Con pronostico de tormentas muy fuertes en Chiapas y temperaturas hasta de 11 grados, continuará el ambiente muy frío en la mayor parte de la República Mexicana con heladas en el norte, el centro y el oriente del territorio, informó el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), dependiente de la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
Con este pronostico, cientos de familias desplazadas de Chalchihuitán, Chiapas, están viviendo «y muriendo»; lamentablemente se amaneció con la noticia de cuatro niños muertos por el hambre y frío, informó Martín Gómez Pérez, alcalde de ese municipio que desde hace semanas mantiene un conflicto armado con la localidad vecina Chenalhó por los límites territoriales.
Familias enteras, más de mil personas, son obligados a dormir bajo árboles o en cuevas de montes cercanos, familias que emigraron de sus casas por la presencia de hombres armados, que han ocupado su comunidad.
De acuerdo con el diario La Jornada, el alcalde de Chalchihuitán detalló que tres de los menores tenían menos de 4 años, mientras que el otro tenía apenas tres días de nacido.
Además, durante el clip (difundido por el párroco de Simojovel, Marcelo Pérez Pérez), asegura que también tres adultos perecieron por las mismas razones.
“No hay paso, nuestros caminos están bloqueados, necesitamos de su apoyo… niños, adultos y mujeres embarazadas están sufriendo por el frío en el monte… no tenemos medicinas, ni con que atender a la gente… por eso le pedimos a nuestro gobernador que nos apoye”, comenta en un video difundido a través de Facebook el alcalde Martín Gómez.
Se recordará que la semana pasada, el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas y el sacerdote Marcelo Pérez Pérez, dieron a conocer que tras el asesinato de un habitante tzotzil de Chalchihuitán, cerca de 5 mil personas huyeron de sus casas, mil de ellas hacia los montes de la localidad para resguardarse del conflicto.
A partir de esa fecha, se han instalado campamentos para que los desplazados logren sobrevivir en estas zonas, donde se presentan climas extremos, donde el clérigo recopila testimonios de los más afectados.
Algunos de los desplazados, cuentan que los grupos paramilitares quemaron todas sus pertenencias y sus cosechas. Se dicen tristes por haberlo perdido todo y tener que dormir ahora a la intemperie.
Desde el pasado 4 de diciembre, autoridades de Chalchihuitán en compañía de autoridades, han solicitado una audiencia con el gobernador del estado, Manuel Velasco Coello para solucionar el problema, pero no han sido atendidos. En aquellos días el edil Gomez Pérez aseveró tras la negativas:
“Perdonen lo que voy a decir, pero el gobernador me trata como a un perro. Sólo hemos podido hablar con unos licenciados y unos ingenieros que únicamente dicen pero no le dan atención a la gente”.
Es por esto, que buscaron la ayuda por medio de redes sociales, ya que la cantidad sigue en aumento, por ello hacen un llamado y solicitan a la sociedad en general, que se donen medicamentos, alimentos. Ya en ocasiones anteriores han pedido la presencia de médicos voluntarios.
Para entender el conflicto entre Chalchihuitán y Chenalhó, hay que remontarse varios años atrás, en específico a 1973; cuando tras la división y reconocimiento de terreno entre ambas localidades, más de 360 hectáreas, en las que se encuentra un río, quedaron justo en el límite, por lo que habitantes de ambos terrenos aseguran que les pertenece, iniciando así la disputa. Con el paso del tiempo los problemas se agudizaron, los grupos de choque se armaron y los asesinatos se convirtieron en el pan de cada día.
Por otra parte, la alcaldesa de Chenalhó, Rosa Pérez, declaró desde el 16 de noviembre pasado que ordenaría desbloquear los caminos de Chalchihuitán, e impulsaría un tratado de paz, sin embargo, Martín Gómez asegura, que nada de esto ha pasado, incluso la violencia ha recrudecido. Mientras que el gobernador de la entidad, Manuel Velasco, promovió la firma de convenios de civilidad y respeto mutuo, además de anunciar la entrega de despensas en las zonas involucradas, aunque los afectados cuentan una realidad distinta.