El incendio que azota el norte de California sigue causando graves estragos. El fuego ha dejado al menos dos víctimas mortales, 500 estructuras destruidas, muchas de ellas casas completamente esfumadas, y ha forzado la evacuación de 37.000 personas. Los bomberos solo tienen controladas apenas un 5% de las llamas del área afectada, de unos 194 kilómetros cuadrados. El incendio Carr amenaza a unas 5.000 casas, según los últimos datos citados por medios locales.
“No estamos luchando contra un incendio. Estamos tratando de sacar a la gente porque ahora el incendio es mortal y se está moviendo a velocidades y formas que no hemos visto antes en esta área», explicó a un medio local Jonathan Cox, jefe de una división de Cal Fire, la agencia estatal de bomberos.
Las llamas, iniciadas por una falla mecánica en un vehículo, barrieron el jueves las pequeñas comunidades de Shasta y Keswick y por la noche atravesaron el río Sacramento hasta llegar a Redding, una ciudad de aproximadamente 90.000 habitantes, la más grande de la región. Los equipos de bomberos que están colaborando en la retención del fuego encontraron el cuerpo sin vida de un operador dentro de una excavadora, que trabajaba en despejar la vegetación. El gobernador de California, Jerry Brown, decretó el estado de Emergencia poco después.
Las autoridades informaron el viernes de un segundo fallecido: un bombero del Departamento de Redding murió en el condado de Shasta. El incendio “está derribando todo a su paso», dijo Scott McLean, portavoz de Cal Fire.
La situación es caótica. Mientras se propaga el fuego, el Hospital Mercy Medical atiende a los heridos y ya ha evacuado a cinco bebés de su unidad de cuidados intensivos neonatales con el objetivo de que el aire tóxico no les afecte. Además, 3.000 hogares están sin luz eléctrica, según la empresa de servicios públicos PG & E.
Desafortunadamente las previsiones meteorológicas no juegan a favor de los afectados. Se pronostica que los vientos alcanzarán los 40 kilómetros por hora con temperaturas que podrían llegar a los 43 grados. Este escenario avivaría las llamas, obstaculizando los esfuerzos para combatir el incendio.
«El fuego se está moviendo tan rápido que las fuerzas del orden público están haciendo las evacuaciones lo más rápido posible», dijo Scott McLean, portavoz del Departamento de Silvicultura y Protección contra Incendios de Cal Fire. Además, confirmó que hay bomberos y ciudadanos heridos, pero no dio más detalles.
El incendio Carr es uno de los 88 en activo actualmente en Estados Unidos, principalmente en el oeste del país. Uno de los siniestros provocó el miércoles el cierre, hasta al menos el domingo, de gran parte del Parque Nacional Yosemite, donde murió hace unas semanas Braden Varney, de 36 años, un operador de equipos pesados del Departamento de Silvicultura y Protección contra Incendios de California.
Fuente: El País