La bancada de Morena enfrenta divisiones internas en la antesala de la votación que este domingo definirá la presidencia de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados. Tras más de tres horas de discusión, la mayoría aceptó que el PAN asuma la presidencia a partir del 1 de septiembre, pero el ala dura del guinda vetó a seis legisladores blanquiazules, entre ellos Kenia López Rabadán, quien encabezaba la propuesta panista.
La diputada Dolores Padierna, portavoz del bloque más radical de Morena, justificó el rechazo a López Rabadán bajo el argumento de evitar “ofensas” hacia la presidenta Claudia Sheinbaum. La decisión deja abierta la posibilidad de que este domingo no se alcancen las dos terceras partes necesarias para aprobar la integración de la Mesa Directiva.
El veto también alcanzó al aún presidente de San Lázaro, Sergio Gutiérrez Luna, cuyo nombre fue eliminado de la lista para ocupar la vicepresidencia de Morena. Según trascendió, la dirigencia nacional del partido pidió directamente a Padierna y a otros inconformes, como Alfonso Ramírez Cuéllar, que Gutiérrez Luna no fuera considerado en ninguna posición dentro del órgano legislativo.
En conferencia de prensa, el coordinador de la bancada morenista, Ricardo Monreal Ávila, aseguró que “la bancada está muy sensata” y que el acuerdo central es respetar al PAN en la Mesa Directiva, aunque todavía se revisa quién encabezará la propuesta. Monreal sostuvo reuniones privadas con más de un centenar de diputados de su bancada, mientras que su homólogo panista, José Elías Lixa, consultó directamente con el líder nacional del PAN, Jorge Romero, quien dio su respaldo a López Rabadán.
“Lo que falta como mayoría calificada que somos, junto con nuestros aliados, es buscar la manera, mediante acuerdo, de quién pueda presidir la Cámara, un integrante del PAN”, declaró Monreal, quien advirtió que aún no hay definición.
El coordinador morenista también alertó sobre un escenario de crisis constitucional si en los próximos cinco días no se logra la votación requerida. Recordó que, en ese caso, la ley no contempla mecanismos alternativos y cualquier resolución aprobada por la Cámara carecería de validez.
La disputa refleja la tensión política que atraviesa Morena entre su dirigencia y las corrientes internas, mientras el PAN insiste en que, como segunda fuerza parlamentaria, le corresponde encabezar la Mesa Directiva de San Lázaro.