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México

“Me da mucho coraje que hablen de mi supuesto alcoholismo”: Felipe Calderón se sinceró sobre el rumor que lo persiguió todo su gobierno

Desde antes de que Felipe Calderón Hinojosa fuera presidente de México, los rumores entorno a un presunto problema con el alcohol acapararon la discusión pública. A partir de entonces, miles de comentarios, críticas y burlas se han hecho en contra del ex mandatario, una situación que, aseguró, “le da mucho coraje”.

En entrevista con Carlos Alazraki, el panista explicó que detrás de la acusación de alcohólico existe un rumor que se salió de control. “Otras cosas que me dan mucho coraje también, por ejemplo, esto del supuesto alcoholismo mío. Todavía hay gente que me pregunta si lo soy. Pues por supuesto que no lo soy”, recalcó.

Sin embargo, aceptó que disfruta de tomar un “buen vino” en compañía de sus amigos, “me gusta cantar, echamos toda la trova cubana y ahora soy más bien de Joaquín Sabina y me gustan los mariachis, etcétera”.

Por otro lado, el ex presidente recalcó que frecuentemente hace actividad física como nadar, andar en bicicleta o jugar futbol. “Yo personalmente considero que gozo de buena salud física”, dijo.

“Me parece que ha sido una infamia terrible la que me han hecho a la mala”, dijo (Foto: Reuters/ Bernardo Montoya)“Me parece que ha sido una infamia terrible la que me han hecho a la mala”, dijo (Foto: Reuters/ Bernardo Montoya)

“Me parece que ha sido una infamia terrible la que me han hecho a la mala”, expresó al recordar que el periodista Federico Arreola comenzó a circular la versión de su presunto alcoholismo, luego de tener diferencias con él.

“Federico Arreola, un día que nos echamos un entre muy fuerte mediáticamente, me acusó a la mala de que yo era un alcohólico y de ahí nació toda esta versión”, recordó. Sin embargo, también hizo hincapié en que el comunicador salió a aclarar que “no le constaba” que el ex mandatario fuera alcohólico y que hizo esas declaraciones porque Calderón lo había difamado.

“La verdad es que es un invento ya reconocido por el autor, que me molesta, no debería molestarme, pero bueno”, cerró el ex presidente.

Este altercado entre Calderón y Federico Arreola tuvo lugar en el 2006, cuando poco antes de las elecciones presidenciales, el entonces candidato del Partido Acción Nacional (PAN) se presentó el programa de Joaquín López Dóriga y dijo que el periodista se dedicaba a lavar dinero para Andrés Manuel López Obrador, hoy presidente del país.

Poco antes de la elección presidencial, el rumor del alcoholismo de Felipe Calderón se dio a conocer (Foto: EFE/Francisco Guasco)
Poco antes de la elección presidencial, el rumor del alcoholismo de Felipe Calderón se dio a conocer (Foto: EFE/Francisco Guasco)

“En mi coche, escuché la calumnia de Calderón en mi contra y me molesté. Llamé a López-Dóriga y pedí derecho de réplica. Joaquín me lo dio y decidí que por elemental lógica a la calumnia del esposo de Margarita Zavala yo tenía que responder con otra calumnia: así que le comenté al famoso periodista que Felipe Calderón decía tantas tonterías porque no controla su problema de alcoholismo”, escribió Arreola en una columna para SDP Noticias.

Aunque recalcó que nunca fue testigo del gusto del presidente por el alcohol, señaló que “personas que sí conocen a Calderón habían hablado del gusto de este señor por las cubas y otras bebidas de la misma clase”. Entre ellos recordó que Carlos Castillo Peraza escribió para el semanario Proceso una carta en la que aseguraba que: “algo que debería ser de inobjetable interés público y que explica su estilo personal de ejercer el poder: El consumo inmoderado de alcohol”.

Cabe destacar que este escándalo también derivó en el despido de Carmen Aristegui, periodista mexicana que cuestionó sobre el tema durante su programa de radio en MVS y pidió que el presidente de la República aclarara si tenía o no problemas con el alcohol.

México

Pone ‘El Mayo’ ultimátum: me repatrian o el colapso

Ismael «El Mayo» Zambada, líder de Cártel de Sinaloa, exigió al Gobierno de México que reclame a Estados Unidos su repatriación porque, de no hacerlo, la relación entre los dos países sufrirá un «colapso».

Juan Manuel Delgado González, asesor jurídico de Zambada en México, confirmó que la petición fue presentado ayer en el Consulado General de México en Nueva York un escrito al que tuvo acceso Grupo Reforma y donde Zambada exige que lo defienda el gobierno.

Debe intervenir (el gobierno) a fin de que el presente asunto no resulte en un colapso en la relación bilateral entre ambos países, puesto que no se debe de perder de vista la irregular e ilegal manera en que el suscrito fui puesto a disposición de las autoridades de los Estados Unidos de América».

En julio del 2024, Zambada fue engañado por Joaquín Guzmán López, hijo de «El Chapo» Guzmán, fue secuestrado para llevarlo a Texas donde enfrenta cargos por delincuencia organizada, homicidio, narcotráfico en gran escala y lavado de dinero, entre otros.

En la solicitud de asistencia consular, el capo señala que si no se interviene en favor de sus derechos, políticos y funcionarios mexicanos también pueden ser secuestrados y trasladados ilegalmente al país vecino.

Por lo anterior, expresa que la respuesta del Estado mexicano «no es opcional», porque tiene la obligación ineludible de defenderlo.

«Si el Gobierno de México no actúa, el suscrito seré condenado a pena de muerte sin lugar a ninguna duda y además esto constituirá un precedente peligroso que permitiría que en cualquier momento cualquier gobierno extranjero pudiera de manera impune violentar nuestro territorio y soberanía, interviniendo para la detención de cualquier persona, incluso políticos o funcionarios del Gobierno, para ser trasladados a la jurisdicción norteamericana sin que nada suceda», manifiesta.

«Exijo y demando que el Estado mexicano cumpla con su obligación ineludible de intervenir de manera inmediata, contundente y sin margen de discrecionalidad para exigir formalmente a los Estados Unidos de América garantías y seguridades absolutas, plenas, vinculantes e irrevocables de que no se me impondrá ni se ejecutará la pena de muerte en su jurisdicción. Esta exigencia no es opcional, ni puede ser interpretada como una cuestión de oportunidad política o diplomática».

El documento firmado por Zambada advierte que, de no haber una exigencia categórica y formal de sus garantías, «constituiría una traición al sistema jurídico mexicano» y al deber del Estado de garantizar la seguridad de sus ciudadanos, sin excepción alguna.

«En este contexto, en cuanto hace a mi asunto en particular, resulta una obligación del Estado Mexicano: presentar una protesta formal ante las autoridades estadounidenses, señalando la violación del Tratado (de México y Estados Unidos para prohibir los secuestros transfronterizos) y exigiendo el respeto a la soberanía mexicana y al debido proceso legal», señala.

Solicitar la repatriación inmediata de mi persona, argumentando que mi traslado fue ilegal y que cualquier proceso judicial en mi contra debe llevarse a cabo en México, conforme a las leyes nacionales y los acuerdos internacionales vigentes».

En una parte de su escrito, el líder del Cártel de Sinaloa requiere al Gobierno de México para que pida a los estadounidenses un informe detallado de las circunstancias de su secuestro y traslado, identificando quiénes permitieron su entrada a la Unión Americana y bajo qué base legal.

También, que le informen la identidad de las personas involucradas en su traslado, tanto del lado estadounidense como del lado mexicano.

La razón por la que alega que el Gobierno federal debe exigir la cancelación del proceso al que está sometido en Nueva York, es precisamente porque el procedimiento tiene como origen su secuestro y traslado ilegal a la Unión Americana.

«Esta exigencia no es una cuestión discrecional ni sujeta a consideraciones políticas o diplomáticas», dice.

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