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Mueren 31 personas por desplome de avión en Siberia

Un avión bimotor de tipo ATR-72 se precipitó a tierra este lunes poco después del despegue en Siberia con 43 personas a bordo, y dejó un saldo de por lo menos 31 personas muertas y otras 12 con heridas de gravedad, informó el ministerio ruso de Situaciones de Emergencia.

«Treinta y una personas murieron. Según los datos más actuales, 12 personas están en estado grave», informó el ministerio en un comunicado.

La aeronave, de la compañía local Utair, se estrelló poco después de haber despegado de Tiumen a las 07H44 local (01H44 GMT) con dirección a Surgut, dos ciudades de Siberia Occidental, según la nota oficial del ministerio.

Había a bordo 39 pasajeros y una tripulación de cuatro personas. Los equipos de rescate encontraron parte de la cabina separada del resto del avión y restos en llamas.

Los sobrevivientes, entre los que se contaban niños, fueron evacuados en helicóptero al principal hospital de Tiumen, a unos 1,700 km al este de Moscú.

El aparato había desaparecido de los radares pocos minutos después del despegue, informó la nota ministerial.

Un funcionario de la seguridad en el aeropuerto dijo a la agencia Interfax que el avión había alcanzado una altura de unos 100 metros antes de perder todo contacto con los controladores de vuelo.

«Probablemente hubo problemas técnicos en el aparato ya durante el despegue y la tripulación trató de hacer un aterrizaje de emergencia», dijo este funcionario.

Por su parte, la compañía Utair indicó que el avión se estrelló poco después de despegar «al ensayar efectuar un aterrizaje de urgencia, a 1.5 km» del aeropuerto de Roshchino.

Una comisión especial fue formada para analizar las circunstancias de la catástrofe con el ATR-72, un bimotor a hélices con una capacidad de 74 lugares, de fabricación franco-italiana.

Las cajas negras del avión ya fueron encontradas, informó un responsable del ministerio de Situaciones de Emergencia a la red de televisión Rusia 24, que mostró imágenes de los destrozos de la aeronave en medio de un terreno cubierto de nieve.

Los investigadores examinan tres hipótesis: problemas técnicos, error de pilotaje o error del personal de suelo.

Utair -una compañía privada cuyos vuelos actúan principalmente en las regiones ricas en recursos energéticos de la región siberiana- publicó en su sitio web oficial una lista con los pasajeros y miembros de la tripulación.

Rusia a vivido en los últimos años una serie fatídica de eventos en materia de seguridad aérea.

El último accidente grave ocurrió el septiembre pasado, cuando un Yak-42 se estrelló poco después de despegar de Iaroslavl, a unos 300 km al noroeste de Moscú, dejando un saldo de 44 muertos.

Ese avión transportaba los miembros del estelar equipo local de hockey sobre hielo, que incluía algunos extranjeros de fama mundial.

En junio de 2011, fue un Tupolev el que se estrelló en la región de Carelia (noroeste de Rusia) cuando trataba de aterrizar en difíciles condiciones meteorológicas. El accidente causó la muerte a 47 personas.

En septiembre de 2010, otro avión Tupolev con 81 personas a bordo sufrió fallas generalizadas en pleno vuelo, pero la tripulación consiguió realizar un aterrizaje prácticamente imposible en una pista abandonada en la taiga del norte ruso.

Ante la multiplicación de los accidentes, las autoridades rusas ordenaron la retirada de equipos antiguos, fabricados en la época de la Unión Soviética, y una completa verificación de las numerosas compañías aéreas del país, para limitar su número.

RDS

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Increible

Desaparece en Disneyland y aparece días después en un bote de basura en Mexicali: el misterioso caso de Annie Encino

Una adolescente estadounidense de 16 años fue localizada con vida dentro de un contenedor de basura en Mexicali, Baja California, días después de haber desaparecido en el parque Disney California Adventure, en Anaheim. El caso ha despertado preocupación e interrogantes en ambos lados de la frontera, especialmente por el silencio mediático en México y las lagunas que aún rodean su cruce hacia territorio nacional.

Annie Kathleen Encino desapareció el pasado 20 de abril tras una discusión con su familia dentro del parque temático. Fue vista por última vez alejándose sola, lo que activó una Alerta Amber en Estados Unidos. Sin embargo, esa alerta nunca cruzó a territorio mexicano, dejando a la opinión pública del país sin conocimiento de su desaparición… hasta que la historia dio un giro tan insólito como alarmante.

Días después, una llamada anónima al 911 alertó a la policía municipal de Mexicali sobre la presencia de una menor dentro de un bote de basura. Al llegar al sitio, los oficiales encontraron a la joven en condiciones que no han sido detalladas, pero confirmaron su identidad. El consulado de Estados Unidos fue notificado de inmediato y su madre viajó a la ciudad fronteriza para identificarla y llevarla de regreso.

Hasta ahora, las autoridades mexicanas no han informado cómo fue que Annie cruzó la frontera sin documentos, sin acompañantes y sin ser detectada. Tampoco han revelado si fue víctima de trata, secuestro, abuso o si viajó voluntariamente con ayuda de terceros. La Fiscalía de Baja California mantiene abierta una investigación para esclarecer los hechos.

Lo que sí queda claro es que algo falló en los mecanismos de cooperación fronteriza. Ni la alerta internacional funcionó, ni hubo un protocolo binacional que permitiera actuar a tiempo. La aparición de una menor estadounidense en un contenedor de basura, en una ciudad donde los casos de desapariciones no son novedad, pone una vez más bajo la lupa la crisis de seguridad y el flujo irregular entre ambos países.

Mientras se esperan más detalles oficiales, el caso de Annie Encino evidencia que incluso en un entorno supuestamente seguro como Disneyland, la vulnerabilidad de los menores puede terminar en una historia digna de una serie policiaca.

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