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Resto del mundo

Mata a su esposa y esconde su cuerpo en una maleta

Un profesor de la Universidad de Hong Kong fue acusado de asesinato este miércoles, luego que la policía hallara el cuerpo en descomposición de su esposa escondido adentro de una maleta en su oficina, en lo que constituye el último crimen sórdido en esta metrópolis asiática.

Los policías descubrieron el cuerpo de la mujer y un cable eléctrico alrededor de su cuello, escondido en una maleta en la oficina de Cheung Kie-chung, el profesor universitario de 53 años.

El académico, que comparecerá el próximo jueves ante el tribunal, dijo inicialmente a los investigadores que había tenido una discusión con su esposa la noche del 20 de agosto por la limpieza de los baños de la familia y que luego ella no regresó esa noche a la casa. El hombre denunció su desaparición tres días después.

Las primeras sospechas de los investigadores surgieron tras el análisis de las grabaciones de las cámaras de seguridad, que revelaron que la esposa del profesor no había salido de la casa la noche en la que él dijo que ella desapareció. Además en estas imágenes vieron que el profesor Cheung salió en un momento con una gran caja de madera.

El pasado martes en la tarde, la policía inspeccionó su oficina, ubicada a cinco minutos en auto de la casa que compartía con su esposa y dos hijos.

El policía Law Kwok-hoi contó a los periodistas que durante la revisión de la oficina vieron «que goteaba sangre de la maleta y que olía mal».

Según la policía, la víctima fue probablemente estrangulada, pero todavía tienen que esperar análisis de los médicos forenses para que confirmen las causas de la muerte.

Este caso se conoce una semana después de iniciarse el juicio de un médico anestesista de Hong Kong, acusado de haber asesinado a su esposa -que se negaba al divorcio- y a su hija con una pelota de pilates inflada con monóxido de carbono adentro de su auto.

Nota Principal

Trump revienta contra Irán e Israel: “No saben qué carajo hacen”; fracasa su intento de tregua en solo 18 horas

La tensa situación en Medio Oriente escaló nuevamente este martes, luego de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, arremetiera públicamente contra los gobiernos de Irán e Israel, a quienes acusó de romper el alto al fuego que él mismo había negociado apenas horas antes.

“Ambos países no saben qué carajo hacen”, lanzó Trump en su red social oficial, visiblemente molesto por la ruptura de lo que había calificado como un “acuerdo histórico” entre los dos enemigos geopolíticos. La tregua, sin embargo, duró solo 18 horas antes de que ambas naciones retomaran las hostilidades con fuego cruzado.

De acuerdo con fuentes estadounidenses e israelíes, el 22 de junio Estados Unidos lanzó ataques contra instalaciones militares de Irán, y al día siguiente, fuerzas iraníes respondieron con misiles dirigidos a bases estadounidenses en Catar. La rápida escalada llevó a Trump a intervenir personalmente para lograr un cese al fuego, que fue anunciado públicamente con tono triunfalista por la Casa Blanca.

No obstante, el frágil acuerdo se desmoronó casi de inmediato, luego de que milicias aliadas de Irán lanzaran cohetes hacia el norte de Israel, a lo que el ejército israelí respondió con bombardeos aéreos. El propio Trump confirmó este martes que Israel había atacado objetivos iraníes en represalia, lo que anuló cualquier esperanza de estabilidad inmediata.

El presidente estadounidense advirtió además que “Irán nunca reconstruirá su programa nuclear”, en referencia al ataque que ordenó contra instalaciones atómicas de ese país. Si bien Teherán niega haber violado el acuerdo de tregua, la Casa Blanca considera que los ataques de sus grupos aliados constituyen una clara provocación.

Aún más, Trump exhortó directamente a Israel a detener sus ofensivas: “Si lanzan esas bombas, es una gran violación”, escribió, dejando entrever que la paciencia de Washington también se está agotando con su principal socio en la región.

La reacción del mandatario refleja el nivel de frustración por el fracaso de su mediación y pone en evidencia la dificultad de contener un conflicto de alto riesgo entre dos actores con intereses irreconciliables. Aunque Trump asegura que “ambos acudieron a él en busca de paz”, su figura como intermediario quedó debilitada tras el retorno inmediato de la violencia.

Analistas advierten que el conflicto amenaza con salirse de control, especialmente si continúan los ataques cruzados y si Estados Unidos se ve obligado a responder militarmente en defensa de sus tropas o de sus aliados. Mientras tanto, la tensión se mantiene al máximo y los canales diplomáticos parecen cada vez más ineficaces frente a la lógica de la confrontación.

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