“Me liberé de ser Paris Hilton. Ahora soy Paris, una mujer con claroscuros, una mujer real», declaró Paris a Infobae, desde una de sus mansiones en Los Angeles, en una entrevista exclusiva vía MEET, y antes del estreno mundial de This is Paris, su primer documental autobiográfico con un guión hecho por ella misma y la directora – y confidente – Alexandra Dean, periodista y productora de largos como Bombshell y American Masters.
Este documental refleja aspectos hasta ahora desconocidos de la vida de Paris: una adolescencia tortuosa en un colegio pupilo en Estados Unidos, su padecimiento ante el acoso a su intimidad que sufrió por parte de la prensa y los paparazzis, sus relaciones tóxicas con los hombres que han pasado por su vida y todo el peso alrededor de ser la heredera de un imperio que nunca le perteneció, pero que le sirvió para reinventarse y crear el suyo propio alrededor de su nombre. Este hecho marcó una de las primeras grandes paradojas en su vida: logró ser (multi) millonaria y a la vez creó un personaje que la atrapó en una vida que la enfermó y separó de su esencia.
La relación entre la directora Dean y Paris fue determinante para que esta pieza documental haya logrado una profundidad cruda, pero a la vez esperanzadora. Y definitivamente fue el punto de partida para que ambas mujeres comprendan que el documental había cambiado su foco original: narrar su vida en el mundo de los negocios; para torcer el rumbo y abrir su alma a millones de personas. Era la humanización de Paris, iba a convertirse en un proyecto personal que también vino a sanarla.
Guste o no, Paris Hilton, en ese vaivén entre su vida exhibicionista y frívola como empresaria, actriz, DJ y celebrity, y un pasado tapizado por emociones intensas y dolorosas; es un referente inspirador para muchos jóvenes que han vivido acorde a la velocidad y a la fragmentación, que propone este siglo XXI. Y por eso hasta hoy Paris dejó claro- en sus intensos 39 años de vida- que supo comprender el tiempo histórico que le había tocado vivir.
Hilton repasó con detalle el abuso emocional y físico que sufrió cuando era adolescente mientras estaba pupila en el internado secundario de Provo Canyon, en Utah y que precipitó luego – según la protagonista- un sin número de relaciones tóxicas a lo largo de su vida. Paris cuenta que desde los 16 años sufrió pesadillas, y no cualquiera, sino que padece un sueño recurrente: en donde ella es secuestrada por extraños, a la noche, y en su dormitorio.
Paris comprendió antes que muchos, que la sociedad global -las audiencias- querían ver los hechos en tiempo real y fue una de las fundadoras para el mundo entero del concepto de reality show – mucho antes de las hoy mundialmente reconocidas, las Kardashians. Haber disparado los realitys shows no fue solo haber creado un nuevo formato audiovisual, sino haber comprendido una clave de época, una nueva manera de mirar el mundo.
Quedó claro que Paris es una mujer más compleja que lo que había sugerido el famoso reality, en 2003, The Simple Life, junto a su por entonces mejor amiga Nicole Richie, otra heredera – en este caso del cantante Lionel Richie-. Despues vinieron tiempos tumultuosos, corridas entre los flashes de los paparazzis y Paris se constituyó como el ícono entre las celebrities de la nueva era, junto a otra rebelde – y también gran amiga- como Lindsay Lohan.
Hoy en tiempo de pandemia global lo que también aprendió Paris es que se terminó el tiempo de las chicas plásticas y llegó el turno de las mujeres reales, aquellas a las que les pasan cosas y están atravesadas por el desamor, la soledad, la felicidad, y avanzan en la vida con más contradicciones que certezas.
El gran paso de Paris fue tener ganas de gritarle al mundo, que ella con sus carencias -que las tiene- seguirá adelante y que le importa ser una inspiración profunda y real para las mujeres y jóvenes de este tiempo.
En la entrevista con Infobae la marca indeleble de su blonda cabellera – el rubio Paris Hilton ya es un tono en sí mismo- permaneció intacto, pero esta vez lo que cambió fue su interior, su alma. Paris reniega de seguir siendo llamada la heredera.
En el documental, a través de varias charlas que mantuvo con su madre, quedó clara la verdadera historia sobre su padre, Richard Hilton, segunda generación de herederos de la familia. El abuelo de Paris, William Barron Hilton, quien murió en 2019, fue la primera generación de herederos del fundador del emporio global, Conrad Hilton.
Según Kathy, la madre de Paris, la segunda generación de los Hilton eran ocho hermanos. Los primeros 5, según ella, recibieron gran parte de toda la fortuna; y los últimos 3 -entre los que estaba Richard, el papá de Paris- recibieron mucho menos. “Nosotros fuimos una familia de trabajo -puntualizó Kathy Hilton- nunca nos faltó nada, pero tuvimos que trabajar duro desde muy jóvenes por nuestras hijas, Paris y Nicholai. Paris nació cuando su madre aún era muy joven, apenas había cumplido los 19 años.
Paris Hilton se sinceró sobre sus relaciones pasadas que ejercieron abuso psicológico y físico sobre ella, en la época de pupila en el Colegio Provo Canyon School, de Utah. Recordó que se había acostumbrado tanto al comportamiento abusivo en el Provo, que lo creyó normal: “Aguanté cosas que nadie debería haber soportado», afirmó .
Reconoció no saber qué era el verdadero amor, hasta que finalizado el rodaje del documental, se enamoró perdidamente del empresario Carter Reum, también de 39 años, y con quien sale desde hace 9 meses. “Con él me siento muy plena y segura. He aprendido mucho. Estoy muy agradecida de haberlo encontrado», dijo Paris a Infobae.