México vive en el mundo del revés: donde los criminales salen libres y se les da consideraciones, y los inocentes pasan años condenados por delitos que no cometieron; donde se realizan estrafalarios operativos de seguridad para resguardar a sus gobernantes y funcionarios, mientras a los ciudadanos que son víctimas de la delincuencia no merecen ni que llegue una patrulla a tomarles el reporte.

Este miércoles, a Israel Arzate, corresponsable de la matanza en Villas de Salvarcar, le fue otorgada la “liberación inmediata” por parte de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), como consecuencia de que el juicio que se le efectuó no estuvo apegado al debido proceso y que sufrió torturas en la detención y al momento de dar sus declaraciones.

El hecho demuestra el típico actuar “al ahí se va” del Poder Judicial, en aquellos años encabezado por Javier Ramírez Benítez, pues para que alguien sea considerado culpable es necesario que haya las suficientes pruebas en la mano; tal vez, como en muchos otros casos, solo se buscó un chivo expiatorio para apagar los reflectores y saciar la sed de justicia de los deudos.

En reacción, los familiares de las víctimas de aquel 31 de enero de 2010 se manifestaron para repudiar el resolutivo de la Suprema Corte y exigir que se castigue a los responsables, no que se les deje libres: «No dudo que haya sido torturado pero ese no es mi problema, yo quiero justicia», aclamaron algunos de los padres de los hoy difuntos, quienes como muchos otros seguramente verán pasar tuerta a la justicia mexicana.

Pero donde no perdieron tiempo fue en el caso del ataque al escolta del gobernador César Duarte, pues alrededor de 40 unidades de la Policía Ministerial se esparcieron por todo Rubio y Cuauhtémoc para reventar cuanta casa se les puso enfrente y así encontrar al atrevido malhechor que retó al Estado. Ambos municipios se vieron sitiados en las entradas y salidas de las mismas para revisar también vehículos.

¿Será que vamos oootra vez en retroceso? Acuérdese cuando la situación de violencia estaba en su mero punto y que ministeriales, militares, federales y cualquier agente de seguridad se metía a las casas de los chihuahuenses a catear en búsqueda de delincuentes…también a saquear, golpear y hasta violar a sus habitantes.

La línea entre ciudadano y gobierno es tan abismal que hasta parece de película. Como le platicábamos ayer, la senadora Lilia Merodio pidió protección pues teme por su seguridad, esto luego de que su casa de enlace fuera vandalizada por presuntos ¿panistas? o ¿será fuego amigo?, ya ni sabe quién le pueda estar tirando tanto odio.

Así que para que la senadora priista duerma tranquila ya se le asignaron seis elementos de seguridad pública que cuidarán, al menos por un mes,  su oficina las 24 horas del día; esto obviamente representa un gasto al erario público que equivale a 60 mil pesos y la desatención a mil 500 ciudadanos, de acuerdo a las evaluaciones de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal.

Lo que más nos sorprende es cómo Merodio ha cometido error tras error, no actuó con nada de cautela a comparación de sus compañeros Patricio Martínez y Chela Ortiz, quienes ni se preocuparon por dar explicación alguna a los ciudadanos. El hecho de que haya querido hacerse la machita al sacar bandera de justiciera y luego la asilenciaran de golpe dejó ver sus debilidades, sus conveniencias y su inmadurez política.

Hablando de política, Ernesto Cordero vistió Chihuahua con ánimos de buscar adeptos a sus filas y desbancar a Gustavo Madero, chihuahuense y actual dirigente nacional del PAN que busca la reelección en marzo próximo. Carlos Borruel y Cruz Pérez Cuellar anduvieron muy pegaditos con él.

También se dejó ver el ex gobernador panista, Francisco Barrio, quien asistió al último informe de Miguel Latorre, dirigente municipal del albiazul, donde aprovechó para enfatizar la relevancia de la incursión de los jóvenes en el partido  y exhortar a los panistas a no dejarse corromper, ya que lamentablemente poco a poco el partido se ha contaminado de gente sin escrúpulos.

Mientras tanto, el alcalde Javier Garfio realizó una gira de trabajo a la Ciudad de México con el fin de gestionar más recursos al Municipio ante los diputados federales Minerva Castillo y Pedro Domínguez, ya que se necesitan sacar los trabajos destinados para el año próximo.