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Salud y Bienestar

Migraña es más frecuente en mujeres que en hombres

La migraña, segundo dolor de cabeza que propicia más consultas, es más frecuente en mujeres que en hombres, en proporción de tres a uno, y se pueden presentar en niños hasta de cinco años de edad, dijo el especialista Salvador Javier Mejía Crisantos.

El neurocirujano del Hospital General de Occidente (HGO) en Jalisco, manifestó que la migraña es un tipo de dolor de cabeza unilateral, punzante, con duración de cuatro horas a tres días y se acompaña de intolerancia a la luz, al ruido, además de náuseas.

Apuntó que hay varios tipos de migraña, pero los más frecuentes son las denominadas “con aura y sin aura”.

“Hay una asociación internacional para el estudio del dolor de cabeza, según su frecuencia y manera de presentarse”, afirmó.

Dijo que la migraña “la podemos ver en niños desde cinco hasta nueve años; eso nos preocupa mucho a quienes nos dedicamos a ver dolores de cabeza para hacer el diagnóstico preciso de migraña, porque se hace con diagnóstico clínico, no hay otra forma de hacerlo”.

Detalló que el paciente muchas veces se confunde con tener un dolor de cabeza con intolerancia a la luz y al ruido e incluso con vómitos, ya que al ser por única vez no es suficiente para diagnosticarlo como migraña.

Mencionó que para ser diagnosticada como migraña, el dolor con estas características debe presentarse en más de dos ocasiones.

Precisó que cuando la ‘migraña con aura’ se presenta es con problemas visuales, “ven manchas, ven luces centelleantes, pueden tener parestesias, que es la sensación o conjunto de sensaciones anormales”.

“Hay hormigueo, adormecimiento o ardor que experimentan en la piel ciertos enfermos del sistema nervioso o circulatorio; también se presentan náuseas y vómitos; esta aura puede durar hasta por 60 minutos y cuando desaparece es cuando viene el dolor de cabeza”.

Subrayó que la migraña puede llegar a ser incapacitante, ya que impide realizar las actividades cotidianas, “de hecho, una de sus características es que con la actividad física aumenta más el dolor de cabeza”.

Resaltó que entre algunos de los factores que la desencadenan se encuentran los cambios hormonales, los cambios ambientales, el ayuno prolongado y el desvelo, así como ciertos alimentos, como el chocolate, vino de mesa y productos condimentados.

Recomendó a los pacientes con migraña identificar qué dispara el dolor, para tratar de evitar los ataques y no automedicarse.

Fuente: Diario Rotativo

Revista

La grasa abdominal profunda: el enemigo silencioso que envejece tu cuerpo y tu mente

Oculta bajo la piel y rodeando órganos vitales como el corazón, el hígado y los riñones, la grasa visceral representa una de las amenazas más serias para la salud metabólica y cerebral, incluso en personas delgadas. Más que un problema estético, esta grasa activa procesos inflamatorios que pueden desencadenar enfermedades como la diabetes tipo 2, el hígado graso, problemas cardiovasculares y, a largo plazo, deterioro cognitivo.

De acuerdo con el Dr. Andrew Freeman, especialista en prevención cardiovascular, la grasa visceral es un marcador de múltiples riesgos de salud, aun en quienes aparentan estar en forma. El fenómeno conocido como “skinny fat” —personas con peso normal pero con alta proporción de grasa interna— evidencia que la salud no siempre se refleja en el espejo.

El impacto va más allá del metabolismo. La neuróloga preventiva Kellyann Niotis advierte que este tipo de grasa libera compuestos inflamatorios que aceleran la atrofia cerebral y favorecen la aparición de placas beta-amiloides y ovillos de tau, señales asociadas con la enfermedad de Alzheimer, incluso desde los 40 o 50 años.

¿Cómo saber si la grasa visceral está fuera de control? La medida de la cintura es un primer indicio: más de 88.9 cm en mujeres y 101.6 cm en hombres eleva el riesgo, según los CDC. La masa muscular también importa: quienes tienen más grasa que músculo tienden a acumular esta grasa profunda. Estudios como la DEXA o básculas con medición de grasa corporal pueden ayudar a evaluar estos indicadores.

La buena noticia: es reversible. Freeman insiste en un enfoque integral con ejercicio cardiovascular diario (como caminatas rápidas de al menos 30 minutos) y entrenamiento de fuerza con resistencia. Ejercicios como desplantes, sentadillas, lagartijas y peso muerto movilizan grandes grupos musculares, aceleran el metabolismo y estimulan hormonas que mejoran la composición corporal.

Una alimentación basada en plantas, como la dieta mediterránea, también es clave. Rica en frutas, vegetales, granos enteros, aceite de oliva y pescado, esta dieta ha demostrado reducir la grasa abdominal y el riesgo de muerte por enfermedades crónicas, especialmente en mujeres.

El ayuno intermitente —comer solo durante una ventana de seis horas al día— puede ser un complemento efectivo, aunque no es apto para todos. La combinación de alimentación natural, entrenamiento funcional y periodos de ayuno puede “hacer magia” en la reducción de grasa visceral, señala Freeman.

En resumen, mantener el músculo, eliminar alimentos ultraprocesados, moverse cada día y reorganizar los horarios de comida no solo combate la grasa abdominal profunda, sino que extiende la salud física y mental hacia el futuro. Porque el verdadero “elixir de la juventud” no se compra: se construye con hábitos.

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