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Opinión

Mexico se Marihuaniza. Por Itali Heide

Itali Heide

La semana pasada, México tomó un gran paso hacia la legalización de la marihuana cuando el Senado aprobó el dictamen por el que se expide la Ley Federal para la Regulación del Cannabis. Ahora, la Cámara de Diputados analizará la propuesta, y de ser aprobada, se establecerán regulaciones de su uso con un enfoque en el desarrollo sostenible, salud pública y libertad.

El tema de la marihuana no está sin polémica, quienes se oponen a su regulación temen el aumento de consumo en jóvenes, emergencias de salud pública y adicción. Los defensores de la legalización sostienen que la legalización beneficiará a la economía, creará miles de trabajos, beneficiará al sector de salud, reducirá el crimen y ayudará a convertir el narcotráfico ilegal a una industria regularizada que beneficie a todo el país.

Productores y negocios aún no legítimos se encuentran a la espera de la legalización. (Imagen: Esteban López)

Para entender el porqué del tabú cannábico en México, recordamos su historia. La costumbre medicinal y recreativa del cannabis no empezó en la época de los Beatles, ni es sinónimo de los famosos hippies. Cientos de años antes de la época de paz y amor, la conquista española trajo la marihuana a tierras mexicanas. Su consumo encajó perfectamente con sus antecedentes psicoactivos que ya formaban parte esencial de los pueblos originarios, como los hongos, el peyote, toloatzin, y tabaco.

Para el siglo XX, echarse un toque era común entre la población mexicana. Su uso era variado: con la marihuana, señoras consolaban dolores menstruales, señores curaban angustias musculares y los jóvenes aprovechaban su efecto para disfrutar y bailar las rolas de Agustín Lara (quizás este último no, pero me gusta imaginar que sí). A México le gustaba tanto la marihuana, que Estados Unidos se aprovechó de la estigmatización del uso cannábico entre los mexicanos para comenzar la era de la prohibición. La fiebre de ilegalización cannábica en EE.UU. tuvo como consecuencia la prohibición de la marihuana en México en 1920.

Aunque el uso recreativo del cannabis sigue siendo ilegal en el país, las estadísticas cuentan otra historia: muchísima gente consume marihuana. Es la droga más consumida en México y el mundo, y la Encuesta Mundial sobre Drogas 2019 encontró que el 82% de los que respondieron la encuesta consumieron marihuana en el último año. En países donde su uso se ha legalizado, la ganancia ha superado las dudas, creando industrias en auge, fomentando el uso seguro de la cannabis y proporcionando alivio a aquellos se beneficien de sus propiedades medicinales.

México sería el mercado de cannabis legal más grande del mundo en cuanto a su población. (Imagen: Richard T.)

¿Por qué le tememos tanto a la marihuana? Fuera de las reservas iniciales sobre el uso de drogas, debemos preguntarnos si realmente sabemos lo que es mejor, o si simplemente creemos que lo sabemos. Si comparamos los efectos, consecuencias, peligros y beneficios del alcohol y de la marihuana, el último gana por mucho en todos los niveles. Simple y sencillamente, quizás la marihuana no es tan mala como nos la pintaron.

Que quede claro: no es juego de niños. Al igual que con el tabaco, el alcohol, e incluso la comida chatarra, se deben de establecer leyes muy claras que aseguren que el uso de la cannabis sea seguro y beneficioso para la sociedad. Su uso en espacios públicos, conducir bajo la influencia, su promoción, publicidad y accesibilidad a menores de edad deben ser fuertemente regularizados. Bajo el enfoque de la salud pública, el desarrollo sostenible y los derechos humanos, estamos cerca de convertir la industria cannábica mexicana en una realidad.

Opinión

Ken Salazar: ¿Embajador o Actor de Telenovela? Por Caleb Ordoñez T.

¡Ah, Ken Salazar! El embajador de Estados Unidos que nos ha dejado perplejos con sus altibajos políticos, sus declaraciones dignas de un guión de serie, y su relación complicada con la Cuarta Transformación. Si algo ha demostrado este diplomático es que puede pasar de ser el mejor amigo de la 4T a su crítico más feroz, dependiendo de cómo soplen los vientos en Washington. Vamos, que ni él mismo parece saber en qué equipo juega.

La historia de Salazar en México comenzó con un apoyo incondicional a la estrategia de seguridad de López Obrador. “Queremos ayudar a México”, decía con entusiasmo. Todo iba viento en popa: AMLO estaba contento, Salazar estaba contento, y la relación bilateral estaba, si no perfecta, al menos pacífica. Pero, de repente, Salazar empezó a lanzar críticas, como si su personaje hubiese sufrido un cambio drástico de dirección. ¿Qué pasó? Pues, para sorpresa de todos, ¡Donald Trump volvió al juego! Y al parecer, eso trajo consigo una versión “Ken Salazar 2.0”, una más crítica y menos amigable.

Caleb Ordoñez T.

Caleb Ordoñez T.

La situación llegó al punto de que Marcelo Ebrard, nuestro ex canciller, tuvo que enviarle un mensaje directo (aunque con tono irónico y de pulida diplomacia): “Dear Ken, what are you talking about?”. ¿Qué habrá pensado Salazar al leer esa frase? Porque para el diplomático promedio, una indirecta así es casi un grito. ¡Imagínense! Si hasta los memes en Twitter le daban vuelta, como si se tratara de una pelea entre amigos que ya no se soportan.

Por si fuera poco, Sheinbaum, en una de sus mañaneras, no perdió la oportunidad de hacer un comentario jocoso sobre los vaivenes del embajador. “Es que Ken se confunde”, dijo en tono irónico, como quien habla de un viejo amigo algo despistado. Claro, el comentario causó risas entre los presentes, pero también dejó en claro que el equipo de AMLO ya no se toma muy en serio las críticas de Salazar. Tal parece que la figura de Salazar es ahora vista como una especie de personaje excéntrico, más digno de un episodio de sátira política que de una embajada.

Pero lo realmente intrigante es: ¿quién podría suceder a Ken Salazar si Trump llega a la Casa Blanca nuevamente? ¿A quién enviaría el expresidente a continuar esta telenovela diplomática? Tal vez podríamos ver a alguien de su círculo más leal, como un Mike Pompeo, experto en lanzar dardos con una sonrisa, o, por qué no, a alguien más peculiar y polémico, como un Rudy Giuliani, quien seguramente haría de la embajada un espectáculo.

La verdad, sea quien sea, seguro nos traerá más drama. Porque, al parecer, la embajada de Estados Unidos en México ya no es un puesto diplomático, sino un auténtico reality show político, donde el que llega, o es nuestro mejor amigo, o el villano de la temporada. Así que preparemos las palomitas, porque la novela de Ken Salazar, o de su posible sucesor, seguro aún nos tiene reservadas muchas sorpresas.

Y un edificio nuevo.

La embajada de Estados Unidos en México está casi lista, con un avance notable, y no podemos evitar preguntarnos: ¿vendrá Trump a cortarle el listón si gana en 2024?

Imaginemos el espectáculo: Sheinbaum dando la bienvenida en la mañanera y un Trump republicano hablando de “buenos vecinos” (entre ironías y sonrisas forzadas). ¿Cómo gestionarán esta relación diplomática? Seguro veremos un juego interesante de diplomacia y un poco de sarcasmo, donde ambos bandos tendrán que bailar al ritmo de las relaciones exteriores. Con Trump y Sheinbaum, podríamos estar ante el evento del año… o de la más extraña comedia política.

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