Conecta con nosotros

Opinión

Mexicanos no triunfan en México. Por Marian Quitana.

El éxito de los tres directores mexicanos, Cuarón, González Iñárritu y Guillermo del Toro en las últimas cuatro entregas del Oscar, sin dejar de lado a Emmanuel Lubezki por su fotografía en la película Gravity, no resulta un caso aislado. Vemos también connacionales triunfando en el extranjero en distintas y variadas disciplinas como lo son la gastronomía, la música, la danza, la arquitectura, los deportes, la astronomía, entre otras. Ello pone a pensar en la creencia colectiva de que para que alguien de México triunfe debe irse de México.

Creo que la realidad es otra y se basa en el reconocimiento y el respaldo. Cierto es que en nuestro país existe una gran brecha de desigualdad en cuanto a las oportunidades, desde las alimentarias en los primeros y más importantes años de vida para el desarrollo neuronal, hasta las oportunidades educativas y por consecuencia las oportunidades para destacar en un mundo tan competitivo, así sea a nivel local. Ideas nacidas en mentes mexicanas sobran, más no los espacios y recursos para desarrollarlas. Si bien existen muchos casos de éxito de mexicanos en territorio nacional ¿cuáles son, quién les apoya y quiénes les reconocen?.

Si buscas en Google “Mexicanos que triunfan en México” solo aparecen ligas haciendo alarde a quienes han triunfado fuera del país, pero si tecleas “Mexicanos exitosos” encontrarás algunos sitios que dan reconocimiento a personas que llevan a cabo proyectos de gran trascendencia dentro y para la República Mexicana. Predominan las historias de la gente joven emprendedora, algunas ya muy conocidas como la del político independiente Pedro Kumamoto, quien ha desmentido el dogma de que las elecciones se ganan con dinero, y otras historias no tan conocidas pero igualmente importantes como la de Hana Haff Bosdet de 31 años, quien a través de su propia fundación ha beneficiado a cientos de miles de personas en temas educativos. En Chihuahua hay personas que sobresalen en su trabajo diario por mejorar las condiciones de vida de los grupos vulnerables de la sociedad, muchas de ellas realizan labores heróicas en el anonimato, hay otras que buscan distinguirse en el ámbito empresarial y ganar una preferencia ofreciendo al mercado productos y servicios innovadores. Todas ellas necesitan de nuestro apoyo.

Yo veo gente triunfando todos los días en México, alguna creando a partir de una posición privilegiada, pero la gran mayoría abriéndose camino entre una infinidad de obstáculos provenientes de un sistema que favorece a las cúpulas sociales, pero muchas otras veces son obstáculos colocados por las mismas personas mexicanas con las que se interactúa día con día.

Si no contamos con las oportunidades a las que un pequeño porcentaje de la población tiene acceso, apelemos a contar con la fuerza y la solidaridad de este país. Respaldemos y reconozcamos esfuerzos, convirtámonos en otorgantes de oportunidades al consumir de manera local, al contratar servicios de empresas emergentes, al compartir y promocionar en redes nuevos negocios de nuestras amistades o cualquier idea que nos llene de orgullo por ser mexicana. Demostremos que si derribamos los muros de nuestra propia colectividad, no exisitirá muro físico que nos detenga para seguir triunfando dentro y fuera de México.

 

Les invito a reconocer a las personas que sí triunfan en Me?xico cada día etiquetándolas en los comentarios de esta publicación.

Gracias de nuevo por leerme. Hasta la próxima.

Opinión

El tren. Por Raúl Saucedo

Por las vías de los recuerdos y el futuro

En la actual era de la inmediatez y la conectividad a nivel mundial, donde la información
viaja a la velocidad de la luz, es fácil olvidar la importancia de las arterias que mueven el
mundo físico: las vías férreas son ejemplo de ello. Los trenes como gigantes de acero que
surcan valles y montañas, no son sólo reliquias del pasado, sino fueron clave fundamental
para el desarrollo económico y social de las naciones, y México fue la excepción.
A lo largo de la historia, el ferrocarril ha sido sinónimo de progreso. Desde la Revolución
Industrial, las vías férreas han tejido lazos entre pueblos y comunidades, impulsando el
comercio, la industria, el turismo y el intercambio cultural. Países como Estados Unidos,
China y Japón son ejemplos claros de cómo una robusta red ferroviaria puede ser el motor de
un crecimiento económico sostenido.
En México, la historia del ferrocarril está ligada a la propia construcción del país. El «Caballo
de Hierro», como se le conoció en el siglo XIX, unió a una nación fragmentada por la
geografía y las diferencias sociales regionales. Sin embargo, a pesar de su glorioso pasado, el
sistema ferroviario mexicano ha sufrido un prolongado periodo de abandono y desinversión.
Hoy, en un momento en que México busca consolidarse como una potencia regional y lograr
un desarrollo más equilibrado y sustentable, es imperativo revalorizar el papel del ferrocarril.
La construcción de nuevas líneas, la modernización de la infraestructura existente y la
promoción del transporte ferroviario de carga y pasajeros son acciones estratégicas que deben
estar en el centro de la agenda nacional.
Los beneficios de un sistema ferroviario eficiente reduce los costos de transporte, facilita el
comercio interior y exterior, y promueve la inversión en diversos sectores productivos,
permite conectar zonas marginadas con los principales centros urbanos e industriales,
impulsando el desarrollo local y la creación de empleos y un sistema ferroviario eficiente
ofrece una alternativa de transporte segura, cómoda y accesible para la población.
La actual administración federal ha mostrado un interés renovado en el desarrollo ferroviario,
con proyectos emblemáticos como el Tren Maya y el Corredor Interoceánico del Istmo de
Tehuantepec, así como las futuras líneas a Nogales, Veracruz, Nuevo Laredo, Querétaro y
Pachuca.
Con estas obras México recuperara su vocación ferroviaria y aprovechara a mi parecer el
potencial de este medio de transporte para impulsar su desarrollo hacia el futuro.
El motivo esta columna semanal viene a alusión de mis reflexiones de ventana en un vagón
de tren mientras cruzaba la península de la hermana república de Yucatán y en mi cabeza
recordaba aquella canción compuesta en una tertulias universitaria que decía…”En las Vías
de la Facultad”

@RaulSaucedo
rsaucedo@uach.mx

Continuar Leyendo
Publicidad
Publicidad
Publicidad

Más visto