México se alista para la primera revisión del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) en 2026, un proceso que según el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, será encabezado por dos figuras clave del ala dura del trumpismo: Jamieson Greer y Howard Lutnick. Greer, actual Representante de Comercio de Estados Unidos y excolaborador de Robert Lighthizer, ha impulsado una postura más agresiva en la aplicación de acuerdos derivados del conflicto comercial con China. Por su parte, Lutnick, empresario multimillonario y cercano a Donald Trump, actúa como interlocutor y operador político del exmandatario.
Ebrard explicó que Jared Kushner, yerno de Trump y pieza clave en la renegociación del TLCAN en 2018, no participará en esta revisión, aunque mantiene una buena relación con México. “El conducto que nos fijaron fue el embajador Greer… y el otro es Howard Lutnick, amigo cercano del presidente”, detalló.
Del lado canadiense, los acercamientos se canalizarán con el primer ministro Mark Carney y Aaron Fowler, viceministro adjunto de Política Comercial y Negociaciones. Actualmente, los tres países realizan consultas conjuntas para preparar la revisión, mientras que la Secretaría de Economía sostiene diálogos nacionales con 32 sectores estratégicos de la economía mexicana.
Entre los principales desafíos de esta revisión se encuentran las preocupaciones de Washington sobre el sistema judicial mexicano, incluida la elección de jueces por voto popular y las reformas a la Ley de Amparo, así como la influencia del crimen organizado en instituciones públicas. El congresista republicano Carlos A. Gimenez advirtió que “todo comienza con el estado de derecho, la libertad de expresión y la defensa de los valores democráticos, todos ellos erosionados bajo la administración cada vez más autoritaria de México”.
Ebrard, sin embargo, minimizó los riesgos, asegurando que las reformas mexicanas serán evaluadas y que no anticipa que los sectores empresariales vean un obstáculo. Asimismo, confió en que el T-MEC “va a sobrevivir” y generará nuevas oportunidades derivadas del reajuste internacional que atraviesa la economía global.
En lo inmediato, México busca negociar con Estados Unidos la eliminación de aranceles al acero y aluminio, tema que podría tensar las conversaciones, mientras se prepara para consolidar su posición ante los interlocutores estadounidenses y canadienses en la revisión de un tratado clave para el comercio y la inversión en Norteamérica.