marzo pasado había asegurado que disponía de pruebas irrefutables de que los grupos armados estaban preparando provocaciones en Siria con el uso de sustancias tóxicas para después acusar al régimen sirio.
La negativa de Rusia no convenció al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien acusó este domingo a Putin y a la Irán de “respaldar al animal de Bashar al Assad”.
Además de Estados Unidos, Turquía condenó de manera tajante el ataque químico sobre Douma, el cual dejó numerosas víctimas, además sospecha que fue obra del régimen de Al Assad, de cuyo empleo de armas químicas la comunidad internacional ya tiene constancia.
Las fuerzas del régimen sirio comenzaron el viernes pasado una ofensiva terrestre apoyada por fuego de artillería e incursiones aéreas en Douma, la última ciudad controlada por los rebeldes en Ghouta Oriental.
Campos de detención: el terrible plan de Trump contra los migrantes
El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, volvió a encender las alarmas en el ámbito migratorio al adelantar un plan que, de concretarse, marcaría un giro radical en la política de deportaciones de Estados Unidos. Sus recientes declaraciones apuntan a la creación de un sistema masivo de detención y expulsión, respaldado por el ejército, lo que ya ha generado controversia entre expertos, activistas y políticos de todas las esferas.
Una emergencia nacional para deportaciones masivas
Trump, quien regresará a la Casa Blanca en 2025, reafirmó en la plataforma Truth Socialque su administración estaría preparada para declarar un estado de emergencia nacionalcon el objetivo de enfrentar lo que ha llamado «una invasión permitida por Joe Biden».
Esta declaración se suma a los comentarios de Tom Fitton, director de la organización conservadora Judicial Watch, quien sugirió que se utilizarían recursos militares para implementar un programa de expulsiones masivas. El expresidente respondió tajantemente: «¡Es verdad!».
El alcance de este plan incluye el despliegue de la Guardia Nacional y, si es necesario, tropas federales. «La Guardia Nacional debería ser capaz de encargarse de las deportaciones; si no, usaría el ejército», afirmó Trump en una entrevista con Time en abril.
Durante su presidencia, Trump endureció significativamente las políticas migratorias, pero sus nuevas propuestas revelan un nivel de agresividad sin precedentes. A esto se suma, la idea de establecer «campos de detención» en Texas, en donde se albergaría a los migrantes antes de ser deportados.
Texas ofrece tierras para la construcción de campos de detención masiva
La comisionada de la Oficina General de Tierras de Texas, Dawn Buckingham, ha propuesto una medida que podría convertirse en el primer paso hacia la creación de campos de detención en la frontera sur de Estados Unidos.
En una carta dirigida al presidente electo Donald Trump, Buckingham ofreció al gobierno 567 hectáreas de tierra ubicadas en el condado de Starr, cerca de Rio Grande City, para la construcción de instalacionesdestinadas a procesar, detener y deportar a migrantes de manera masiva.
Este terreno, que actualmente se utiliza para cultivos agrícolas como cebollas, canola y maíz, sería destinado a albergar campos de detención, una propuesta que ha generado gran controversia en medio del debate migratorio.
Buckingham destacó que la Oficina General de Tierras de Texas está lista para colaborar con el Departamento de Seguridad Nacional y otras agencias federales para hacer realidad este proyecto, el cual se alinea con los planes de Trump para reforzar las políticas de deportación y control fronterizo.
Sheinbaum reacciona a deportaciones masivas y campos de detención
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, expresó su desacuerdo con laspolíticas migratorias propuestas por Donald Trump, especialmente en relación con la posible deportación masiva de migrantes y la construcción de campos de detención en la frontera sur de Estados Unidos.
Durante su conferencia de prensa mañanera, Sheinbaum destacó que su gobierno no acepta que los migrantes sean tratados como criminales, subrayando que existen instituciones de justicia para abordar estos temas de manera adecuada.
«Primero, evidentemente no estamos de acuerdo en que se trate a los migrantes como criminales, para eso existen las instituciones de justicia en cualquier lugar del mundo», afirmó la mandataria, quien también enfatizó la relevancia de la contribución de los trabajadores mexicanos en Estados Unidos.
En este sentido, Sheinbaum detalló que su administración tiene cuantificados los beneficios que estos migrantes aportan al país vecino, tanto a nivel laboral como en términos de impuestos.
Como parte de las preparaciones para un posible cambio de administración en Estados Unidos, Sheinbaum informó que su gobierno trabaja en un plan para enfrentar la eventualidad de deportaciones, asegurando que, en caso de que se den, México está listo para recibir a los connacionales deportados.
«En caso de que hubiera deportaciones nosotros vamos a recibir a las y los mexicanos, tenemos un plan para ello, pero vamos a trabajar previo a ello que no tienen por qué deportarse a nuestros connacionales, que al contrario, benefician incluso la economía de Estados Unidos», añadió.
Además, la mandataria anunció que, en los próximos días, se celebrará una reunión con su gabinete para definir los temas clave que se tratarán con el equipo de Trump una vez que este asuma la presidencia, entre los que se incluyen la seguridad, el Tratado Comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), así como cuestiones culturales y de amistad bilateral.