La oposición en la Cámara de Diputados exigió al secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo Montaño, devolver la paz a las calles y la tranquilidad a los hogares como comprometieron, mientras que Morena reprochó que se recibió “un país cementerio”, con policías devastadas.
En álgida comparecencia ante el pleno, el titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, reclamó que nunca como ahora, en lo que va de la existencia del actual gobierno, había sido sujeto de tan dura crítica en materia de seguridad.
Sin embargo, el funcionario aseguró que nunca como ahora se ha actuado con tanta prudencia, determinación y conciencia de sus responsabilidades ante la ciudadanía.
El diputado priista Héctor Yunes Landa pidió resultados en materia de seguridad y le recordó que fue el propio presidente de la República quien se fijó el plazo de seis meses para mejorar las condiciones de seguridad del país.
El plazo señor secretario ya se cumplió, lo que no se ha cumplido es el compromiso. Los mexicanos convivimos a diario con el luto de miles de hogares, con el drama del secuestro, con la impotencia del feminicidio, con la ansiedad de la extorsión. Esto no puede, esto no debe continuar”, sentenció.
Sin embargo, el líder de los diputados de Morena, Mario Delgado Carrillo, afirmó que el hecho que Durazo Montaño acuda a comparecer acompañado por los secretarios de Marina y la Defensa Nacional, es un mensaje muy claro: hay un equipo sólido, unido y profesional, al frente de la seguridad de la nación.
Criticó la estrategia de las pasadas administraciones en materia de seguridad. “Una estrategia que en los últimos años alentó una ola de criminalidad y muerte sin precedente para el país».
“En esas condiciones se recibió el gobierno, un país cementerio, con policías devastadas, con regiones completas y estructuras de gobierno cooptadas por la delincuencia y con una gran destrucción del tejido social”, expuso.
Afirmó que la estrategia seguida descansaba sobre un paradigma perverso: “nos teníamos que acostumbrar a los daños colaterales; inevitable, innecesario el derramamiento de sangre; las masacres; las muertes; los desaparecidos, para recuperar la paz”.
Excelsior