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Más de un millón de peregrinos visitan la Basílica de Guadalupe, pese a la pandemia

El Gobierno de la Ciudad de México dio a conocer que más de un millón de devotos acudieron a la Basílica de Guadalupe este sábado 11 de diciembre luego del cierre que ocurrió por la pandemia del coronavirus.

Claudia Sheinbaum, Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, destacó que el flujo de visitas es continuo y obligatorio el uso de cubrebocas.

Al interior del templo, los visitantes sólo podrán permanecer 10 minutos, y ningún peregrino podrá pernoctar en las inmediaciones. Las autoridades eclesiásticas pidieron a los visitantes que respeten dichas normas y los animaron a seguir a través de redes sociales las tres misas que se realizarán en la Basílica, ya que no estará permitido presenciarlas.

“Al corte de este sábado, más de un millón de peregrinos han acudido a la @INBGuadalupe. En tu visita, debes conocer la siguiente información: no se permite pernoctar, el flujo de la visita es continuo, usa cubrebocas, mañanitas y misa no serán en vivo”, escribió Sheinbaum en su cuenta de Twitter.

Además, la Alcaldía Gustavo A. Madero reportó la llegada de 1 millón 504 mil 378 peregrinos y se retiraron 404 toneladas de basura y desechos sólidos, desde el 1 de diciembre hasta el 11.

“#TuAlcaldíaGAM informa que del 1 de diciembre hasta esta noche, se registra la llegada de 1,504,378 peregrinos, y el retiro de 404 toneladas de basura y desechos sólidos. Bienvenido, Peregrino. #RegresaACasaSeguro”, explicó en Twitter.

Martí Batres, Secretario de Gobierno de la CdMx, informó que se habían dado alrededor de 600 servicios médicos sin reporte de ningún caso positivo por COVID-19; además, en conjunto con Francisco Chiguil, Alcalde de Gustavo A. Madero, se supervisó la zona con la participación de nueve mil integrantes del Gobierno, el Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas (ERUM) de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) y 5 mil 090 trabajadores de la Alcaldía.

Cabe destacar que se llevaron a cabo acciones de limpieza para mitigar los focos de infección por COVID-19 que pongan en riesgo la salud de los visitantes y la comunidad.

“Se calcula que ya ha llegado más de un millón de personas a la Basílica de Guadalupe. Todas han circulado y salido. Se han dado unos 600 servicios médicos. No se reporta ningún caso de Covid. Junto con el Alcalde @fchiguil supervisamos la situación en la zona”.

Para muchos, después de que en 2020 vivieran la tristeza de no poder visitar a la Virgen de Guadalupe, 10 minutos son suficientes y el esfuerzo de caminar o viajar en autobús desde más o menos lejos merece la pena.

“A pesar que todos pasamos problemas, venimos a pedir para que nos ayuden para salir de las dificultades. En cada pueblo viene la tradición de los abuelos, de los padres, ellos nos lo inculcan a nosotros”, afirmó Leoncio Barrales, un peregrino que caminó en un grupo desde San Andrés Cholula, un municipio del céntrico estado de Puebla, y quien se mostró emocionado de por fin haber llegado a las puertas del recinto.

Con él coincidió, Ana Rita Ruela, una mujer de 65 que desde hace 15 años acude desde el estado del occidental estado de Jalisco a representar la aparición de la Virgen de Guadalupe en el cerro del Tepeyac, que cumple este domingo 490 años.

La fe por la Virgen de Guadalupe surgió en México el 12 de diciembre de 1531, cuando la leyenda dice que esta virgen morena se le apareció al indígena Juan Diego, quien fue canonizado en 2002 por el Papa Juan Pablo II, en el Cerro del Tepeyac, a cuyos pies se ubica hoy la basílica.

“Tengo 15 años haciendo la representación de mi madre santísima de Guadalupe y soy un instrumento de su paz, yo soy consagrada a mi madre santísima. Se la hago a ella pero es para todos”, compartió con Efe momentos antes de arrancarse a cantar “La Guadalupana”, el himno por excelencia de esta celebración.

Ruela pidió por su familia y por su salud, ya que en 2018 tuvo varios infartos y, dice, la Virgen y el Niño Dios se le aparecieron en el quirófano mientras era intervenida para colocarle un marcapasos.

La mujer acudirá también el domingo, pero otros prefirieron acudir este sábado y retirarse de la zona antes de la noche, puesto que el Día de la Virgen las aglomeraciones se convierten en ocasiones en intransitables y, debido a las medidas relacionadas con la COVID-19, se prevén largas filas.

La mañana mañana del 11 de diciembre el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, dijo en una conferencia de prensa desde la norteña Tijuana que “el pueblo de México es guadalupano” y consideró a la Virgen de Guadalupe como uno de los principales símbolos del país.

Fuente: SinEmbargo

Opinión

Emilia Pérez: Una Mirada Cuestionada sobre México Por: Sigrid Moctezuma

En un mundo donde el cine es tanto un arte como una poderosa herramienta de representación cultural, las películas que abordan la identidad de un país llevan consigo una gran responsabilidad. Tal es el caso de Emilia Pérez, una cinta que, aunque prometía ser un relato innovador, ha generado un torrente de críticas por su visión estereotipada y su superficialidad al retratar la cultura nacional.

Descrita por sus creadores como un “narco-musical”, Emilia Pérez sorprendió al ganar cuatro Globos de Oro, lo que dejó en evidencia una desconexión entre las audiencias internacionales y la percepción mexicana. Mientras en el extranjero se celebra como un experimento cinematográfico audaz, aquí ha sido criticada por perpetuar clichés culturales que parecen sacados de una postal turística, ignorando las complejidades del México actual. Aunque su mezcla de comedia, drama y música despertó curiosidad inicial, para muchos terminó siendo un recordatorio de cómo los estereotipos siguen dominando la narrativa global.

Uno de los puntos de mayor desagrado ha sido la manera en que la película aborda temas sensibles como la identidad de género y la narcocultura. Si bien es positivo que estas cuestiones tengan espacio en la narrativa cinematográfica, en Emilia Pérez se sienten tratadas con una ligereza que no honra su trascendencia. Los personajes, en lugar de reflejar matices reales, se convierten en caricaturas que difícilmente conectan con el público.

Las críticas no solo vienen de los espectadores, sino también de sectores especializados en cine y cultura. Se ha señalado que la película parece diseñada para un público extranjero que consume el «México pintoresco», mientras ignora las voces y experiencias auténticas que definen al país. Lo que representa una oportunidad desperdiciada para proyectar un discurso que sea fiel a nuestra riqueza cultural y social.

Este fenómeno no es nuevo en el cine. Muchas producciones internacionales han intentado capturar supuestamente nuestra esencia, pero terminan cayendo en la trampa: el mariachi omnipresente, las cantinas llenas de tequila y la violencia gratuita. Emilia Pérez, desafortunadamente, parece sumar su nombre a esta lista.

No obstante, este tipo de reacciones también abre un espacio importante para la reflexión. La discusión que surge de estas películas pone sobre la mesa la necesidad de que seamos nosotros quienes contemos nuestras propias historias, desde múltiples perspectivas. Es imperativo que el relato cinematográfico internacional comience a escuchar más atentamente las voces locales y trabajen en colaboración para evitar simplificaciones que diluyan nuestra esencia.

En un mundo donde las plataformas digitales hacen que el cine viaje más rápido que nunca, la responsabilidad de representar adecuadamente a un país se vuelve aún más crucial. La recepción de Emilia Pérez debería servir como un recordatorio de que no somos un concepto único y fácil de definir, sino una amalgama compleja de historias, tradiciones y modernidades.

Quizá, en el futuro, podamos ver más producciones que tomen este desafío en serio, dejando de lado las visiones simplistas. Porque México, con todas sus luces y sombras, merece ser contado con verdad y profundidad.

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