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Resto del mundo

Mujer acusa a aerolínea de obligarla a echar su hámster al inodoro

Una mujer de Florida asegura que una aerolínea la obligó a echar su hámster al inodoro del aeropuerto porque el roedor, que dijo que le proveía apoyo emocional, no podía viajar con ella en la cabina.

El diario Miami Herald informó que la estudiante universitaria Belen Aldecosea, quien debía volar a su casa en el sur de Florida, llamó dos veces a Spirit Airlines para asegurarse de que Pebbles, su hámster enano, podía viajar con ella. Aseguró que la aerolínea le dijo que no había problema.

Sin embargo, cuando llegó al aeropuerto de Baltimore, Spirit no le permitió que llevara la mascota en la cabina de pasajeros.

La mujer de 21 años dijo que por sugerencia de un empleado de la aerolínea y por falta de otra opción echó a Pebbles a un inodoro y lo accionó.

Presa del pánico y ante la necesidad de regresar para resolver un problema médico, Aldecosea no pudo alquilar un auto y pasó horas de angustia.

“Ella estaba aterrada. Yo estaba aterrada. Fue horroroso tratar de echarla al inodoro”, dijo Aldecosea. “Pasé 10 minutos llorando en el baño”.

Un vocero de Spirit reconoció que la aerolínea cometió un error al decirle a Aldecosea que podía viajar con la mascota, pero negó que un empleado le recomendara echarla al inodoro.

“Para ser claros, en ningún momento un agente nuestro sugirió a esta pasajera (o a cualquier otro) que echara al inodoro o lastimara en forma alguna un animal”, dijo el vocero Derek Dombrowski.

No obstante, Aldecosea dijo que analiza si demandará a Spirit por las instrucciones contradictorias que la llevaron a tomar la decisión.

Resto del mundo

Cofece multa a Walmart por prácticas monopólicas: la batalla legal apenas comienza

La Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) asestó un golpe histórico al multar a Walmart de México con 93.4 millones de pesos tras concluir una investigación que se extendió por más de cuatro años. La razón: prácticas monopólicas relativas, particularmente en el trato con sus distribuidores.

Según el dictamen de la Cofece, Walmart aprovechó su posición dominante en el mercado para imponer condiciones desfavorables a los proveedores, afectando la competencia en el sector. Aunque no se han revelado todos los detalles de las “contribuciones” impuestas a los distribuidores, el veredicto destaca cómo estas prácticas distorsionan el acceso al mercado y perjudican a competidores más pequeños.

En respuesta, Walmart no tardó en reaccionar. La empresa anunció que impugnará la decisión y enfatizó su compromiso con el cumplimiento de las leyes mexicanas. En su comunicación oficial, destacó que la sanción carece de fundamento y que está basada en interpretaciones erróneas. Este movimiento era predecible: para una empresa de este tamaño, 93 millones de pesos no solo representan una cifra considerable, sino también una amenaza a su reputación.

Por otro lado, la Cofece también se juega mucho. Este caso es una muestra clara de su intención de reforzar la vigilancia sobre los gigantes corporativos. Sin embargo, una batalla legal prolongada podría poner a prueba su capacidad de defender sus resoluciones en tribunales.

Más allá de la multa, el caso de Walmart pone el reflector sobre una problemática común en el comercio minorista: el desbalance de poder entre grandes cadenas y pequeños distribuidores. Si bien el desenlace de este litigio aún está por definirse, el mensaje es claro: los días de actuar sin consecuencias podrían estar contados. La industria y los consumidores estarán atentos a cada movimiento en esta batalla judicial.

 

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