El ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú, ordenó este jueves finalizar la inspección repentina de las tropas de los Distritos Militares del Sur y Occidental y a partir del 23 de abril empezar el repliegue de estos efectivos.
Shoigú ha dado la orden durante su visita a Crimea, donde, en el polígono Opuk, se celebraron unos ensayos de las Fuerzas Armadas rusas. En los ejercicios participaron más de 10.000 militares, 1.200 unidades de maquinaria, así como 40 buques de guerra.
El inicio del examen fue anunciado a principios de abril, en el marco del cual se realizaron las mencionadas maniobras.
De acuerdo con el ministro, los objetivos del examen fueron alcanzados «completamente». «Las tropas demostraron la capacidad de garantizar la defensa fiable del país», destacó. «Las Fuerzas Armadas reaccionan adecuadamente a todos los cambios de situación cerca de las fronteras rusas», declaró Shoigú.
Durante su visita, el ministro abordó también los ensayos Defender Europe 2021, que la OTAN planea llevar a cabo entre mayo y junio. En ese contexto, ordenó a las Fuerzas Armadas del país estar listas para reaccionar «inmediatamente» en caso de un «desarrollo desfavorable» de la situación en la región donde se van a realizar.
Además, destacó que la alianza del Atlántico del Norte está aumentando su actividad militar cerca de las fronteras meridionales de Rusia. «En esta región crece significativamente la actividad militar del bloque OTAN. Se intensifican las actividades de inteligencia, crece la intensidad y la magnitud de las actividades de capacitación operacional», destacó.
Este martes, Shoigú declaró que EE.UU. y la OTAN continúan con «la actividad provocativa» en el espacio aéreo y las aguas del mar Negro. En ese contexto, calificó como «difícil la situación militar y política en la dirección estratégica sudoccidental», agregando que esto se debe en gran medida a «los intentos de una serie de Estados extranjeros de aumentar su presencia militar cerca de las fronteras del sur y occidentales de Rusia«.
Defender Europe 2021 es el mayor ejercicio militar de la OTAN en 30 años, por el que se desplegaron 40.000 efectivos y 15.000 unidades de material bélico, incluidas aeronaves estratégicas, cerca de las fronteras rusas.
Por su parte, el presidente de EKAI Center, Adrián Zelaia, vaticinó que las acciones de desestabilización en Europa Oriental cerca de las fronteras rusas por parte de Occidente serán más frecuentes. Según él, estas están motivadas tanto por la actitud hostil hacia Rusia como por los esfuerzos para sabotear el proyecto del gasoducto Nord Stream 2.