El polígono geográfico con alto impacto ambiental que va del río Santiago, en Jalisco, al río Coatzacoalcos, en Veracruz, concentra 78% de las muertes por coronavirus a nivel nacional, de acuerdo con la Ssa y la Semarnat.
Para Víctor Manuel Toledo, titular de la Secretaría de Medio Ambiente, esta situación revela una doble crisis sanitaria que urge resolver, ya que, una vez más, se demuestra la conexión salud ambiental-salud humana.
Lo anterior se dio a conocer en la cuarta reunión de seguimiento del llamado Toxitour, realizada de manera virtual, en la que también participaron Jorge Alcocer, secretario de Salud, y María Elena Álvarez-Buylla, directora del Conacyt.
Toledo admitió que la contaminación de ríos y cuencas es un pendiente que ha costado vidas y quienes lo padecen son más vulnerables ante la pandemia.
Álvarez-Buylla dijo que la emergencia desnuda condiciones precarias de vida ligadas a enfermedades crónico-degenerativas.
Alcocer consideró que la llegada del COVID-19 es una oportunidad para la recuperación ambiental, como pasó en China, donde se logró revertir la contaminación en el aire y el agua gracias al confinamiento.
El Toxitour es una iniciativa en la que expertos recorren el país para documentar el impacto de la polución sobre la salud.
VIRUS, MÁS LETAL EN ÁREAS CONTAMINADAS
El 78% de las muertes por COVID-19 a nivel nacional se concentra en las zonas con mayor impacto ambiental, dentro de un polígono que abarca del río Santiago, en Jalisco, hasta el río Coatzacoalcos, en Veracruz, según cifras de la Semarnat y la Secretaría de Salud.
Al respecto, el secretario de Medio Ambiente, Víctor Manuel Toledo, señaló que estos decesos revelan una doble crisis sanitaria que urge resolver, ya que una vez más queda demostrada la interconexión que existe entre la salud ambiental y la salud humana.
Lo anterior se dio a conocer durante la cuarta reunión de seguimiento del llamado Toxitour, realizada de manera virtual, en la que participó también el titular de la Ssa, Jorge Alcocer, y la directora del Conacyt, María Elena Álvarez-Buylla.
Víctor Toledo recordó que una de las primeras problemáticas socioambientales y de salud que asumió al llegar a la Semarnat fue la contaminación de ríos y cuencas, ya que es un pendiente ambiental que ha costado la vida a muchas personas y quienes la padecen actualmente se vuelven más vulnerables ante la pandemia.
Por su parte, María Elena Álvarez-Buylla señaló que, en estos momentos, lo importante es sustentar esta doble emergencia sanitaria, ya que no sólo desnuda las condiciones de vida precarias asociadas a muchas enfermedades crónico-degenerativas y que llevan a las persona afectadas por el COVID-19 a un desenlace trágico, sino que se añade el fenómeno de la toxicidad ambiental y sus implicaciones, lo que recrudece los efectos de otras enfermedades.
Indicó que, desde el Conacyt, se busca la construcción de un Sistema Nacional de Toxicología como una alternativa de investigación e incidencia que contribuya en la solución de los problemas socioambientales en México.
El compromiso es echar a andar este proyecto con altísima prioridad y darle el presupuesto necesario para atender, desde la articulación de las capacidades de humanidades, ciencias, tecnologías e innovación, esta emergencia que se sobrepone la nueva emergencia que representa el COVID-19”, dijo.
En tanto, Alcocer consideró que, a pesar de las afectaciones, con la llegada del COVID-19 se presentan oportunidades para descubrir que es posible ayudar a la recuperación de la salud ambiental.
Explicó que un ejemplo de ello es lo ocurrido en China, donde se registra una importante recuperación en el aire y el agua, debido a que la gente se confinó en sus casas durante la etapa más grave de la pandemia, lo que atemperó y abrió la posibilidad de revertir toda la complejidad que enfrenta la región.
Fuente: Excelsior