No alcanza hueso para tanto perro, es lo que se escucha en el PRI estatal tras la designación por dedazo de Enrique Serrano para la gubernatura, Lucía Chavira para la alcaldía de Chihuahua y Héctor Murguía para repetir por tercera vez en la de Juárez, pues había muchos que ya se veían en esos puestos, o al menos compitiendo fuerte por ellos para alcanzar algún premio gordo de consolación o algo que catafixiar, pero nada, no les tocó nada de Navidad.

Ya superada la cruda decembrina y con la sobriedad del nuevo año, personajes como Maurilio Ochoa, Fermín Ordóñez, Rodrigo de la Rosa y Pedro Domínguez han dejado notar su descontento por haber sido descartados sin siquiera avisarles, en una decisión cupular que se saltó olímpicamente a las bases y sin tocar tierra.

Al menos la hubieran despistado, dicen algunos de los frustrados aspirantes que ni tiempo para aspirar tuvieron, y ahora no hallan cómo darles la cara a sus equipos y hasta a sus mecenas, pues muchos ya tenían estructuras, recursos y amarres listos para entrarle a la grilla. Así, muchos llegaron a la pista listos para la carrera sólo para enterarse que ya había pódium de ganadores y que habían entrenado de oquis. Pues no se vale.

Ahora, las heridas están gangrenándose y hay quienes tienen años y más años en lista de espera, viendo cómo pesa más ser amigo o socio que años de subordinación, trabajo y militancia. Lo que más les pesa es, insistimos, la vergüenza de quedarles mal a sus equipos y ver que la lista de repartición está acaparada por los de siempre, pues mientras unos ruegan por un chance otros como ‘Teto’ repiten tres y hasta cuatro veces si es que logra la reelección.

Las expresiones de los inconformes van en el sentido de que sus proyectos siguen vivos, que aún ni sale la convocatoria y que incluso podrían renunciar a sus cargos para competir sí o sí. Es pura palabrería. Lo que quieren es llorar recio para que Palacio los escuche y, de perdida, se moche con una candidatura fácil al Congreso del Estado, a no ser que el gobernador y sus amigos también las tengan ya reservadas, algo muy probable.

Pero este no es el único hueso que se están disputando. Quedan otros con bastante cuerito listos para ser devorados, como las rectorías de las universidades ‘autónomas’ de Chihuahua y de Juárez, encabezadas actualmente por Enrique Seáñez y Ricardo Duarte, y se dice que la intención es seguir la forma de operar del actual gobierno de saltarse a todos como si nada, de modo que las máximas casas de estudio, al igual que los poderes legislativo y judicial, pasan a ser una extensión del gabinete duartista.

De ser así, el gobernador rompería la tradición de tomar en cuenta a los directores de facultades para imponer a los próximos rectores, un tema delicado pues las universidades tienen su propia grilla, aunque el STJE también lo tenía y miren nada más lo que pasó.

Y hablando de inconformidades, ahí está el arrendamiento de patrullas que tiene contemplado el Ayuntamiento, pues asegura que es mejor para las finanzas públicas rentar las unidades que comprarlas y mantenerlas, sumándose así a una práctica que ya se realiza en otras entidades.

¿Qué empresa se quedará con este atractivo contrato? Aún no se sabe, pero experiencias anteriores hacen pensar lo peor a los desconfiados y es por ello que urge tener el tema en la mira.

El que sigue llamando la atención es José Luis ‘Chacho’ Barraza, ex presidente del Consejo de Administración de Aeroméxico, quien sin decir nombres aseguró que a Chihuahua le urgen cambios en la función pública para reforzar la transparencia y la rendición de cuentas, así como eficientar en todos los sentidos al gobierno, como si fuera su empresa, pues.

Destacó que jamás ha militado en ningún partido (aunque tiene las venas azules), y en entrevistas afirmó que antes del miércoles espera tener respuesta a su petición como regalo de Reyes Magos.

Indicó que a partir del día 7 de enero comenzará con la recolección de 76 mil firmas en 45 días, «pero la meta que tenemos en el equipo es levantar 200 mil que es casi tres veces, para que no tengamos ninguna duda y ningún problema de que falte apoyo».

Por lana desde luego no sufre. No se habría lanzado si no contara con recursos propios y de mecenas fuertes, pues a este señor no le gusta andar haciendo el ridículo. Lo curioso es que en su grupo de Facebook abundan las personas que le muestran su apoyo pero a la vez le preguntan quién diablos es, pues no lo conocen ni en su casa y su perfil está muy lejos de ser carismático, muy muy lejos.

Respecto a su plan de trabajo, no sale de los lugares comunes del empresariado que lo respalda, el de la Coparmex: crecimiento económico, seguridad, freno a la corrupción. Su agenda social, si es que la tiene, no la ha compartido, y da el sabor de ser simplemente un rico buscando cumplirse un capricho más y ver por el interés de él y de los suyos. Nada nuevo y mucho menos esperanzador.

Según él mismo repite, está siendo asesorado por Jaime Rodríguez Calderón, el Bronco, quien emprendió una campaña novedosa y pegadora sólo para acabar demostrando que era más de lo mismo. Ni ha emprendido acciones contundentes contra quienes saquearon Nuevo León, como prometió, ni ha mejorado la situación en nada e incluso está subiendo impuestos y aumentando cobros como el del Metro, que dejará de ser gratuito los domingos. Mucho ruido y pocas nueces.

Otra suspicacia es si realmente ‘Chacho’ tiene alguna intención de pegarle a la corrupción o beneficiarse de ella. Sus antecedentes en el caso Mexicana, la guerra sucia contra AMLO y otros no hablan de la persona con una ética así como que para enmarcar, sino de un hombre pragmático que busca el poder y nada más.

Es por ello que hay quienes lo acusan (no sabemos si con razón o no) de estarle haciendo el caldo gordo a Duarte para dividir a la oposición que viene fuerte a pesar de sus yerros nada más por la pésima gestión actual. Nada nuevo, dividir al PAN y migajear a los chiquipartidos ha sido la estrategia del PRI para arrasar en el estado pese a obtener menos del 15% de los votos.

Habría que revisar quiénes apoyan a estos candidatos que de independientes tienen muy poco, y si su interés es genuino y piensan caritativamente en el bien común y si se desvelan preocupados por los chihuahuenses, o si más bien traen hambre de licitaciones, pues al parecer muchos de ellos están involucrados en el tema.

En el PAN hay personajes que acusan a Federico Terrazas de haber hecho excelentes y lucrativos negocios con administraciones priístas, y a Samuel Kalisch, otro impulsor de los independientes, de ser cabildero con Duarte. Otros afirman incluso que el desprecio que ha mostrado Barraza por el PAN se debe sencillamente a que no los necesita pues contaría, en caso de llegar, con el apoyo de la bancada tricolor.

En el caso de Enrique Terrazas Seyffert, llaman la atención las licitaciones de sus empresas, sobre todo de RUBA, y de las complejas relaciones que lo rodean, como Belinda López, hermana de Toño López, cuñada de Enrique Terrazas e hija del extinto Federico López.

Una muestra de la buena relación entre los López y los Terrazas sería la forma en la que se hicieron de una enorme de extensión de terrenos en la colonia Palestina, los cuales le arrebataron a Antonio Niño, en un largo juicio que se fue a los amparos y en el que se hará un complejo, los López los dueños, los Terrazas los desarrolladores.