Varios médicos han sido suspendidos en el principal hospital público de Kenia, el Kenyatta National de Nairobi, tras practicar por error una cirugía cerebral a un hombre que no la necesitaba, informaron hoy medios locales.
Se trata de un paciente que tenía una herida en la cabeza para la que solo necesitaba cuidados de enfermería, pero que se encontraba en la misma sala que otro con un coágulo en el cerebro, según explicó hoy el diario Daily Nation.
Los médicos no se dieron cuenta del error hasta que el paciente llevaba varias horas en el quirófano, cuando vieron que no había ningún coágulo.
Los hechos ocurrieron el pasado domingo, pero no fue hasta el jueves por la tarde que la gerencia del hospital decidió suspender al cirujano, al anestesista y a dos enfermeras por el caso.
A pesar de ser uno de los peores casos de mala praxis médica del país, según el periódico, ambos pacientes se encuentran bien.
El hecho ocurrió, al parecer, porque la única forma que tiene el hospital de identificar a los pacientes es una pegatina en las batas de los pacientes y podría haber habido un error al ponerles dichas etiquetas.
Además, el cirujano no ve al paciente antes de la cirugía, sino que espera a que entre en la sala para proceder a la operación.
El sistema de salud público de Kenia afronta grandes retos y deficiencias, ya que, según los últimos datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) referidos a 2010, el país tiene sólo 14 camas de hospital por cada 10.000 habitantes.
Además la falta de material hace que haya una máquina de tomografías -escáner- por cada 4 millones de habitantes y una unidad de radioterapia por cada 50 millones, en un país con en torno a 45 millones de personas, según datos de la OMS de 2013.