A finales de 2013, Juan Pablo Montoya estaba sin empleo y con la confianza más golpeada que nunca, luego de siete temporadas frustrantes en la NASCAR. Fue entonces cuando recibió una llamada de Roger Penske.
Y el piloto colombiano, cuya carrera estaba sumergida en la intrascendencia, aprovechó la oportunidad que le planteó el exitoso propietario de escuderías para volver a la serie Indy, de la que Montoya se había marchado años atrás. El domingo, esa decisión dio frutos.
Montoya ganó el domingo por segunda vez las 500 Millas de Indianápolis tras superar a su compañero de equipo Will Power en un vibrante duelo durante las últimas dos vueltas.
Hace 15 años, el primer triunfo de Montoya en esta carrera fue la piedra angular de una trayectoria que lo llevó a la Fórmula Uno. Su segundo triunfo, a los 39 años, ha dejado claro que el bogotano está de regreso.
En una muestra de sinceridad, Montoya sugirió lo mucho que esta victoria significa para él. Por un momento hizo una pausa y bajó la mirada, tratando de contener las emociones.
«Estoy agradecido por demostrarles que tenían la razón, que tomaron la decisión acertada», dijo, acompañado por Tim Cindric, presidente de la escudería Penske. «Ahora me encanta competir».
Ello fue evidente durante dos semanas en el Indianapolis Motor Speedway, donde Montoya no se cansó de repetir ante sus tres compañeros de escudería que ganaría la carrera.
El domingo, remontó posiciones dos veces. Con temeridad, recorrió las últimas vueltas y contuvo el embate de Power.
La victoria en 2000 fue sencilla, según ha reconocido Montoya. Lideró 167 de las 200 vueltas.
Pero este nuevo triunfo representó una batalla de principio a fin. Montoya largó 15to, pero un accidente en la primera vuelta derivó en que se izara la bandera amarilla.
Bajo esas condiciones de precaución, Simona de Silvestro impactó por detrás el bólido del colombiano, quien debió ir a los pits para que se reparara el daño. Reanudó la carrera en el penúltimo sitio.
Luego de ganar posiciones, se le se le sancionó durante otra parada en los fosos, con lo que volvió a quedar en las últimas posiciones.
«Montoya puede remontar todos los lugares, se los aseguro. Si le dan a este tipo la oportunidad, no se da por vencido», destacó Penske, cuya escudería conquistó por 16ta ocasión esta carrera. Es la primera vez que la gana desde 2009, cuando el campeón fue el brasileño Helio Castroneves.
Asimismo, Penske se unió a Chip Ganassi como los únicos dueños que han ganado las 500 Millas de Daytona y las Indy 500 en el mismo año. Ganassi lo hizo en 2010 y Joey Logano se coronó en Daytona con Penske, en Febrero.
«Esto es demasiado», dijo Montoya en la meta, con la corona de campeón alrededor de su cuello y una botella de leche en la mano. Escoltado por sus hijos, buscó por todos lados a su esposa, Connie.
Fue una escena muy distinta a la de 2000, cuando el audaz colombiano era soltero y sin hijos. Su carrera ha sido una serie de altibajos a través de la F1, NASCAR y de regreso a IndyCar.
Power y Dixon habían marcado el paso, pero Montoya logró adelantar en la tercera curva para situarse segundo y luego desplazó a Power para i enfilarse al triunfo.
El lapso de 15 años entre victorias de Montoya en las 500 Millas es un récord, superando a A.J. Foyt, quien espació 10 años entre su tercero y cuarto triunfos. La primera vez que Montoya ganó en Indianápolis lo hizo conduciendo para Ganassi.
«Montoya se coló al final y tal vez fui demasiado bueno con él en la primera curva», dijo Power. «Fue una carrera sensacional, muy divertida».
Power entró segundo, seguido por Charlie Kimball y Dixon, pilotos de Ganassi.
El Nuevo Herald