Kiev, Ucrania.- Un misil ruso golpeó el lunes un edificio cerca de otra central nuclear en el sur de Ucrania, sin causar daños en los reactores pero sí en otras instalaciones industriales, en lo que el operador nuclear ucraniano calificó como un acto de «terrorismo nuclear».
El misil cayó apenas a 300 metros de la planta de Pivdennoukrainsk, también conocida como Central Nuclear de Ucrania Sur, indicó Energoatom, que gestiona las centrales nucleares ucranianas.
Imágenes en blanco y negro grabadas por una cámara de seguridad y publicadas por el Ministerio de Defensa ucraniano mostraban dos grandes bolas de fuego que estallaban en sucesión en la oscuridad, y a continuación una lluvia de chispas. La hora en el video marcaba que pasaban 19 minutos de la medianoche.
El Ministerio y Energoatom describieron el ataque como un acto de «terrorismo nuclear». El Ministerio de Defensa ruso no hizo comentarios sobre el ataque en un primer momento.
Se trata de la segunda central nuclear más grande de Ucrania después de la de Zaporiyia, que ha sufrido reiterados ataques. Sus reactores son del mismo diseño.
La central de Zaporiyia, la más grande de Europa, está ocupada por fuerzas rusas desde los primeros días desde la invasión y sufrió ataques que cortaron sus líneas de transmisión y finalmente obligaron a los operadores a desconectarla para evitar un desastre nuclear. Rusia y Ucrania se han acusado mutuamente de esos ataques. El Organismo Internacional de la Energía Atómica dijo que la principal línea de transmisión se había reconectado el viernes.
Advierte Putin de ataques más serios
Al advertir el viernes de un posible incremento de los ataques contra infraestructura ucraniana, Putin afirmó que hasta ahora sus fuerzas habían actuado con moderación ante los intentos ucranianos de atacar instalaciones rusas.
«Si la situación se desarrolla de esta manera, nuestra respuesta será más seria», dijo Putin.
«Hace poco, las fuerzas armadas rusas han asestado un par de ataques de impacto», dijo en alusión a ataques rusos la semana pasada. «Considerémoslos como ataques de advertencia».
Las fuerzas rusas también siguieron atacando otros lugares. Al menos ocho civiles murieron y 22 resultaron heridos en las últimas hostilidades, según dijo el lunes la oficina presidencial ucraniana.
Fuerzas rusas golpearon por la noche Nikopol y Marhanets, al otro lado del Río Dniéper desde la central de Zaporiyia. Los proyectiles dañaron decenas de edificios y cortaron el suministro eléctrico a partes de las dos ciudades, según la oficina presidencial.
También hubo ataques rusos en Kramatorsk y Toretsk, en la región oriental de Donetsk. En el poblado de Strilecha, en la región nororiental de Járkov, proyectiles rusos mataron a cuatro trabajadores médicos e hirieron a dos pacientes cuando se intentaba evacuar a los pacientes de un hospital psiquiátrico, indicó el gobernador de Járkov, Oleh Syniehubov.
El ataque a la central nuclear de Pivdennoukrainsk
Energoatom dijo que el ataque junto a la central nuclear de Pivdennoukrainsk había roto más de 100 ventanas en edificios del complejo industrial donde está la planta. El incidente también hizo que una central hidroeléctrica cercana cerrase de forma temporal, pero no afectó a los reactores de la central nuclear.
La planta de Pivdennoukrainsk, se encuentra junto al Río Bug Meridional y unos 300 kilómetros al sur de la capital, Kiev. Es la segunda central nuclear más grande de Ucrania, con tres reactores.
El Organismo Internacional de la Energía Atómica, la agencia de Naciones Unidas que supervisa la energía nuclear y tiene observadores en la planta de Zaporiyia, no respondió de inmediato a una petición de comentarios sobre el ataque del lunes.
Otros ataques recientes contra infraestructura ucraniana golpearon centrales eléctricas en el norte y una represa en el sur. Ambos se produjeron tras un amplio contraataque ucraniano en el este del país que ha castigado a las fuerzas rusas, recuperado una amplia extensión de territorio antes ocupado en la región de Járkov y roto lo que se había convertido en un estancamiento del conflicto.
La retirada rusa era la mayor derrota de Moscú desde que retiró sus fuerzas de los alrededores de Járkiv tras un intento fallido de tomar la capital en las primeras semanas de guerra.
El revés ha avivado las discusiones entre nacionalistas rusos críticos con el Kremlin, que preguntan por qué Moscú no sumió Ucrania en la oscuridad al inicio de la invasión con ataques a todas sus grandes centrales nucleares.