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México

Muere joven que se arrojó de un taxi en Saltillo por temor a ser secuestrada

Tras las lesiones que sufrió el pasado jueves al arrojarse de un vehículo en movimiento, Vianey Alejandra Orsua Martínez, de 18 años, perdió la vida la mañana de este domingo en las instalaciones de la Clínica Dos del IMSS donde fue llevada el día del accidente.

Hasta el momento se desconocen las causas exactas del deceso, pues será por parte de la necropsia de ley que se determine esta situación por parte de las autoridades.

Por su parte, aún continúa detenido Gerardo, de 60 años, quien era el conductor del vehículo Nissan Tsuru con placas de circulación B 076 DAJ y número económico 3468-T, del cual la joven se arrojó.

El pasado sábado las autoridades ministeriales llevaron a cabo las investigaciones en el bulevar Misión Santa Lucía donde se pudieron constatar por medio de las autoridades que Vianey había abordado el vehículo en el sitio mencionado para acudir a su trabajo en Mi Plaza en la colonia Mirasierra.

El pasado jueves, la joven si dirigía a sus labores, pero según la madre de la misma, recibió una llamada de ella manifestándole que el taxista no se había detenido y no se quería regresar, por lo que le dijo que se bajara y ella asustada abrió la puerta y se aventó cuando circulaba por Fundadores en lo alto del puente de la colonia Zaragoza.

Según la versión de Gerardo, sólo escucho que la joven venía hablan si por celular y de pronto que la puerta se cerró y ya no la vio, diciéndole un colega taxista que se había bajado la joven, retornándose más adelante y regresó al lugar para saber qué ocurrió.

Personal de la Secretaría de Salud acudió para atender a Vianey, quien fue trasladada de urgencias a las instalaciones del nosocomio donde desafortunadamente se declaró sin vida la mañana de este domingo.

Las investigaciones continuarán para tratar de resolver este caso y aún se desconoce si la joven logró dar su versión de lo ocurrido a las autoridades quienes siguen realizando las diligencias en el caso.

México

Pone ‘El Mayo’ ultimátum: me repatrian o el colapso

Ismael «El Mayo» Zambada, líder de Cártel de Sinaloa, exigió al Gobierno de México que reclame a Estados Unidos su repatriación porque, de no hacerlo, la relación entre los dos países sufrirá un «colapso».

Juan Manuel Delgado González, asesor jurídico de Zambada en México, confirmó que la petición fue presentado ayer en el Consulado General de México en Nueva York un escrito al que tuvo acceso Grupo Reforma y donde Zambada exige que lo defienda el gobierno.

Debe intervenir (el gobierno) a fin de que el presente asunto no resulte en un colapso en la relación bilateral entre ambos países, puesto que no se debe de perder de vista la irregular e ilegal manera en que el suscrito fui puesto a disposición de las autoridades de los Estados Unidos de América».

En julio del 2024, Zambada fue engañado por Joaquín Guzmán López, hijo de «El Chapo» Guzmán, fue secuestrado para llevarlo a Texas donde enfrenta cargos por delincuencia organizada, homicidio, narcotráfico en gran escala y lavado de dinero, entre otros.

En la solicitud de asistencia consular, el capo señala que si no se interviene en favor de sus derechos, políticos y funcionarios mexicanos también pueden ser secuestrados y trasladados ilegalmente al país vecino.

Por lo anterior, expresa que la respuesta del Estado mexicano «no es opcional», porque tiene la obligación ineludible de defenderlo.

«Si el Gobierno de México no actúa, el suscrito seré condenado a pena de muerte sin lugar a ninguna duda y además esto constituirá un precedente peligroso que permitiría que en cualquier momento cualquier gobierno extranjero pudiera de manera impune violentar nuestro territorio y soberanía, interviniendo para la detención de cualquier persona, incluso políticos o funcionarios del Gobierno, para ser trasladados a la jurisdicción norteamericana sin que nada suceda», manifiesta.

«Exijo y demando que el Estado mexicano cumpla con su obligación ineludible de intervenir de manera inmediata, contundente y sin margen de discrecionalidad para exigir formalmente a los Estados Unidos de América garantías y seguridades absolutas, plenas, vinculantes e irrevocables de que no se me impondrá ni se ejecutará la pena de muerte en su jurisdicción. Esta exigencia no es opcional, ni puede ser interpretada como una cuestión de oportunidad política o diplomática».

El documento firmado por Zambada advierte que, de no haber una exigencia categórica y formal de sus garantías, «constituiría una traición al sistema jurídico mexicano» y al deber del Estado de garantizar la seguridad de sus ciudadanos, sin excepción alguna.

«En este contexto, en cuanto hace a mi asunto en particular, resulta una obligación del Estado Mexicano: presentar una protesta formal ante las autoridades estadounidenses, señalando la violación del Tratado (de México y Estados Unidos para prohibir los secuestros transfronterizos) y exigiendo el respeto a la soberanía mexicana y al debido proceso legal», señala.

Solicitar la repatriación inmediata de mi persona, argumentando que mi traslado fue ilegal y que cualquier proceso judicial en mi contra debe llevarse a cabo en México, conforme a las leyes nacionales y los acuerdos internacionales vigentes».

En una parte de su escrito, el líder del Cártel de Sinaloa requiere al Gobierno de México para que pida a los estadounidenses un informe detallado de las circunstancias de su secuestro y traslado, identificando quiénes permitieron su entrada a la Unión Americana y bajo qué base legal.

También, que le informen la identidad de las personas involucradas en su traslado, tanto del lado estadounidense como del lado mexicano.

La razón por la que alega que el Gobierno federal debe exigir la cancelación del proceso al que está sometido en Nueva York, es precisamente porque el procedimiento tiene como origen su secuestro y traslado ilegal a la Unión Americana.

«Esta exigencia no es una cuestión discrecional ni sujeta a consideraciones políticas o diplomáticas», dice.

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