Conecta con nosotros

Nota Principal

‘Me dan pena los mexicanos’, dice nueva presidenta de Bolivia

Published

on

Jeanine Áñez, senadora que se proclamó presidenta interina de Bolivia, aseguró sentir pena por los mexicanos tras darle asilado político al expresidente boliviano, Evo Morales. (AP)

Jeanine Áñez, senadora que se proclamó presidenta interina de Bolivia, aseguró sentir pena por los mexicanos, luego de que el Gobierno de México le dio asilado político al ahora expresidente boliviano, Evo Morales.

La senadora opositora Jeanine Áñez se autoproclamó presidenta interina de Bolivia en una sesión en el Parlamento y con la ausencia de representantes leales a Evo Morales.

Un militar le colocó la banda presidencial a Jeanine Áñez y más tarde, en entrevista con la cadena CNN, dijo textual

“Me dan mucha pena los mexicanos, porque de algo de lo que queremos salir, ellos decidieron entrar” y detalló “ojalá que los mexicanos no pasen estas situaciones tan desafortunadas que hemos pasado. porque así son los socialistas, utilizan mecanismos democráticos y luego se aferran al poder y después engañan a la gente, cooptan instituciones”.

La nueva presidenta interina de Bolivia, Jeanine Áñez, podría anunciar sus primeras medidas al frente de un país convulso, en el que los militares siguen en las calles para evitar más violencia y el exmandatario Evo Morales reitera, desde su exilio en México, la denuncia de golpe de estado.

La senadora de oposición Jeanine Áñez asumió este martes la presidencia interina de Bolivia dos días después de la renuncia de Evo Morales, en una sesión parlamentaria con la ausencia de la mayoritaria bancada del gobernante Movimiento Al Socialismo (MAS).

“Asumo de inmediato la Presidencia del Estado”, proclamó la senadora de Unión Demócrata, que activó la línea sucesoria tras haber quedado rota al dejar Morales el poder y con él todos los cargos oficialistas que hubieran podido sucederle.

Fuente: Noticieros Televisa

México

Senado aprueba Ley General de Aguas en medio de acalorado debate y críticas de oposición

Published

on

El Senado mexicano aprobó este jueves, con 85 votos a favor y 36 en contra, el proyecto de decreto que expide la Ley General de Aguas y reforma diversas disposiciones de la Ley de Aguas Nacionales, en un contexto de creciente presión sobre los recursos hídricos del país por sequías, conflictos por concesiones, crecimiento urbano y alta demanda del sector agrícola.
La minuta fue remitida al Senado por la Cámara de Diputados, que la aprobó tras 24 horas de acaloradas discusiones. La iniciativa deriva de una propuesta de la presidenta Claudia Sheinbaum para regular el derecho humano al acceso, disposición y saneamiento del agua, así como priorizar su consumo humano y doméstico ante autorizaciones, permisos, concesiones y asignaciones del recurso.
El senador Óscar Cantón Zetina, de Morena, aseguró que el centro de este proyecto es la persona y no los grandes acaparadores de agua, pues se crea un trinomio virtuoso entre tierra, agua y gente. Afirmó que la legislación es la mayor aliada de los productores y campesinos de México, ya que elimina la visión mercantilista del agua y la regresa a su dueño legítimo, que es el pueblo de México.
La senadora del PAN, Verónica Rodríguez, señaló que esta reforma convierte el agua en un instrumento de manipulación política y electoral. Apuntó que le da al gobierno federal la posibilidad de decidir de manera discrecional quién mantiene su concesión, quién la pierde, a quién le reducen volúmenes de agua y a quién sí le permiten operar, lo que demuestra que es peligroso para la democracia, el campo, la seguridad alimentaria y las familias.
Carolina Viggiano, del PRI, advirtió que el proyecto no contó con estudios económicos ni presupuestales, no cuenta con análisis de impacto financiero y tampoco se asegura inversión para la infraestructura, operación ni vigilancia de los sistemas de agua. Además, señaló que no se consultó a los pueblos originarios.
Luis Donaldo Colosio, de Movimiento Ciudadano, indicó que los cambios abren la puerta a más control gubernamental sin contrapesos reales, a más trámites y a más incertidumbres para el campo mexicano. Afirmó que se concentran atribuciones en la Comisión Nacional del Agua sin reglas claras, crece el riesgo de arbitrariedad, corrupción, favoritismos y castigo político, además de que se crea incertidumbre en la asignación de derechos y volúmenes, lo que desincentiva la inversión, la tecnificación y frena proyectos.
La nueva Ley General de Aguas establece que las concesiones para el uso del vital líquido no podrán ser intercambiadas entre particulares, con la obligatoriedad de que sea la Conagua la que las distribuya de nuevo.
La discusión y aprobación en las Cámaras de Diputados y Senadores ocurre en un contexto donde el sector agrícola consume cerca del 75 por ciento del agua disponible para consumo en el país.

Continuar Leyendo
Publicidad
Publicidad
Publicidad

Más visto