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México

México aporta 30% de la cosecha mundial del aguacate: Sagarpa

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La papaya, pepino, cilantro, chile jalapeño y jitomate son algunos de los productos mexicanos que han figurado en la lista de restricciones de Estados Unidos por presuntos riesgos sanitarios.

Aunque el caso del aguacate ha sido diferente en el mercado estadounidense, a donde son enviados siete de cada 10 de estos frutos, de acuerdo con el Atlas Agroalimentario 2017 de la Sagarpa; ya que México cuenta ya con una fórmula a base de flor de jamaica que actúa contra las bacterias.
La razón de su desarrollo es porque este fruto, como puede ocurrir con otros cultivos, está expuesto a contaminarse con salmonella, tifoidea o E.Coli en cada etapa de su producción: cultivo, transporte, almacenamiento y venta final.

“Son bacterias que pueden ocasionar daños en la salud de las personas al consumir el alimento”, comentó el investigador de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), Javier Castro Rosas.

“Sólo bastan 10 bacterias de salmonela para que una persona enferme, lo cual es aún más preocupante porque los microorganismos han desarrollado resistencia a ciertos antibióticos para su uso en los alimentos, medicina humana y veterinaria”, comentó.

Recordó que hace dos décadas era todavía posible eliminar las bacterias con la aplicación de desinfectantes a base de hipoclorito de sodio o de plata, sin embargo, la situación actual es diferente porque se han vuelto resistentes a esas sustancias o han generado una resistencia cruzada para adaptarse a diferentes condiciones ambientales.

Es posible encontrar de uno a 100 mil microorganismos dañinos en frutas y hortalizas cuando son regadas y lavadas con aguas negras, antes de ponerlas a la venta, y son capaces de sobrevivir más de 100 años, advirtió.

Para Castro Rosas, quien forma parte del Área Académica de Química del Instituto de Ciencias Básicas e Ingeniería, el problema sanitario representa un desafío mayor para los productores con oportunidad de comercializar el aguacate en sus distintas variedades (Hass, Criollo y Fuerte) en el mercado nacional e internacional.

De México para el mundo

Con una producción de poco más de un millón 520 mil toneladas de aguacate, lo que representa 30 por ciento de la cosecha mundial, México es líder en su cultivo y exportación a nivel internacional.

De acuerdo con la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), le sigue República Dominicana con una producción anual de 428 mil 301 toneladas, cifra que equivale a 8.5 por ciento del total del orbe.

Michoacán continúa siendo la entidad con mayor aporte al volumen de esta fruta, conocida también como el “oro verde”, porque ocho de cada 10 aguacates de la producción nacional eran de esa localidad en 2016.

Otras entidades que también tienen participación son Jalisco, con 6.4 por ciento, y el Estado de México, con 5.0, por mencionar algunas. En tanto que los países con mayor compra de aguacate mexicano son Estados Unidos, Canadá, Japón y algunos de Europa.

Súper desinfectante

El científico Javier Castro Rosas, en conjunto con otros investigadores y alumnos de licenciatura y maestría de la UAEH, comenzó hace 15 años con los estudios que le ayudaron a identificar las propiedades antimicrobianas de la flor de jamaica para combatir las cepas de salmonella, tifoidea y E.Coli en el aguacate.

Esto después de haber analizado en su laboratorio las muestras de cáscara del fruto verde que se obtuvieron en algunos mercados de Pachuca, Hidalgo, lo que le llevó a hallar que ocho de cada 100 presentaban alguna de esas bacterias patógenas, indicó el entrevistado.

Explicó que si bien en el mercado hay soluciones comerciales a base de plata coloidal o cloro que las erradican después permanecer varios minutos en el agua, es lamentable que el efecto de la mayoría sea deficiente, contrario a lo indicado en la etiqueta.

Sus resultados evidenciaron que las cuatro o cinco gotitas de hipoclorito de sodio diluidas en agua, como lo recomienda la Secretaría de Salud, sólo fueron capaces de eliminar hasta dos mil de 10 mil patógenos en el fruto.

“Aunque hubo una reducción de mil o dos mil células, todavía queda un peligro muy alto”, agregó el científico, al asegurar que en la jamaica se encontró el componente ideal para matar hasta 80 por ciento de ellas.

En las investigaciones del cáliz de la flor, indicó, las variedades Criolla y Blanca o “Alma Blanca” dejaron ver su alto potencial microbiano. “En la segunda hemos visto mayores concentraciones de ácido hibuscus que permitió cumplir con el objetivo”.

Pero no bastó con el uso del agua de jamaica. La fórmula fue mezclada con los ácidos acético (vinagre) y cítrico de los limones, y otras sustancias de origen natural para eliminar por completo las bacterias del aguacate.

Los compuestos hallados y el potente desinfectante están en trámite de registro de patente ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI), con la intención de generar oportunidades de negocio.

El investigador y su equipo también han desarrollado formulaciones específicas para desinfectar mango, fresa, chile, jitomate, cilantro y otros productos más.

“Tratamos de buscar alternativas de solución porque no se trata de evidenciar un hecho que ocurre en una localidad, fruta o verdura, pues sucede en más entidades y productos agroalimentarios”, finalizó.

México

Senado aprueba Ley General de Aguas en medio de acalorado debate y críticas de oposición

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El Senado mexicano aprobó este jueves, con 85 votos a favor y 36 en contra, el proyecto de decreto que expide la Ley General de Aguas y reforma diversas disposiciones de la Ley de Aguas Nacionales, en un contexto de creciente presión sobre los recursos hídricos del país por sequías, conflictos por concesiones, crecimiento urbano y alta demanda del sector agrícola.
La minuta fue remitida al Senado por la Cámara de Diputados, que la aprobó tras 24 horas de acaloradas discusiones. La iniciativa deriva de una propuesta de la presidenta Claudia Sheinbaum para regular el derecho humano al acceso, disposición y saneamiento del agua, así como priorizar su consumo humano y doméstico ante autorizaciones, permisos, concesiones y asignaciones del recurso.
El senador Óscar Cantón Zetina, de Morena, aseguró que el centro de este proyecto es la persona y no los grandes acaparadores de agua, pues se crea un trinomio virtuoso entre tierra, agua y gente. Afirmó que la legislación es la mayor aliada de los productores y campesinos de México, ya que elimina la visión mercantilista del agua y la regresa a su dueño legítimo, que es el pueblo de México.
La senadora del PAN, Verónica Rodríguez, señaló que esta reforma convierte el agua en un instrumento de manipulación política y electoral. Apuntó que le da al gobierno federal la posibilidad de decidir de manera discrecional quién mantiene su concesión, quién la pierde, a quién le reducen volúmenes de agua y a quién sí le permiten operar, lo que demuestra que es peligroso para la democracia, el campo, la seguridad alimentaria y las familias.
Carolina Viggiano, del PRI, advirtió que el proyecto no contó con estudios económicos ni presupuestales, no cuenta con análisis de impacto financiero y tampoco se asegura inversión para la infraestructura, operación ni vigilancia de los sistemas de agua. Además, señaló que no se consultó a los pueblos originarios.
Luis Donaldo Colosio, de Movimiento Ciudadano, indicó que los cambios abren la puerta a más control gubernamental sin contrapesos reales, a más trámites y a más incertidumbres para el campo mexicano. Afirmó que se concentran atribuciones en la Comisión Nacional del Agua sin reglas claras, crece el riesgo de arbitrariedad, corrupción, favoritismos y castigo político, además de que se crea incertidumbre en la asignación de derechos y volúmenes, lo que desincentiva la inversión, la tecnificación y frena proyectos.
La nueva Ley General de Aguas establece que las concesiones para el uso del vital líquido no podrán ser intercambiadas entre particulares, con la obligatoriedad de que sea la Conagua la que las distribuya de nuevo.
La discusión y aprobación en las Cámaras de Diputados y Senadores ocurre en un contexto donde el sector agrícola consume cerca del 75 por ciento del agua disponible para consumo en el país.

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