Moody’s Investors Service redujo la calificación de la deuda soberana de México de largo plazo en moneda extranjera, de A3 a Baa1, la perspectiva la mantuvo en negativa. Asimismo, la calificadora recortó la nota de Petróleos Mexicanos (Pemex) de Baa3 a Ba2.
En un documento, la agencia señaló que los principales elementos que llevaron a la reducción en la calificación se relacionan con la perspectivas de crecimiento económico a mediano plazo de México que se han debilitado materialmente.
Indicó que las medidas anunciadas hasta ahora para atender las afectaciones por el coronavirus «no son amplias ni en alcance ni en magnitud, representando menos de 1% del PIB», por lo que consideró que la respuesta del gobierno mexicano «sólo está contribuyendo a mitigar de manera reducida la severidad del choque».
Además, advirtió sobre el continuo deterioro de las operaciones financieras y operativas de Petróleos Mexicanos (Pemex), cuya posición está erosionando la fortaleza fiscal del gobierno federal, que ya está presionado por un crecimiento de ingresos más lento, debido a una economía más débil, a lo que se suma una política y capacidad institucional débil.
No obstante, Moody’s indicó que el nivel crediticio Baa1 considera la economía grande y diversificada del país, la falta de grandes desequilibrios macroeconómicos y su fortaleza fiscal, así como un sistema financiero saludable y el establecimiento de una política monetaria sólida.
Sin embargo, la perspectiva negativa refleja, puntualizó, el riesgo de que la fortaleza económica y fiscal se deteriore más allá de lo capturado en una calificación Baa1, debido a incertidumbres relacionadas con la dirección de la política en el mediano plazo y la respuesta de políticas que han sido insuficientes para abordar eficazmente tanto desafíos económicos del país, como la continuidad financiera y los problemas de funcionamiento de Pemex.
«Decisiones de política económica y mensajes encontrados bajo la administración actual han afectado de manera fundamental el clima de negocios y probablemente continuarán impactando la inversión privada en los próximos años, así como la perspectiva de crecimiento en el mediano plazo», destacó.
Advirtió que el coronavirus causará «una importante disrupción en la economía», por lo que espera una profunda contracción económica en el segundo trimestre de este año, ante la disrupción de los canales de distribución, una baja de la demanda externa proveniente de Estados Unidos y el impacto en la demanda interna ante las medidas de distanciamiento social asociadas a la cuarentena.
Fuente: Vanguardia