Evitar el uso de cables de corriente y acabar con la necesidad de cambiar constantemente las baterías de un dispositivo es el objetivo de la empresa Drayson Technologies, en Reino Unido, que creó un sistema que transmite energía eléctrica de manera inalámbrica, explicó Manuel Piñuela Rangel, jefe del Departamento de Tecnología de la compañía británica.
El ingeniero en Eléctrica y Electrónica por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) fabricó una plataforma tecnológica que recarga dispositivos colocados hasta a 10 metros de distancia, con un funcionamiento similar al de los smartcases (carcasas que cargan baterías de celular).
Pero el invento del mexicano se enfoca en dispositivos como wearables (accesorios vestibles como cascos o trajes que requieran energía), sensores para casas inteligentes y hasta aparatos empleados en la industria petrolera y en la biomedicina.
Lo destacable de esta innovación, a diferencia de la que se usa para cargar celulares, es que permite transmitir hasta 1.5 kilovatios, suficiente energía para cargar una maquinaria en una empresa, una licuadora o un televisor, informó en un boletín de prensa la agencia ID.
Además, a fin de evitar altibajos que dañen los aparatos, se reguló la cantidad máxima a transferir de acuerdo con estándares internacionales que limitan el campo electromagnético que provee la energía eléctrica.
Transformador de aire
Los transformadores comunes normalmente tienen un núcleo ferromagnético; sin embargo, Drayson Technologies lo quitó y usó el aire como medio de propagación, lo cual hace su invento más liviano y fácil de manipular.
“Un transformador como los que se encuentran en la calle tiene un núcleo que al separarlo reduce significativamente la eficiencia entre el receptor y transmisor. Nosotros desarrollamos una tecnología que sustituye el núcleo ferromagnético por uno de aire que optimiza los transmisores, así como la electrónica necesaria para energizarlo”, explicó Piñuela.
De este modo, mientras el dispositivo esté en el rango del transmisor se tendrá electricidad y podrá almacenar energía en baterías o supercapacitores, a fin de que las maquinarias o aparatos puedan funcionar aun después de perder contacto con el campo electromagnético.
Existen diferentes dimensiones de la plataforma tecnológica. En caso de querer alimentar un sensor de temperatura para uso industrial, se requerirá de poca energía (10 milivatios), por lo que bastan receptores hasta de dos por dos centímetros.
No obstante, la industria manufacturera puede requerir un transmisor de energía de mayor tamaño, aproximadamente un metro por un metro de longitud.
Éxito en Londres
Manuel Piñuela relató que al final de su doctorado en el Imperial College, patentó su trabajo y conoció a Lord Paul Drayson, ministro de la Ciencia en el Departamento de Negocios, Innovación y Habilidades en Gran Bretaña, con quien empezó la comercialización de su desarrollo hasta consolidar la compañía Drayson Technologies.
Esta tecnología, conocida como inductive power transfer, tiene muchas aplicaciones; reemplazará las baterías, además es muy segura, porque evita un riesgo de shock como consecuencia de un contacto de luz al descubierto.
“La transferencia de energía eléctrica se hace por medio de un campo magnético, al tiempo que el transmisor genera cierta cantidad de voltaje y la envía al receptor a través de ondas electromagnéticas que inducen un voltaje en el receptor”, detalló el ingeniero.
Por ejemplo, expuso, si se tiene un sensor de temperatura del aire acondicionado en una recámara, esta tecnología evitará el uso de cableado o pilas, ya que al colocar un transmisor en punto estratégicos enviará energía específicamente al sensor del dispositivo receptor, sin importar que existan más objetos en la habitación.
Drayson Technologies trabaja con diferentes compañías que desean colocar la tecnología inductive power transfer para diversos dispositivos, ya sea para implementarlo en sus empresas o para continuar la investigación.
Este verano, concluyó el mexicano, se lanzará en Londres, Reino Unido, la plataforma tecnológica a fin utilizarla en aplicaciones biomédicas y los dispostivos weareables.
Milenio