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Resto del mundo

Médicos son suspendidos por realizar cirugía cerebral a un paciente por error

Varios médicos han sido suspendidos en el principal hospital público de Kenia, el Kenyatta National de Nairobi, tras practicar por error una cirugía cerebral a un hombre que no la necesitaba, informaron hoy medios locales.

Se trata de un paciente que tenía una herida en la cabeza para la que solo necesitaba cuidados de enfermería, pero que se encontraba en la misma sala que otro con un coágulo en el cerebro, según explicó hoy el diario Daily Nation.

Los médicos no se dieron cuenta del error hasta que el paciente llevaba varias horas en el quirófano, cuando vieron que no había ningún coágulo.

Los hechos ocurrieron el pasado domingo, pero no fue hasta el jueves por la tarde que la gerencia del hospital decidió suspender al cirujano, al anestesista y a dos enfermeras por el caso.

A pesar de ser uno de los peores casos de mala praxis médica del país, según el periódico, ambos pacientes se encuentran bien.

El hecho ocurrió, al parecer, porque la única forma que tiene el hospital de identificar a los pacientes es una pegatina en las batas de los pacientes y podría haber habido un error al ponerles dichas etiquetas.

Además, el cirujano no ve al paciente antes de la cirugía, sino que espera a que entre en la sala para proceder a la operación.

El sistema de salud público de Kenia afronta grandes retos y deficiencias, ya que, según los últimos datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) referidos a 2010, el país tiene sólo 14 camas de hospital por cada 10.000 habitantes.

Además la falta de material hace que haya una máquina de tomografías -escáner- por cada 4 millones de habitantes y una unidad de radioterapia por cada 50 millones, en un país con en torno a 45 millones de personas, según datos de la OMS de 2013.

Resto del mundo

Cofece multa a Walmart por prácticas monopólicas: la batalla legal apenas comienza

La Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) asestó un golpe histórico al multar a Walmart de México con 93.4 millones de pesos tras concluir una investigación que se extendió por más de cuatro años. La razón: prácticas monopólicas relativas, particularmente en el trato con sus distribuidores.

Según el dictamen de la Cofece, Walmart aprovechó su posición dominante en el mercado para imponer condiciones desfavorables a los proveedores, afectando la competencia en el sector. Aunque no se han revelado todos los detalles de las “contribuciones” impuestas a los distribuidores, el veredicto destaca cómo estas prácticas distorsionan el acceso al mercado y perjudican a competidores más pequeños.

En respuesta, Walmart no tardó en reaccionar. La empresa anunció que impugnará la decisión y enfatizó su compromiso con el cumplimiento de las leyes mexicanas. En su comunicación oficial, destacó que la sanción carece de fundamento y que está basada en interpretaciones erróneas. Este movimiento era predecible: para una empresa de este tamaño, 93 millones de pesos no solo representan una cifra considerable, sino también una amenaza a su reputación.

Por otro lado, la Cofece también se juega mucho. Este caso es una muestra clara de su intención de reforzar la vigilancia sobre los gigantes corporativos. Sin embargo, una batalla legal prolongada podría poner a prueba su capacidad de defender sus resoluciones en tribunales.

Más allá de la multa, el caso de Walmart pone el reflector sobre una problemática común en el comercio minorista: el desbalance de poder entre grandes cadenas y pequeños distribuidores. Si bien el desenlace de este litigio aún está por definirse, el mensaje es claro: los días de actuar sin consecuencias podrían estar contados. La industria y los consumidores estarán atentos a cada movimiento en esta batalla judicial.

 

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