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Opinión

Medicamentos para todos. Por Itali Heide

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En el mosaico de América Latina, donde diversas culturas se entrelazan y tradiciones ancestrales cobran vida en ciudades ruidosas, una lucha persiste en silencio: la búsqueda constante de medicamentos accesibles.

En este terreno, el papel de la sociedad civil emerge como un faro de esperanza, iluminando el camino hacia un futuro donde la salud no sea un privilegio, sino un derecho humano fundamental.

La fuerza de la unidad

El Sur Global es una amalgama de naciones diversas que ha dado lugar a comunidades resilientes y a la acción colectiva. Las organizaciones de la sociedad civil, portavoces de la gente, han liderado movimientos impresionantes, exigiendo incansablemente un acceso justo y equitativo a medicamentos que salvan vidas. Su compromiso inquebrantable ha superado distancias, trascendido fronteras y ha cultivado la esperanza en medio de la adversidad.

Desafiando la desigualdad

El camino hacia la equidad en el acceso no está exento de barreras. Décadas de desigualdad sistémica y disparidad económica han tejido una red compleja que obstaculiza los sueños de aquellos que anhelan una atención sanitaria mejor.

La maraña burocrática, la manipulación de precios y los monopolios farmacéuticos se levantan como enemigos poderosos, arrojando una sombra de duda sobre las esperanzas de los más vulnerables.

Estrategias innovadoras

En medio de estos desafíos, el espíritu indomable de América Latina se niega a ser doblegado. Desde las selvas tropicales del Amazonas hasta las calles de las grandes metrópolis, han surgido estrategias innovadoras que infunden optimismo.

Los esfuerzos de colaboración entre la sociedad civil, los profesionales de la salud y los líderes políticos han dado lugar a alianzas que derriban barreras y garantizan el acceso a medicamentos asequibles y de alta calidad.

¿Quién para cambiar las cosas?

En el ámbito de las decisiones estatales, la influencia de la sociedad civil es siempre bienvenida, y hasta necesaria. Desde la incidencia política de base hasta los incansables grupos de presión, los defensores se han convertido en catalizadores de transformación, instando a los gobiernos a priorizar la salud y el bienestar de sus ciudadanos.

Sus voces, con un sentido de urgencia creciente, resuenan en los pasillos del poder, impulsando el cambio y moldeando políticas que atienden las necesidades de los marginados.

Forjando nuevos caminos

Medical Impact y The People’s Vaccine Alliance, fervientes defensores de esta noble causa, aprovechan el poder colectivo de las organizaciones de la sociedad civil, los trabajadores de la salud y las personas visionarias.

Unidos por una visión compartida, desafían normas al exponer las desigualdades que amenazan la salud y la dignidad de las comunidades latinoamericanas. Con una determinación inquebrantable, abogan por sistemas de atención integral respaldados por una infraestructura sólida y un acceso equitativo a los medicamentos para todos.

Buscando el cambio

La interacción entre la sociedad civil y las decisiones estatales es clave para desmantelar las barreras que obstaculizan el camino hacia una atención sanitaria equitativa. A través de la unidad, la resistencia y una determinación inquebrantable, el espíritu latinoamericano prevalecerá, fomentando un futuro en el cual el derecho a la salud ya no sea un sueño lejano, sino una realidad tangible.

En el ámbito de los medicamentos accesibles, la esperanza se alimenta y la armonía de la justicia resuena fuerta. Medical Impact y The People’s Vaccine Alliance se unen con la esperanza de más seguidores, porque una América Latina más saludable y compasiva nos espera a todos.

Opinión

Duarte: de los bares de Chihuahua al Altiplano. Por Karen Torres

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En México y en la política, lo que parece pasado, siempre regresa para explicar el presente. Hay nombres que regresan una y otra vez como si fueran espectros empeñados en recordarnos las fracturas del sistema. Uno de ellos es César Horacio Duarte Jáquez, exgobernador de Chihuahua (2010-2016), figura central de uno de los expedientes de corrupción más voluminosos en la historia reciente del país.

Karen Torres A.

Y ahora, tras años de idas y venidas judiciales, vuelve a los titulares: la Fiscalía General de la República ordenó su recaptura y lo trasladó al penal de máxima seguridad del Altiplano.

Este episodio no ocurre en el vacío. Es parte de una historia que lleva casi una década escribiéndose entre detenciones, extradiciones, procesos fragmentados y una libertad condicional que muchos chihuahuenses vieron como una burla abierta.

Pero también es un movimiento político que envía un mensaje contundente: la nueva administración federal quiere que se entienda que, al menos en la Fiscalía, el viejo pacto de impunidad ya no opera “para algunos”. Y Duarte es la vívida señal, ojalá esto no se trate únicamente de justicia selectiva.

Duarte huyó de México en 2017, cuando la entonces Fiscalía de Chihuahua, bajo el gobierno de Javier Corral, integró al menos 21 órdenes de aprehensión en su contra. Los cargos eran amplios y concretos:

  • Peculado agravado por más de 1,200 millones de pesos,
  • Desvío de recursos públicos hacia campañas priistas,
  • Enriquecimiento ilícito,
  • Uso indebido de atribuciones y facultades
  • Y una red de empresas fantasma operadas desde su círculo íntimo.

Fue detenido en Miami el 8 de julio de 2020 en Estados Unidos. Ahí pasó 2 años mientras se resolvía un proceso de extradición. Finalmente, en junio de 2022, el gobierno estadounidense lo entregó a México bajo cargos de peculado agravado y asociación delictuosa.

Su llegada al país fue presentada por la Fiscalía como un triunfo institucional. Pero para Chihuahua comenzaba un capítulo distinto: la prisión preventiva en el Cereso de Aquiles Serdán, donde Duarte permaneció alrededor de 2 años más, entre audiencias diferidas, cambios de jueces y tácticas legales el caso se fue transformando en un rompecabezas jurídico que pocos lograron seguir con claridad.

Llegó la cuestionada libertad condicional de 2024: 

En agosto de 2024, en una audiencia sorpresiva, Duarte obtuvo libertad condicional bajo el argumento de que llevaba tiempo suficiente privado de la libertad y que su conducta había sido “adecuada”, sin haber recibido sentencia alguna.

La imagen era insólita: un político acusado de desviar más de mil millones de pesos, señalado de haber quebrado fondos públicos y endeudado al estado por generaciones…

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