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Mujer transgénero logra amamantar a su bebé

Gracias a una terapia experimental con fármacos, una mujer transgénero ha sido capaz de amamantar a su bebé recién nacido durante seis semanas, con lo que se convirtió en el primer caso en su tipo a nivel mundial, informó el equipo médico que la trató.

El inédito caso, documentado en la revista Transgender Health -publicación del grupo británico The Lancet-, se registró en la ciudad de Nueva York y representa una esperanza para todas aquellas mujeres transgénero interesadas en la lactancia.

A través de los años, las mujeres transgénero han utilizado varios tratamientos para inducir la lactancia, con resultados mixtos, pero una nueva técnica desarrollada por Tamar Reisman y Zil Goldstein, en el Centro de Medicina y Cirugía Transexual Mount Sinai, ha marcado la diferencia.

La mujer, de 30 años, se acercó al equipo médico de Mount Sinai para expresar su interés en amamantar al bebé que esperaba su pareja, ya que ésta no quería hacerlo.

La paciente había tomado tratamientos con hormonas femeninas (espironolactona, progesterona y un tipo de estrógeno) en los últimos seis años para desarrollar senos, pero sin haber recibido cirugías de afirmación de género, como aumento de busto, orquiectomía (extirpación de los testículos) o vaginoplastia.

Tras conocer su interés, los médicos la sometieron a un tratamiento que duró tres meses y medio con hormonas, un medicamento contra las náuseas y un extractor de leche para estimular la producción de leche, con lo cual pudo producir alrededor de ocho onzas (227 gramos) de leche por día.

Esa cantidad es inferior al promedio, pero suficiente para mantener a un recién nacido. Con el tratamiento, el bebé fue alimentado exclusivamente con leche de su madre transgénero durante sus primeras seis semanas de vida.

La terapia, que comenzó al final del segundo trimestre del embarazo de su pareja, consistió en administrar hormonas para imitar los altos niveles observados durante la gestación, el uso de una droga antináuseas llamada domperidona, estimulación mamaria y la posterior reducción de hormonas para simular el parto.

La domperidona aumenta los niveles de prolactina (hormona que estimula la producción de leche después del parto) y el volumen de leche, pero debió ser traída de Canadá, ya que no está disponible en Estados Unidos porque se considera que conlleva riesgos para la salud cardiaca.

Dicho medicamento se usa ampliamente en Canadá para aumentar la producción de leche entre las madres que amamantan, sin que las autoridades tengan documentados casos de afectaciones entre las mujeres jóvenes.

Durante los seis meses en los que la mujer transgénero amamantó al bebé, el pediatra informó que el crecimiento, la alimentación y los hábitos intestinales del niño eran apropiados desde el punto de vista de su desarrollo. En la actualidad, el menor se acerca a los seis meses de edad y se encuentra en perfecto estado.

“Todavía es pronto para que este tratamiento se generalice, claramente aún hay mucho que aprender y perfeccionar, pero de todos modos es un desarrollo alentador”, afirmó el equipo médico de Mount Sinai.

Resto del mundo

Cofece multa a Walmart por prácticas monopólicas: la batalla legal apenas comienza

La Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) asestó un golpe histórico al multar a Walmart de México con 93.4 millones de pesos tras concluir una investigación que se extendió por más de cuatro años. La razón: prácticas monopólicas relativas, particularmente en el trato con sus distribuidores.

Según el dictamen de la Cofece, Walmart aprovechó su posición dominante en el mercado para imponer condiciones desfavorables a los proveedores, afectando la competencia en el sector. Aunque no se han revelado todos los detalles de las “contribuciones” impuestas a los distribuidores, el veredicto destaca cómo estas prácticas distorsionan el acceso al mercado y perjudican a competidores más pequeños.

En respuesta, Walmart no tardó en reaccionar. La empresa anunció que impugnará la decisión y enfatizó su compromiso con el cumplimiento de las leyes mexicanas. En su comunicación oficial, destacó que la sanción carece de fundamento y que está basada en interpretaciones erróneas. Este movimiento era predecible: para una empresa de este tamaño, 93 millones de pesos no solo representan una cifra considerable, sino también una amenaza a su reputación.

Por otro lado, la Cofece también se juega mucho. Este caso es una muestra clara de su intención de reforzar la vigilancia sobre los gigantes corporativos. Sin embargo, una batalla legal prolongada podría poner a prueba su capacidad de defender sus resoluciones en tribunales.

Más allá de la multa, el caso de Walmart pone el reflector sobre una problemática común en el comercio minorista: el desbalance de poder entre grandes cadenas y pequeños distribuidores. Si bien el desenlace de este litigio aún está por definirse, el mensaje es claro: los días de actuar sin consecuencias podrían estar contados. La industria y los consumidores estarán atentos a cada movimiento en esta batalla judicial.

 

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