La isla portuguesa de Madeira y Alemania estaban este jueves de luto, un día después de la muerte de 29 turistas alemanes en un accidente de autobús que acababa de dejar su hotel para conducirlos a un restaurante.
El bus, que llevaba a bordo a medio centenar de personas, se salió de la carretera en una curva, y cayó una decena de metros más abajo sobre una vivienda construida en el flanco de una colina.
El accidente, cuyas razones aún se ignoran, se produjo en una carretera secundaria cerca de la localidad de Caniço, situada entre las ciudades de Funchal, la capital regional, y la de Santa Cruz, más al este.
El grupo de turistas, que compraron su viaje en la misma agencia alemana, acababa de dejar el hotel Quinta Splendida, donde estaban alojados, para ir a cenar a Funchal, indicó a la AFP una empleada del hotel.
El último balance del jueves del hospital Nélio Mendonça de Funchal dio cuenta de 29 muertos: 17 mujeres y 12 hombres, la mayoría de ellos de entre 40 y 60 años. Las autoridades portuguesas confirmaron que todos eran alemanes.
El accidente causó además 27 heridos, dos de ellos portugueses: el chófer del autobús y un guía turístico.
Según una superviviente alemana, poco después de salir, el autobús chocó contra un muro y cayó por un terraplén dando vueltas de campana. «La gente salió expulsada por la ventana» agregó a la televisión portuguesa TVI la mujer, de unos 60 años, que salió indemne del accidente y no dio su nombre.
La fiscalía de Madeira abrió una investigación, mientras el vicepresidente del gobierno regional, Pedro Calado, consideró «prematuro» adelantar las causas del accidente, pues el autobús tenía cinco años y acababa de ser objeto de inspección.
En un comunicado, la canciller alemana Angela Merkel expresó su «tristeza y pesadumbre» por este «terrible accidente de bus en Madeira».
«Este trágico accidente, del que se tienen que determinar las causas, no merma el prestigio internacional de Madeira como destino turístico», señaló el primer ministro portugués, Antonio Costa, cuyo ejecutivo socialista decretó tres días de duelo nacional a partir del jueves.
En las imágenes tomadas poco después del siniestro se ve un autocar blanco volcado, con los cristales rotos y una parte del techo aplastado. Los restos del vehículo fueron retirados en la madrugada del jueves.
El ministro alemán de Relaciones Exteriores, Heiko Maas, llegó a Madeira el jueves por la noche, junto a un equipo de médicos, psicólogos y funcionarios del consulado.
«Nos espera un trabajo extremadamente difícil: repatriar a los heridos a casa, informar a las familias», declaró en el lugar del accidente, junto a su homólogo portugués, Augusto Santos Silva, tras haber depositado una corona de flores en homenaje a las víctimas.
«Esperamos que el proceso de entrega de los cuerpos podrá empezar de aquí al sábado», indicó la responsable del hospital Nélio Mendonça, Tomasia Alves.
Los heridos «están desde luego en estado de conmoción, tienen en memoria imágenes horribles», relató a la cadena RTL Alemania Ilse Everlien Berardo, pastora de la Iglesia evangélica alemana, residente en Madeira, que fue movilizada para ayudar a sus compatriotas.
Situada a unos 500 kilómetros de la costa de Marruecos, la isla portuguesa de Madeira, conocida como «la perla del Atlántico», atrae cada año, con sus paisajes volcánicos y su clima templado, a miles de turistas extranjeros, la mitad de ellos británicos o alemanes.
El archipiélago, formado por dos islas principales -Madeira y Porto Santo-, cuenta con 270.000 habitantes, de los cuales más de 130.000 viven en Funchal, la capital regional, y cuya costa está totalmente urbanizada con hoteles de lujo y complejos turísticos.
Fuente: AFP